Siempre he tenido claro que cuándo me preguntaran qué tres cosas me llevaría a una isla desierta serían un pedernal -no tolero muy bien el sushi-, un arpón -que igual te sirve para pescar que para cazar- y una navaja suiza de esas mil usos, que igual te apañas para construirte un velero que para tallar un coco. Pero lo que más me ha preocupado es el saber si debía de dejar algún aviso para que pudiera ser localizado y al final se a quién dejárselo y el por qué.

Sí, ya se. Se preguntarán: ¿y todo esta declaración de intenciones a qué viene en un blog de vino y gastronomía?. Pues sí que tiene que ver, pero hagamos como los cineastas un flash back volviendo al día 26 de enero de 2011 en el que el grupo de enochalados de siempre se reunió en el Restaurante El Candil entorno a una cata de 5 champagnes y una «maldad», y al final descubriremos la razón de esta introducción.

Debido a razones de fuerza mayor la cata del mes de diciembre se pospuso al mes de enero. En ella íbamos a catar 5 champagnes y un espumoso, todos elaborados con chardonnay y pinot noir en distintas proporciones. ¡Pero vamos al turrón!

Champagne Diebolt-Vallois Prestige

Estilo: Con una clara tendencia hacia la exteriorización del potencial de la Chardonnay, mediante su envolvente percepción de madurez, más untuoso y pleno en toda su sensación gustativa.

Uvas: Chardonnay procedente de Cramant (Grand Cru)

Vinificación: Fermentación en acero inoxidable (maloláctica hecha), conservado en foudres de 4000 litros entre 1 y 3 años.

Vendimia: 40% del 2004 (2 años en fudres), 15% del 2005 (1 año en fudre), 15% del 2006 (1 año en fudre) y 30% del 2007.

Cata: Blanco pajizo. Burbuja fina y corona persistente. En nariz, notas de caliza, muy mineral, limpio de aromas, pero tal vez excesivamente lienal y monotemático ya que de inicio a fin de la cata las notas minerales no dejaron hueco a ningún aroma más. En boca mostraba una excelente acidez, largo y con un amargor final que te incitaba a consumirlo. Lástima que la sensación fuera de estar con una tiza en la boca.

Champagne Diebolt-Vallois Millésime 2004

Los Champagnes millésime de Diebolt-Vallois son un referente en la Côte de Blancs por su extraordinaria viveza que mantiene a lo largo de los años. Su elaboración es muy tradicional, vinificando en cubas de acero inoxidable termoreguladas. Realizan la maloláctica y son filtrados, envejeciéndose en la cava hasta el momento de degüelle, siendo ofrecidos al mercado después tras unos meses de reposo.

La añada 2004 se considera bastante joven dentro del concepto de la bodega, pero su juventud no impide que exprese muy bien el terroir de donde procede.

Cata: De color amarillo pajizo, como su hermano, presenta una burbuna menos viva que el anterior champange. En nariz notas de manzana asada y tiza -marca de la casa-. Al menos en este los componentes frutales rompían la monotonía olfativa. En boca muestra un paso graso y untuoso con una buena acidez y elegante recorrido.

Champagne Paul Bara Millésime 2002

En el corazón de las colinas de Bouzy, desde 1833, se encuentra la Maison Bara. 176 años de historia de la misma familia al frente de la Maison transmiten una savoir faire extraordinario que se va preservando a lo largo de las generaciones.

Son champagnes con un estilo más clásico en la región, quizá algo más aristocráticos y maduros que otras opciones, pero no carentes de elegancia ni de personalidad.

Los Millésime de la bodega solamente se elaboran en los años excepcionales para la Pinot Noir ya que es esta uva la que se encuentra en mayor proporción en estas cuvées.

En el caso del 2002: 90% Pinot Noir, 10% Chardonnay; con 8 gramos/litro de dosage.

Cata: De tonalildad amarilla pero con esas irisaciones cobrizas que le aporta el pinot noir. Burbuja fina y viva. Notas de manzana asada, un punto de mineral y compota de membrillo. Excelente acidez y de momento el más complejo de todos, y con mejor estructura.

Champagne Tarlant  Rosé Zero Brut Nature

Desde 1687, Pierre Tarlant y sus hijos han cutivado viña en Champagne. Es a partir de Alexis Théodore (1842-1928) cuando se elaboran los primeros vinos blancos y tintos para clientes de la región.

En 1928 Louis Adrien Tarlant crea su primer champagne: Cuvée Carte Blanche. Posteriormente, George Louis y su hijo George consiguen darle una cierta dimensión a la bodega, y a la vez Jean-Mary lleva a cabo un incremento de la extensión de la viña familiar.

En la actualidad es Benoït Tarlant quien lleva las riendas de la bodega desde hace seis años, consiguiendo champagnes con un estilo muy personal ya que NO realizan la maloláctica.

En el caso del Rosé, es un vino de la añada 2005 junto a vino de reserva. Lleva 85% Chardonnay y 15% Pinot Noir de terruños con bastante tiza, arena y caliza. Sin dosage

Cata: De tonos cobrizos -parece el reflejo de un caldero pulido de cobre- con una burbuja fina y viva. Limpio y brillante. Algunos participantes lo definieron como piel de cebolla, aunque en mi opinión, por su brillo, le va más la definición cobriza. En nariza tiene inicialmente notas de reducción que nos abandonan con la aireación en copa dando paso a notas minerales. En boca lo encontramos de corto recorrido, aunque mantiene una muy buena acidez.

Champagne Pierre Péters Cuvée Spéciale 1998 Blancs de Blancs – Grand Cru

Viticultores desde 1858 con 2 hectáreas en la zona de Mesnil-sur-Oge, pasan a ser elaboradores desde 1919 año en que se empieza a comercializar la marca bajo el nombre de Camille Peters.

En 1920 Camille Péters adquiere 2,5 Ha. del pago de Les Chétillons

En 1944 Camille muere y pasa a ser Pierre el que se hace cargo de la bodega, lanzando en 1946 la primera añada de la bodega bajo el nombre de Pierre Péters.

De 1967 a 2008 se amplía la superficie de viñedos hasta las 17,5 Ha. con el fin de asegurar el crecimiento de sus ventas tanto en el mercado interno como en el exterior.

En 2009 se produce una pequeña revolución dentro de la bodega bajo la dirección de Rudolph Péters al lanzarse al mercado la cuvée «Rosé for Albane» ya que siempre se habían producido champanges blanc de blancs.

El champagne Pierre Péters CS Blanc de Blancs está elaborado con uva 100% chardonnay procedente tres parcelas de viñas viejas de más de 45 años del terruño Les Chétillons, situado en Mesnil-sur-Oge. Cada parcela se vinifica por separado y luego se produce un “assemblage” para elaborara un “mono-cru millesimé”.

La  La mineralidad de nuestros suelos, con afloramientos de piedra caliza, se expresa plenamente en esta cosecha de Chardonnay, cosecha que sólo se produce en grandes años.

Elaboración:

Vendima relizada a mando y con suaves prensados. Las fermentaciones se realizan en pequeños tanques de acero inoxidable a temperatura controlada y su contenido está claramente identificado con la referencia a su terroir, y sus parcelas.

Criado sobre lías, son catados regularmente con el fin de asegurar su evolución y preparar el assemblage de las diferentes cuvées, y en el caso de las millésimes se elaboran con los mejores crus y en añadas excepcionales.

Realizan una segunda fermentación en botella, pasando un largo período de maduración hasta su degüelle y enchorchado final.

Cata: Amarillo dorado, con burbuja fina y viva. Intenso en color. En nariz ligeras notas de reducción que deseparecen en copa. Apuntes de maní tostado, toffes, punta de manzana asada, minerales. En boca se muestra cremoso, untuoso, elegante, largo, con una excelente acidez y complejidad. Realmente fue el que nos enamoró a todos.

Y llegados a este punto, alguien se preguntará ¿y la «maldad»?. Bueno pues colocamos envuelto en papel albal otra botella para que nuestros amigos se enfrentaran en cata ciega a otro espumoso que resultó romper esquemas y más después de los champagnes disfrutados y del Pierre Péters CS 98 aclamado.

Colet-Navazos Reserva 2006 Extra Brut

Ha tenido una muy prolongada crianza en rima, de 41 meses. Es absolutamente seco, con prácticamente cero de azúcar residual. El vino base está dominado por el Chardonnay y el aporte sureño le confiere un sutil pero personalísimo aire de levaduras de flor.

Cata: Amarillo con burbuja fina. Notas de manzana y levadura en flor, aunque con el paso del se nota el predominio de la chardonnay. Corto de aromas. Muestra muy buena acidez aunque nos pareció demasiado seco en boca.

Y al final, volviendo al inicio les descubro a quién le dejaré las coordenadas de mi isla desierta, no pudiendo ser más que a mi buen amigo Victor Cardona Talens – importador de Pierre Péters- para que me envíe de vez en cuando -a ser posible un par de veces al año y a gastos de envío pagados- algunas cajas de Pierre Péters CS Les Chatillons por dos razones: una obvia, bebérmelo y otra personal ,ya que siempre me ha hecho ilusión mandar botellas de náufrago y que mejor que hacerlo con la de mi champange favorito.

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