El día 3 de marzo tuvimos el placer de disfrutar en el Restaurante El Candil de Salamanca con la compañía de Germán R. Blanco y la presentación de sus vinos, y con la presencia del bloguero y forero Jorge «Sibaritastur». Y he de reconocer que disfruté -y me consta que los demás también- como un enano, no sólo por sus vinos -complejos y distintos-, sino por las explicaciones de Germán en la que nos mostraba su filosofía a la hora de elaborarlos y fijando su objetivo en dotarlos de una personalidad propia. ¡Y doy fe de que lo consigue!.

Teníamos preparada una cata de 6 vinos que se hizo corta a tenor de lo que desembarcó Germán en Salamanca. Se nota que los astures beben más que los castellanos-leoneses, pero aún y con todo defendimos el pabellón.
¡A la pomada!

1.- San Esteban 2009
Elaborado con cabernet sauvignon, mencía y merlot en una proporción del 33%.
Crianza de 9 meses en barrica mita nueva y mitad usada, y un grado de 13,5%.

Cata:
Color picota de capa media. Limpio.
Inicio con notas de anchoas y salazón, notas de reducción, metálicos y apuntes de ligeros verdores que fueron dejando paso a la fruta roja, ahumados y ligeras notas tostadas muy bien integradas. En boca mantiene una buena acidez, tanicidad, potencia y frescura.


2.- San Esteban Viñas de Monte 2008
Variedades: 80% mencía, 12% cabernet sauvignon y 3% merlot. Edad media de las viñas 10 años. Densidad de plantación 3.800 cepas/Ha. Espaldera con doble cordón.
Suelos: arcilla roja, piedra y arenas graníticas.
Vendima manual realizada en la útlima semana de octubre.
Maceración prefermentativa entre 5 y 8 días a 10º C. Temperatura de fermentación 25-28º
Fermentación alcohólica en barricas nuevas de roble francés de 500 l., 225 l. y 228 l.
Crianza: 13 meses en barricas nuevas francesas de 500 y 225 l. Tostado medio.
Grado 13,5%.
Embotellado en febrero de 2008. Producción 5.500 botellas

Cata: Muestra en inicio notas de reducción (anchoas en salazón). En vista capa media, limpio y brillante, con una nariz en la que predominan las notas de fruta negra, tostados y minerales, apuntes florales y monte bajo. En boca se muestra una buena acidez y un paso de boca aterciopelado.

3.- La Mendañona 2008
Vino que toma el nombre de la parcela en la que nacen sus uvas, situada a más de 700 metros de altitud sobre un suelo atípico de arcilla roja.
Variedades: Mencía. Edad de las cepas 10 años. Densidad de plantación 3.800 cepas/Ha. Espaldera con doble cordón.
Vendima manual realizada en la útlima semana de octubre.
Maceración prefermentativa entre 5 y 8 días a 10º C con nieve carbónica. Temperatura de fermentación 25-28º
Fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble francés de 225 l. Tostado medio.
Crianza en barricas nuevas de roble francés de 225 l. y 500 l. durante 18 meses sin ningún tipo de trasiego.
Grado 13,5 %
Producción 2008: 1.500 botellas de 0,75 y 25 Magnum.

Cata: Picota de capa media con una nariz en la que predominan las notas de fruta negra y roja, tostados y ligero lácteos. Buena acidez y ataque, sedoso y largo con un retrogusto en el que las notas de nariz vuelven a imponerse.

4.- Rara de Raro nº 2 El Año del Desastre 2007.

Proyecto conjunto entre la diseñadora Marta Botas y Germán R. Blanco que surge en 2007 cuando en la Ribera del Duero tuvo lugar una helada tardía que arrasó gran parte del viñedo quemando la superficie foliar de miles de plantas impidiendo así acabar su ciclo de maduración. Unos días después encuentran en Baños de Valdearados (Burgos) unas cepas de excepción, centenarias y plantadas en pie franco que habían sido en parte afectasdas por la helada llegando a un acuerdo con el viticultor para que nos vendiera la uva a cambio de que les entregara las parcelas afectadas de forma independiente. Como dice Germán, «ahí nació la idea y germinó el gamberro que llevávamos dentro» preguntándose si sería posible «elaborar un buen vino con esas cepas de las que posiblemente surgiría un vino de baja graduación alcohólica y cromática, y además tendrían que soportar una gran carga de aromas herbáeos y vegetales si elaboraban bajo un esquema tradicional. Y ese era el reto, elaborar un vino de uvas que cualquier enólogo rechazaría, pero que una vez erminada se convirtió en algo único y quizá irrepetible.»

Elaborado con 100% tempranillo y con una crianza de 11 meses de crianza, 8 de ellos con lías. 12,5º %.

Cata: Picota de capa media-alta con lágrima viva. En nariz notas de toffe, chocolate, grafito y cedro. Apuntes lácteos, ahumados, cueros y notas balsámicas. En boca presenta buena acidez, algo secante.

5.- Rara de Raro nº 3 Calderage 2009.

Cata: Elborado con cabernet sauvignon presenta una vista color picota de capa media y lágrima fina. Notas liegaramente licorosas, mineral y humo, yogurt de fresa, fruta negra, tina de barro húmeda, aromas a ron de caña. Realmente camaleónico y sorprendente. En boca se muestra tánico, potente, secante y con buena acidez. No deja indiferente.

6.- Milú 2009 (D.O. Ribera del Duero)

Elaborado con tempranillo de cepas situadas entre 800-900 m y con menos de 30 años. Suelos mayoritariamente arcillo-calcáreos y arenosos. Realiza la fermentación maloláctica en acero inoxidable y la crianza 8 meses en barrica usada un mínimo de 4 o 5 años, 60% americana y 40% francesa. 13,2%.

Cata: Capa media y lárgima fina. Notas de fresa, reagliz negro, pétalo de rosa y mentolados. Boca ligeramente astringente, con buena acidez, pero al que le falta redondear. Promete y habrá que dejarlo redondear unos meses en botella.

7.- Quinta Milú La Cometa 2009 (D.O. Ribera del Duero)

Elaborado de viñedos situados en el pueblo de La Aguilara con suelos mayoritariamente arcillo-calcáreos y arenosos. 100% tempranillo con una graduación de 14%. La crianza la realiza en barricas nuevas de roble francés y americano de 500 l. y barricas nuevas de 225 l. y 228 l. de roble francés. Crianza de 12 meses sin ningún tipo de trasiego.

Cata: Picota de capa alta con lágrima fina que tinta ligeramente la copa, mostrando menisco carmesí. Aromas de fruta negra y roja -fresa-, tostados y nota lácteas. Con buena entrada en boca muestra un retrogusto freso y afrutado.

8.- Quinta Milú El Malo 2009 (D.O. Ribera del Duero) -prueba de barrica-.

Cata: Picota impenetrable con menisco carmesí. Precioso en vista. Lágrima que tinta la copa. Aromas de fruta negra, minerales, tinta china, tabaco y talco, chocolate.. Biuena acidez, sedoso, largo, con muy buen tanino, complejo.

9.-La Soledad 2007 (D.O. Ribera del Duero).

Elaborado con 100% tempranillo. Alguien lo definió como «una bestia parda», no tanto por el color, picota de capa alta, sino por su potencia aún sin domar. En nariz buenos aromas de fruta negra y roja, minerales, tostados y una boca astringente -sensación secante, de piel de castaña- que acaba machacada por su gran tanicidad.

10.- Areales (D.O. Arribes)

Como no queríamos que se fueran sin probar un vino elaborado por estos lares abrimos Areales 2006. Vino elaborado por la bodega Dos Ingleses en Las Arribes del Duero con uvas Juan García, Rufete, Tempranillo y Bruñal.

Cata: De color rubí capa media-alta. Notas de flores azules y fruta roja junto con notas especiadas de nuez moscada y pimienta y aromas de tofee, cacao y vainilla. Boca con un buen ataque y sensaciones aterciopeladas. En retrogusto vuelven las notas frutales, especiadas y los apuntes de cacao.

Cena:

Germán no elabora vinos blancos y la cena la íbamos a maridar con sus vinos por lo que nos centramos en un menú que pudieramos complementar por lo que empezamos con unas croquetas de boletus edulis y queso de cabra, seguimos con una ensalada de perdiz con emulsión de tomate; de pescado quisimos cambiar de los ya «presupuestos» pescados grasos al uso como el atún, la caballa, … y nos decidimos, asesorados por nuestra proveedora de Cedeira, por una albacora marinada sobre salteado de verduras, también llamado atún blanco, que sorprendió por su sabor y jugosidad. De carne servimos una brocheta de tacos de lomo de buey con pan de avellanas y su crema y para rematar una leche frita acompañada de espuma de arroz con leche y reducción de pedro ximenez.

Conclusiones:
Disfrutamos, sí ¡y de qué manera!. Fue una noche realmente intensa en la que el padre de las criaturas nos hizo partícipes de su filosofía para elaborar estos vinos. Me vinieron a la mente las mismas sensaciones que tuvimos cuando nos visitaron con sus vinos Chus Madrazo, Samuel Cano o Iñaki Gómez Legorburu para hablarnos de sus vinos, de sus creaciones, de sus hijos.
De los vinos, cada uno sacó sus propias conclusiones. Unos gustaron más que otros, unos estaban más redondos que otros, pero todos estaban marcados por un prácticamente homogeneo color -algo llamativo por las distintas zonas, uvas y métodos de elaboración-  y dotados de una clara personalidad que no dejaron indiferente a nadie.

Enrique IV dijo aquello de que «París bien vale una misa», y yo añadiría que un buen vino, bien vale una novena.

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