Aunque he de reconocer que la actividad se ralentiza y uno acaba siendo más un blogger «latente» y no es para menos si además uno se ha trasladado unos cuantos kilómetros desde la penillanura castellana para volver, como decía el precioso tango, al mismo destino desde hace 18 años: un pequeño pueblo no muy destrozado urbanísticamente en el SE de la península ibérica en el que disfrutar del mar, de su brisa, de su pescado y marisco capturado la noche anterior y de sus vinos -difíciles de conseguir en muchos casos- ya que el turista nacional siguie siendo madrileño y al del «foro» dónde esté un rioja que se quite un vino de Alicante. En fín, ellos se pierden disfrutar con la fresca y aromática moscatel de Alejandría o de la potente y sedosa monastrell excelente tanto en vinos tranquilos como en vinos de licor -¡prueben ustedes el Fondillón alicantino y descubran nuevas sensaciones!- o el poder conocer las nuevas elaboraciones de Rafa Bernabé con sus Viñedos Culturales sin olvidar su excelente Beryna del que uno está enganchado desde que lo tuvo en sus labios, sin dejar de lado a Enrique Mendoza -reconozco mi debilidad por su Chardonnay FB y por su Santa Rosa-, o Gandía Plá, Gutiérrez de la Vega, Murviedro, El Sequé, Heretat de Cesilia,…
En este caso no sigan el dicho de «donde fueres haz lo que vieres» y difruten del resultado obtenido gracias al trabajo y al esfuerzo de bodegueros y elaboradores amantes de su tierra.
Como podéis ver el post es más corto de lo normal debido a que los biorritmos en vacaciones se ralentizan… y eso se nota.
¡Salud y buen vino!
Cuando yo era pequeño e iba por allí…mmm… hará unos cinco lustros, que ya es, incluso entraban los pescadores caminando en el mar, desde la playa, con las redes extendidas hasta que el agua les llegaba al pecho. Volvían, entonces, a la playa y, recogiendo de manera calma la pesadez del arte de pesca, de ella salían unos peces de un tamaño para asustarse, si no fuera porque dentro del horno se les perdía el miedo 🙂
… yo me entretenía con los cangrejos. Iban más con mi tamaño de entonces (y con el actual)
Saludos,
Jose
José, ahora los pescadores van en pequeños barcos que ves faenar al atardecer. Mañana iremos a visitar a nuestra pescadera de confianza y veremos los frutos que nos ofrece el reino del dios Neptuno y colgaré fotos para sufrimiento de propios y extraños 😉
Hombre, en aquel tiempo también; que en aquel entonces pagábamos en pesetas, no en sextercios 😀 Eso de la pesca playera era sólo una de las formas que tenían de pescar y no a diario. Sólo de cuando en vez.
Saludos,
Jose
¡Ya me parecía a mi que no eras tan mayor! ;D
Disfruta de esas vacaciones y cuéntanos lo que creas de interés y tengas ganas. Todos (o la mayoría) andamos con este ritmo alterado del verano, pero siempre hay un minuto para unas líneas.
Así lo haré y eso que estando de relax uno entra en estado «zen» 😉