De copa en boca: Amontillado Solera Rare Sherry AOS

De copa en boca: Amontillado Solera Rare Sherry AOS

El amontillado

No es nada nuevo para aquellos que siguen este blog que una de mis pasiones son los vinos elaborados en el Marco y si alguno tiene curiosidad al respecto, puede realizar una búsqueda para comprobar la cantidad de post escritos sobre los distintos tipos de vinos allí elaborados.

Hoy, gracias a que uno no es estricto en el control de la bodega, comentaré una auténtica joya que apareció sin haberla buscado: el Amontillado Rare Sherry AOS de Osborne.

Para aquellos que se acercan a este mundo de crianzas biológicas y oxidativas creo que nada mejor que tratar de definir qué es un amontillado, para lo que recurriré a la establecida por D. Manuel Mª González Gordón en su libro Jerez-Xerez-Sherish:

Este vino también pude decirse que pertenece al tipo Fino, y generalmente adquiere las características de Amontillado al perder por la edad el típico carácter del Fino. Los Amontillados son muy secos, como los vinos de donde provienen, pero en general son menos pálidos, teniendo el color ámbar y con el envejecimiento llegan a ganar aún más color. También adquieren un aroma punzante, aunque más avellanado que el fino, por tener más cuerpo y graduación alcohólica  (17º a 18º grados Salleron, equivalente al tanto por ciento de alcohol en volúmen), y con la edad suelen llegar a 20º, y hasta 24º en casoso excepcionales de vejez. Estos vinos son excesivamente limpios en nariz y en la boca, debido a que son también completamente secos. Un vino fino, si no se conserva en su estilo por no hacerle sacas perídicas, se convierte en general, al envejecer, enel tipo amontillado.

La referencia más antigua que nos dicen se conoce de esta nomenclatura en el negocio jerezano, es del año 1796 y es una  calidad de vino muy apreciada por los buenos catadores.

Amontillado AOS Rare Sherry

Amontillado Rare Sherry AOS

Solera fundada en 1903 para celebrar el nacimiento del II Conde de Osborne por Tomás Osborne Guezala de entre las mejores botas de amontillado de la bodega La Palma, situada en la calle del mismo nombre en el Puerto de Santa María.

El vino no se podría embotellar hasta 1924, cuando el hijo Antonio Osborne -de ahí su nombre AO a la que se añade la S de Solera- cumpliera 21 años.

Elaborado con un 92% de Palomino fino y un 8% de Pedro Ximenez esta solera ha envejecido así de bien debido al envejecimiento de los mostos de ambas castas (ahora rechazado por el Consejo Regulador) desde hace más de 100 años.

Envejecido en el sistema tradicional de criaderas y soleras durante más de 25 años. Toda la solera se compone de 39 botas y 3 criaderas.

Botella de 75 cl. 22% vol.

La Cata:

Muestra un precioso color ambarino con reflejos yodados y apuntes verdosos.

En nariz aparecen sensaciones complejas con notas tostadas, punzantes, roble noble, recuerdos de rebotica, habanos, caramelo, manzanilla y frutos secos (avellanas y nueces).

Boca potente, muy seco, largo, amplio y con volumen. Retro marcadas por las sensaciones aromáticas que se acompañana por apuntes de cacao, toques cítricos y ligero amargor final.

Uno de los mejores vinos que he probado. Realmente excelente en todos sus aspectos.

Conclusión.

No me canso de repetir de que el vino no sólo forma parte de nuestra cultura, sino que también lo es de nuestra historia y, quizás éste sea una parte de la misma embotellada para nuestro deleite.

Es un vino que yo defino como de «reflexión», es decir, para tomarlo sólo en momentos en los que nuestra mayor dedicación sea «dejarnos llevar» por las senaciones que nos aporta. Un vino que, como historia o como arte, no tiene precio, al igual que tampoco lo tendría un cuadro del Greco o de Velázquez.

Sólo nos queda disfrutar el momento. ¿Hedonista?, tal vez. Siempre «carpe diem».

Saben que están en su blog y pueden hacer los comentarios que lo deseen y si quieren estar informados de los post que subo, sólamente tienen que suscribirse a él. Fácil.

¡Salud y buen vino!

De copa en boca: Escolinas 2018

De copa en boca: Escolinas 2018

La finca Escolinas:

Situada en una ladera en Cangas de Narcea, dento de la DOP Cangas (Asturias), con una pendiente pronunciada y una excelente exposición, está cultivada en terrazas a orillas del Río Narcea lo que hace que reciba una influencia moderadora de temperatura. Lo suelos son de gravas y se cultivan con fertilización orgánica, cargas por planta muy bajas y vendimia manual.

Viñedos de Cangas

La variedad Albarín blanco.

Variedad blanca de racimo cónico de 1 a 3 alas de compacidad media y pedúnculo corto. Las uvas de color verde amarillento, tienen forma elíptica con tamaño y color uniforme y sabor con toque a moscatel. La hoja tiene forma pentagonal con tres o cinco lóbulos, pigmentación antociánica de los nervios principales en el haz y en el envés. Seno peciolar y senos laterales abiertos en forma de V. Es conocida también como Blanco Verdín, sobre todo en la zona de Ibias.

Escolinas 2018 - Alvarín. Foto Provedo.com

Escolinas 2018

Escolinas Albarín Blanco es un vino elaborado en un 100% con la varidad albarín blanco fragante y delicado que muestra la verticalidad y el carácter del verdadero Albarín cultivado en un clima extremo.

A la vendimia manual en cajas de 15 kgs se añade una vinificación en depósito de acero de 5000 litros y permanencia en lías de unos dos meses. Para mayor frescura, el vino no realiza la fermentación maloláctica y se afina en botella en la bodega antes de su puesta a la venta.

Bodegas Monasterio de Corias. Vino de la D.O.P. Cangas. 13% vol. PVP aprox. 12 €.

Escolinas 2018

La cata:

Precioso color amarillo con irisaciones verdosas.

Aromas iniciales con recuerdos a anís, flores blancas, apuntes cítricos y un fondo mineral marcado.

Boca con una acenutada acidez -me encanta-, tensión y buen recorrido.

Retronasal en la que las sensaciones olfativas vuelven y se refuerza la potencia mineral. Recorrido final con un aporte ligeramente amargoso que lo hace aún más adictivo.

Reflexión.

No cabe duda de que, debido en parte al cambio climático, nos estamos encontrando con que cada vez se elaboran vinos en altura o en zonas situadas al norte de nuestra península -y no hablemos ya de los que se están produciendo en zonas de Gran Bretaña, Dinamarca e incluso Noruega- más sorprendentes y en los que la maduración se abre paso sobre la marcada acidez que todo lo rodeaba en añadas anteriores.

No es la priemera vez que me acerco a los vinos elaborados en Asturias, como pueden comprobar si realizan una búsqueda en el blog, y creo que, junto con los txakolís y a los vinos elaborados por Goyo García Viadero en la zona cántabra de Pumareña y Los Cos, dan muestra de que se pueden realizar muy buenos vinos en zonas en las que anteriormente el protagonismo eran tanto las enfermedades como el mildi o el oidio,  como la elevada acidez de los vinos que anulaba todo lo demás.

Pierdan el miedo cuando lean vino de Asturias, Cantabria o Txakolí, al igual que seguramente nos sorprenderán elaboraciones de países que hasta ahora se encontraban por encima de la Franja del Vino situada entre las latitudes 30° y 50°  del emisferio norte.

¡Salud y buen vino!

Fotos: viñas (www.conmuchagula.com), uvas de albarín (www.provedo.com) y autor.

De copa en boca: Tantaka 2017 (Gota a gota)

De copa en boca: Tantaka 2017 (Gota a gota)

 Tantaka Wines

Detrás de Tantaka Wines se encuentra Juanjo Tellaetxe, viñador, que ha dedicado 10 años para que viera la luz un proyecto que intenta volver a lo que fue el Valle de Arrastaria, zona fronteriza entre Vizcaya y Álava, hace 150 años, allá por 1860 cuando el 60% de la tierra se dedicaba al cultivo del viñedo.

En esos años se produjo un fuerte ataque de oídio que junto con la entrada de la filoxera y los inicios de la incipiente industrialización de País Vasco, provocaron el abandono del viñedo y dejando sólo majuelos testimoniales para el consumo propio.

Como comentaba al principio, Juanjo Tellaetxe realiza hace diez años una plantación de Hondabarri Zuri con el fin de activar esa viticultura olvidada en el tiempo y elaborar txakolís en los que el aporte de viña, terruño y viñador los dote de personalidad frente a los «típicos» vinos en los que la acidez es la protagonista casi en exclusiva.

En el 2017 nace Tantaka Wines con la idea de elaborar de nuevo –como hacía su familia hace más de 80 años- vinos propios de las variedades autóctonas en su pueblo natal, Artomaña. Os dejo su dossier en el que encotraréis toda la información relativa a la bodega, suelos, clima y parcelas.

Tantaka 2017 cápsula naranja.

Su nombre (tantaka traducido como «gota a gota«) obedece al tipo de lluvia –chirimiri lo llamamos en Castilla- típico de la zona que «piano, piano» puede conseguir una pluviosidad de unos 30 l/m2. al día, aunque ahora con el cambio climático a lo más a lo que se llega es a unos 10 l/m2.

Por cierto, seguro que les llama la atención la etiqueta y piensan que hay pinturas rupestres en la zona, ¡pues no!, es sólo el diseño. Y si creen que le han echado demasiada imaginación, yo me pregunté qué hacía la pintura de un candelabro de 9 brazos -el judío tiene 7- en una cueva de la época Auriñaciense.

Menos mal que Juanjo me aclaró que representaba a un viña. Sí, pueden reírse sin remordimientos.

Tantaka 2017 está elaborado con un 80%  Hondarrabi Zuri y un 20% de Petit Corbou de viñedos procedentes del Valle de Arrastaria. 14% vol.

El año 2017 se caraterizó por  un mes de enero con numerosas heladas, que dio paso a un inicio de primavera con temperaturas más altas de lo habitual, lo que adelantó la brotación. La principal característica de esta añada fue la fuerte helada del 28 de abril que condicionó notablemente la producción. El verano fue seco y poco caluroso, con bastantes jornadas de nubes bajas.

Las 5 ha. de viñedos propios están trabajados bajo una viticultura de mínima intervención y razonada, ubicados en tres parcelas situadas en Artomaña y Delika, en el Valle de Arrastaria. Los suelos se caracterizan por su carácter aluvial y profundos, con una climatología entre atlántica y continental, dependiendo de la añada.

Realiza una crianza sobre lías en depósitos de inox durante 7 meses.

D.O. Arabako Txakolina.

Tantaka 2017 lacre naranja en copa

La cata:

Presenta en vista un precioso color amarillo intenso con menisco dorado. Lágrima fina y densa, acerado y graso.

Aromáticamente muestra un abanico de sensaciones que van desde las notas de fruta amarilla (melocotón y membrillo), junto con notas de miel, cera y recuerdos cítricos. Aportes de bollería (brioche) y sutiles anisados que combinan con notas de fruta blanca (manzanas), florales (camomila), tabaco rubio y recuerdos minerales.

Boca con muy buena acidez, volúmen y recorrido. Notas de tanicidad de la uva aportada por la crianza sobre lías. Es graso, largo, untuoso, equilibrado y muy bien conjuntado con sensaciones ligeramente amargas al final, que me encantan.

Retronasal elegante, compleja y en la que la paleta aromática se potencia aún más.

Excelente.

 

Viñas en el Valle de Arastaria - Tantaka 2017

Reflexión.

Sigo afirmando que una de las zonas que más satisfacciones vinícolas nos dará -y nos está dando ya- es el País Vasco. En pleno proceso de «revolución» veo una gran similitud con el que se produjo en Galicia hace unos años protagonizado en gran parte por la sabia nueva más preocupada porque  el terruño de dónde nace se «sienta» en el vino.

Aquí, entre otros, econtramos viñadores como Oxer Bastegieta, Imanol Garay, Alfredo Egin o bodegas como Gorka Izagirre, Astorbiza, Doniene Gorrondona, Txomin Etxaniz, Magalarte de Lezama o Hirutza .

Algunos los hemos comentado aquí -sólo tienen que buscarlos en la web- y aún nos faltan otros proyectos como los de Bizkai Barne, Bodega K5 o Gaintza Txakolina entre otros, que no tardaré en comentar.

En este caso, Juanjo Tellaetxe ha conseguido en apenas tres años no sólo el reconocimiento de aquellos consumidores «enochalados» -como el que escribe-, sino el de la crítica especializada, y si no lean los últimos comentarios de Luis Gutiérrez sobre sus vinos del 2018 en Wine Advocate.

Lo dicho, si se cruzan con alguno de sus vinos, no lo duden disfrútenlos y luego, si les parece bien, nos cuentan porque ya saben que están en su blog.

¡Salud y buen vino!

De copa en boca: Acediano 2015

De copa en boca: Acediano 2015

 Acediano 2015

Elaborado en Nava de Roa dentro de las las bodegas Rodero Calderari por los enólogos Rafa García y Raúl Tamayo, de los que hemos probado y hay reseña en esta web de sus «básicos» Naluar blanco y tinto,  nace de un pago único de un antiguo clon de Tinto Fino de viñas con exposición Sur de entre 80 y 100 años situadas a 830 msm en una zona de leve pendiente sobre suelos arcilloso-calcáreos y con zonas franco-arenosas negras.

Subsuelo formado por calizas fragmentadas por donde se introducen las raicillas de la viña unos dos metros de profundidad para absorver los minerales que le dotarán de grasa y volumen.

Maceración durante 12 días en dos pequeños depósitos abiertos con levaduras autóctonas y realiza la fermentación maloláctica en barricas de 225 l. y 500 l. de las que se realiza un coupage previo al embotellado.

Crianza durante 14 meses en barricas de roble francés de diferentes tamaños y una estancia en botella de un mínimo de 18 meses.

Podemos decir que su buque insignia, su vino top -y a la cata me remito-.

Producción 1.500 botellas. D.O. Ribera del Duero. PVP 42 € aprox.

Viñas de Acediano en Nava de Roa
Acediano 2015

La cata:

Aromas de fruta negra (mora) y roja (cereza) y sensaciones lácteas con sutiles toques de verdor que no molestan. Aportes balsámicos (regaliz) y mentolados acompañados de recuerdos especiados. Complejo, sin defectos y elegante.

En boca muestra buena acidez y equilibrio con un tanino goloso en el que se deja notar el aporte de la fruta en las encías. Aún rugoso, pero caminando hacia una excelente sedosidad. Fresco, largo, amplio y con volumen.

Lástima abrirlo ahora ya que, aunque está soberbio, dará aún más en botella.

Excelente e interesante vino que no es fácil de ver en las grandes «plataformas» ni comentado por los grandes gurús, pero al que espero seguir la pista ya que será imprescindible recatar dentro de un par de años.

Puntuación 9/10

¿Uno de los «tapados» de la Ribera?, puede ser. Sin duda es un excelente vino elaborado con una buena materia prima, muy pensado y con resultados, a mi modo de ver, realmente excelentes.

Como comentaba al principio, no es fácil de encontrar y, tal vez, esa dificultad hace que el conseguirlo lo haga aún más apetecible y disfrutable.

No soy muy de comentar su Relación Calidad Precio, sino su Relación Disfrute Precio, y Acediano 2015 tiene una RDP realmente excelente.

Mi recomendación: si se cruzan con él, no lo duden y háganse con al menos un par de botellas. La primera de consumo inmediato y la segunda para observar una excelente evolución en la que gana aún más complejidad.

¡Salud y buen vino!

De copa en boca: Rufete 2016 vol. 3 Edición Limitada by Mitch Sokolin, winemaker

De copa en boca: Rufete 2016 vol. 3 Edición Limitada by Mitch Sokolin, winemaker

Mitchell Sokolin

Creo que antes de comentar un vino es necesario realizar un breve acercamiento al «padre de la criatura» y en este caso para mí Mitch Sokolin era un perfecto desconocido por lo que pongamos un poco de luz.
Mitch nació y creció en los Estados Unidos (en Nueva York) de padres rusos y su primer contacto con el vino se lo debe a su progenitor, propietario de una pequeña tienda de vinos en Manhattan.
Su primer trabajo relacionado más profesionalmente con el vino fue en California al trabajar en el 2008, tras terminar la Universidad, en el  Rest. Acquerello , que contaba con dos estrellas Michelin y 2.000 mil referencias de vino en la carta.
Pero empezó como muchos lavando platos y limpiando copas hasta que se convirtió un año después en el head-sommelier del local.
En 2009 conoció al Luca Currado de la Bodega Vietti en Piamonte y se fue a Italia en Otoño para hacer la vendimia. Allí se enamoró del proceso de hacer vino, y desde entonces poco a poco, tras hacer mas vendimias por todo el mundo, hizo la transición a ‘Winemaker.’
Actualmente vive en Australia y trabaja en una pequeña bodega (Murdoch Hill). A la Sierra de Francia llega cada año en Agosto y Septiembre para hacer sus vinos (en breve saldrá un nuevo de Garcibuey!) y disfrutar de esta zona muy especial para él.
Mitchell Sokolin
Viñas La Espaldera

¿Cómo descubrió la Sierra de Francia?

«Mi primer contacto con la Sierra de Francia y  la Rufete fue en California al conocer a Fernando Maillo de la Bodega Cambrico en una cata en San Francisco. Me encanto mucho la variedad, su elegancia y capacidad de exprimir su terruño. En este periodo estuve viajando mucho entre el hemisferio sur y Europa, trabajando en varias bodegas, como hacen muchos enologos jovenes, y en 2013 llegué a la Sierra de Francia para trabajar una temporada en la viña y en la bodega de Cambrico con Alberto.

La belleza natural de la zona claramente era una de las razones para venir, pero también la viticultura tradicional y a veces heroica. Está claro que la diversidad en la zona de alturas, exposiciones y suelos en combinación con una variedad como la rufete da la posibilidad de elaborar vinos muy interesantes. En general, la zona me recordó mucho a Beaujolais (una de mis regiones preferidas), y la rufete bastante parecida a Gamay, en mi opinion.

En 2014, tras estar en Australia en la bodega Mac Forbes volví a la sierra para hacer la vendimia con Alberto, y los chavales me dejaron hacer un deposito aparte a mi estilo. La uva era de una viña de Cambrico en Villanueva del Conde sobre suelos arenosos. La idea era hacer una fermentación muy suave, sin extraer mucho (se trata mas de infusion en vede que de extraction) y utilizar una parte de racimos enteros. El experimento fue mas o menos exitoso, y ¡así nació mi primer vino!

El siguiente gran paso lo hice en 2016, cuando en Cambrico me dejaron vendimiar cuando yo quise, es a decir muy pronto… En mi opinion, los vinos en la Sierra y en España en general eran muy pesados, cargados, alcohol y madera (estilo Parker podemos decir). Una variedad delicada como la rufete pierde mucho cuando esta muy madura y la barrica nueva lo mata completamente. Desde entonces tengo la fama de inaugurar los libros de la vendimia en la DO cada año.»

La Espaldera.

Viñas de rufete

Plantado en 2004 como parte de la colaboración de investigación con el Gobierno Regional, el viñedo que llamamos «La Espaldera» (coordenadas 40° 29’ 43 N 6° 00’07 W), propiedad de Bodegas Cámbrico y cuidado por Bosi Jimenez (quizá la persona que mejor conoce los viñedos de la Sierra de Francia), está situado en Villanueva del Conde sobre suelos de granito descompuesto a una altitud de entre 655 y 670 msm y representa la colección más completa de los clones conocidos de Rufete plantados en una pendiente empinada orientada hacia el NW y sostenidas por terrazas de piedra hechas a mano.

El viñedo se encuentra dentro de la Reserva Biosfera de la Sierra de Francia y Béjar, y como gran parte de la región está rodeada de densos bosques de robles. Se ha cultivado orgánicamente y certificado como tal desde que se plantó y la vinificación sigue un enfoque muy minimalista, con SO2 como la única adición.

Con una primavera fresca se produce un retraso en la brotación. El calor llegó tarde y bruscamente con un mes de agosto de días calurosos y soleados justo cuando las uvas estaban terminando el envero. En la primera semana de septiembre, el calor aumentó hasta 36º-37º C con noches calurosas, así que con el objetivo de mantener frescos esos sabores y aromáticos, se comenzó la vendimia el 6 de septiembre.
Mitch es siempre el primero en vendimiar en la DO, realizando más una infusión que una extracción con el mosto, y utilizando levaduras autóctonas y barrica de 500L usada. Como dice del proceso es un «Pim pam, no molesto al vino».
Viñas de rufete

Rufete Vol. 3 Edición Limitada 2016

Rufete vol. 3 Edición Limitada

100% rufete cultivada organicamente con la única adición de SO2. Producción de 650 botellas. 12,4 % vol. D.O.P. Sierra de Salamanca. PVP 35 €.

El Volumen 3 entró en el tanque con aproximadamente el 40 por ciento de los racimos intactos y con el resto despalillado, pero no aplastado. Una ligera pisada ayudó a romper la masa, y un par de golpes más tarde estaba lista para salir del tanque, unas dos semanas después. Tras un año descansando en una vieja barrica usada de 500 l, el vino se embotelló en septiembre. Como de costumbre: sin bombas, sin clarificación, sin filtración y sin adiciones además de SO2.

La cata:

Rufete Vol. 3 2016 - En copa

Preciso color rubí de capa media-baja y con reflejos azulados. Lágrima viva y fina.

Aromas complejos en los que se conjugan aportes florales (violetas) con fruta roja (fresas y grosellas) junto con sensaciones minerales (granito y arenas).

Boca con un buen ataque mostrando buena acidez y tensión. Fresco, muy agradable e incluso se notan sutiles sensaciones carbónicas apenas perceptibles. Sedoso y con una tanicidad aportada por la variedad que descubre que se ha utilizado raspón en su elaboración. Buen recorrido y con una retronasal elegante en la que las sensaciones olfativas vuelven a estar presentes, mostrando un final ligeramente amargo que me encanta e incita a seguir disfrutando del vino.

Vino muy agradable de beber huyendo de los elaboraciones marcadas por el alcohol y la sobremaduración. Fresco, frutal, directo y de trago largo, ya que esos 12,4% vol. hacen que se disfrute la botella sin darte cuenta. Lamentablemente sólo se hicieron 650 botellas de este 2016, pero está a punto de salir al mercado la añada 2018, también corta de tirada, así que aquellos a los que les haya entrado el gusanillo de probarlo, no tarden mucho en decidirse.

¡Salud y buen vino!

Fotos de Michell Sokolin y viñedos: https://www.mfwwineco.com/m-sokolin

Fotos del vino y cata: Mario Estévez Martín.

De copa en boca: Pajarete Dulce, un vino para quitar las penas.

De copa en boca: Pajarete Dulce, un vino para quitar las penas.

Bodegas Quitapenas

En 1878, cuando la enfermedad de la viña «Filoxera» se extiende por toda la Axarquía, Francisco Suárez se traslada con su familia al Valle de las Viñas de Miraflores del Palo, en Málaga capital. Aquí es donde traslada también el negocio de vinos y comidas, ubicándose en la Calle del Mar, en la finca conocida con el nombre de «La Huertecilla», fundando en 1880 las conocidas Bodegas Quitapenas.

Generación tras generación siguieron conservando el buen hacer del vino, adquiriendo, con el transcurso del tiempo, fama entre los numerosos arrieros que hacían un alto en esta casa situada en la carretera de Vélez – Málaga, lugar que pronto empezó a conocerse como las bodegas «que nos quitan las penas».

Los primeros vinos producidos ya en la calle de Málaga, número 42, actualmente conocida como Avenida Juan Sebastián Elcano fueron el «Moscatel Extra, o Quitapenas», el «Montes» y el «Málaga Lágrima» instalandose allí el lagar de pisa de uva y la nave de botas.

En 1940 se inicia el embotellado de vinos y en esa misma época Bodegas Quitapenas ingresan como miembro del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Málaga.

El vino:

Pajarete es un vino de licor semi dulce elaborado con los mostos de las variedades de uva Pedro Ximénez (80%), Moscatel de Alejandría (19%) y Romé (1%). 17% vol. PVP 11,90 €.  D.O. Málaga

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen “Málaga” define el Pajarete como un «vino de licor cuyo contenido de azúcar oscila entre los 45g/litro y los 140g/litro. El vino Pajarete debe ser envejecido mínimamente durante dos años, no debe tener adición de arrope y debe ser de color dorado a ámbar oscuro.»

Este vino tras el proceso de fermentación en frío -paralizada con adición de alcohol vínico cuando quedan 70 gr./l. azúcar- y las clarificaciones, se procede al ensamblaje de los tres mostos. No tiene en su elaboración adición de arropedel árabe hispano arrúbb, es el producto obtenido mediante deshidratación parcial del mosto a fuego directo hasta llegar a la caramelización de sus azúcares, para obtener una consistencia de jarabe«. Wikipedia). Posteriormente pasa a una crianza oxidativa en botas de roble americano de más de 36 meses, bajo el siste de crianza estática de criaderas y soleras.

Pajarete Quitapenas

La cata:

Precioso color ocre-ambarino, brillante y con reflejos anaranjados. Lágrima fina y densa.

Aromas a frutos secos (avellanas) acompañados de sensaciones de pasas, toques de dátil y caramelo. Recuerdos de cáscara de naranja y maderas nobles. Aportes de bollería fina (brioche). Complejo.

Buen ataque. Largo, con muy buena acidez, envolvente, equilibrado y elegante. Retronasal en la que las senaciones olftivas se refuerzan (caramelo, pasas, recuerdos de orejones, puntas cítricas y toques de bollería).  Realmente excelente.

Puede ir muy bien como vino de aperitivo y se recomienda para acompañar foie, quesos fuertes y curados, frutos secos y arroces, aunque yo lo he disfrutado también como vino de «reflexión», es decir, sin nada de acompañamiento, bueno sí, con el sonido de piano de fondo de Bill Evans.

Pajarete Bodegas Quitapenas

Podemos seguir buscando y descubriendo nuevas elaboración allende de nuestras fronteras, pero desde luego aún nos queda mucho por descubir dentro de las nuestras y el caso de los vinos elaborados en Málaga es uno de ellos.

Nos encontramos en una provincia que cuenta con 5 zonas distintas de producción (Axarquía, Serranía de Ronda, Manilva, Montes de Málaga y zona Norte) y con cuatro zonas climáticas distintas: clima Atlántico de Manilva, otro en la zona de Málaga capital que es Mediterráneo, y en el resto de la provincia un clima Continental.

He comentado varios vinos de Málaga y me declaro un enamorado de sus vinos, secos y dulces, y lo único que nos queda es que difundir como el eco este tipo de vinos marcados por las castas, la tierra, el clima y la forma de elaboración de algunos de ellos.

¡Salud y buen  vino!