Nada mejor que ponerse a relatar la crónica de una magnífica vertical de Pintia desde sus inicios, allá por el año 2001, hasta la última añada, 2008, aún no salida al mercado, que el día en que el Padre Putas cruza el río Tormes volviendo cargado de meretrices bajo cánticos de tunos y anunciando el fin de la cuaresma. Eso sí, acompañado de una copa de buen vino y un trozo de hornazo.

De pequeño me contaban en catequesis de los peligros del Mundo, el demonio y de la carne. De los dos primeros lo tenía claro, pero no supe hasta mi adolescencia que no se referían a un filete de ternera de Morucha, precisamente.  ¿Qué quién es el Padre putas y el hornazo?. Bueno esa es otra historia que contaré otro día o que en todo caso pueden aclarar utilizando los buscadores que nos da la red.

Teníamos marcado en el calendario que el día 27 de abril -y sin saber que se iban a enfrentar Barça y Real Madrid de la semifinal de Champions- nos reunimo el grupo de enochalados de siempre en torno a la mesa -larga por cierto- de 8 botellas, 8, de la Bodega Pintia en el Restaurante El Candil.

Había espectación -por la cata más que por la Champions, que somos gente seria-. No en vano es una de las bodegas del grupo Vega Sicilia y contábamos con todas las añadas gracias a la amabilidad de la bodega, y más concretamente de Xavier Ausás, en facilitarnos la añada 2001 -de la que no teníamos botella- y enviarnos como primicia una muestra de la última, 2008.

Como introducción comentar que la bodega está incluida dentro de la D.O. Toro y empezó produciendo 40.000 botellas, pasando a embotellar en la actualidad alrededor de 220.000. El clima es continental con influencia oceánica ténue y con grandes oscilaciones de temperatura con veranos calurosos y muy secos junto a precipitaciones de entre 350 y 400 mm/año, y temperaturas medias anuales de 12,5ºC, propiciando unas buenas condiciones de sanidad vegetal y asegurando una adecuada maduración sacárica y polifenólica de la uva.

Los suelos están formados sobre depósitos aluviales en el cuaternario, formando parte en buena medida de terrazas altas del río Duero con acumulaciones arenosas en superficie que facilita la precolación del agua y arcillas con cantos cuarcíticos en profundidad que actúan como reserva de agua para asegurar una buena nutrición y fisiología de la planta a lo largo del ciclo vegetativo.

El equipo técnico está encabezado por Xavier Ausás López de Castro, como Director técnico, y a la vez tambén responsable técnico de Vega Sicilia. Junto a Xavier mencionar a Begoña Jovellar, licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Salamanca y en Enología por la Universidad de Valladolid, y que desde 1998 forma parte del equipo técnico de Bodegas Vega Sicilia.

Pero vamos a la pomada, ya que la velada fue intensa, en la que se recató y en la que hubo algunas sorpresas. No se decantaron ninguna de las botellas salvo la añada 2008, que se aireó hora y media antes. El servicio de la cata fue por tandas de 4: 2001-2004 y 2006-2008 con un intervalo de una hora aproximadamente entre ambas.

Pintia 2001. 100% tinta de Toro con una edad de entre 25 y 45 años.

Vendimia: se comenzó el 26 de septiembre con tiempo bueno.

Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 13 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2004).

Producción: 79.950 botellas bordelesas, 60 Magnums y 19 Doble Mágnums.

Cata: Muestra un precioso color picota de capa media-alta con una lágrima fina y viva. Presenta depósitos. En nariz muestra aromas limpios de fruta roja, tabaco, cueros y regaliz. La boca se muestra viva y fresca aún, con notas de tanicidad que recomiendan más guarda. Buen ataque y excelente recorrido. Nos sorprendió la vivacidad del primero de la tarde.

Pintia 2002. 100% tinta de Toro con una edad de entre 25 y 45 años.

Vendimia: se comenzó el 26 de septiembre con tiempo inestable.

Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 13 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2005).

Producción: 104.000 botellas bordelesas, 60 Magnums y 16 Doble Mágnums.

Cata: Picota de capa media-alta. Lágrima viva y menisco ligeramente atejado. En nariz notas de reducción que necesitan de aireación y dan paso a fruta negra, tabaco, cáscara de naranja y chocolate. En boca muestra un buen ataque, fresco, sedoso y con una tanicidad terrosa. Realmente elegante en boca mateniendo intensidad y recorrido.

Pintia 2003. 100% tinta de Toro con una edad de entre 25 y 45 años.

Vendimia: se comenzó el 16 de septiembre. La vendimias más temprana de nuestra bodega.

Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 14 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2006).

Producción: 134.652 botellas bordelesas, 948 Magnums y 78 Doble Mágnums. Se observa un salto cuantitativo importante en la producción.

Cata: Mantiente la capa e intensidad de sus hermanos mayores. Lágrima fina y densa. Limpio. En nariz notas de fruta negra, tostados, tabaco, cáscara de naranja, ligeros verdores, toque de tinta china y caucho. Apuntes licorosos. En boca se muestra tánico, astringente, largo, pero de momento el más agresivo.

 

Pintia 2004. 100% tinta de Toro con una edad de entre 30 y 50 años.

Vendimia: del 21 al 26 de septiembre con muy buen tiempo.

Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 14 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2007).

Producción: 159.000 botellas bordelesas, 1.621 Magnums y 155 Doble Mágnums.

Cata: Picota de capa alta. Lágrima fina. De momento se muestra una clara homogeneidad en todas las añadas respecto al color. En nariz notas de rebotica, tabacos, minerales y tinta china. En boca se muestra sedoso, con buena acidez, notándose más los apuntes lácteos y con un recorrido medio.

Pintia 2005. 100% tinta de Toro con una edad de entre 30 y 50 años.

Vendimia: del 21 al 26 de septiembre con muy buen tiempo.

Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 14 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2008).

Producción: 159.000 botellas bordelesas, 1.621 Magnums y 155 Doble Mágnums.

Cata: Picota de capa media con lágrima lenta y fina. En nariz despliegue de aromas: fruta roja y negra, lácteos, tostados finos, regaliz negro, minerales, ceniza y mentolados. Limpio. En boca se muestra impresionante. Con estructura, potencia y terrosidad. Claramente le falta botella, pero tiene una marcada personalidad. Como decimos los taurinos ¡no hay quinto malo!

En esta fase de la cata aparecen las primeras divisiones entre el 2001 y el 2005, como conjunto, y la excelente boca del 2002.

Pintia 2006. 100% tinta de Toro con una edad de entre 35 y 55 años.

Vendimia: Teniendo como antecedente un verano muy caluroso y debido a un ciclo sin heladas y largo, la vendimia comenzó el 4 de septiembre y terminó el 13 del mismo mes.

Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 13 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2009).

Producción: 222.098 botellas bordelesas, 3.000 Magnums y 210 Doble Mágnums y 11 Imperiales.

Cata: En vista se muestra «clónico» con sus hermanos mayores. En nariz apuntes de fruta negra, tostados, balsámicos y tinta china. En boca se muestra algo más licoroso que el 2005, cerrado, y más que goloso, empalagoso, defraudando en boca. Se preguntó por la cantidad de glicerol existente en esta añada, pregunta que traslado a la bodega.

Pintia 2007. 100% tinta de Toro con una edad de entre 40-60 años.

Vendimia: Empezó el 24 de septiembre y finalizó el 13 de octubre. A señalar que a mitad de vendimia llovió por lo que se ralentizó dicha labor.

Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Crianza en barrica nueva 70% Nevers y 30% Americano durante 12 meses. Resto de crianza en botella hasta su venta en 2010.

Producción: 218.100 botellas bordelesas, 3.120 Magnums, 225 Doble Magnums y 22 Imperiales.

Cata: Bonita vista, picota capa alta, tintando ligeramente la copa y con una lágrima fina y densa. En nariz yogur de fresa, café fruta negra. En evolución va desapareciendo la fruta dando paso a las notas de crianza, vainillas y tostados con algún apunte de caucho. En boca muestra buena acidez, potente, goloso, con buen recorrido, pero obviamente, falto de botella. Para algunos fue considerado como el más Toro.

 

Pintia 2008.

Aquí no podemos aportar datos de vendimia, elaboración y producción ya que no los tenía aún la propia bodega realizados.

Cata: Impresionante capa alta con un menisco cardenalicio. Lágrima fina y densa. Limpio y brillante. En nariz predomino de las notas de crianza sobre una fruta negra escasa. Notas de tostados, vainillas, tinta china y apuntes de caucho. En boca, como era de esperar, nos encontramos con un «potro» sin domar, pero con potencia y buenas hechuras. Falto de botella y de ensamblarse para llegar a ser un vino conjuntado. Tiempo al tiempo.

Y eso dio de si la cata, aunque podemos establecer una serie de conclusiones:

 

  1. La homogeneidad del color en los vinos en todas las añadas, con pequeñas variaciones.
  2. El buen equilibrio entre acidez, alcohol y tanicidad.
  3. El buen recorrido que tienen en botella. Son vinos indudablemente que pueden guardarse más de 10 años sin problemas como muestra la añada inicial, aún viva y con recorido en el tiempo.
  4. Se cuestionó si son vinos que pueden considerarse representantivos de Toro o tienen una personalidad propia dentro de la D.O. ¿Podemos hablar de vinos de pago Pintia?.
  5. Como añadas para ser disfrutadas ya, sin duda la 2001 en su conjunto, la 2002 por su excelente boca y la 2005, con potencia aún. El resto darán sus mejores notas con algo más de tiempo, algo por lo que ha apostado también la propia bodega al retrasar un año más la añada 2008, decisión que nos parece consecuente y positiva.

Y como no sólo de vino vive el hombre y somos de los que estamos a favor de darle culto al cuerpo, acompañamos el final la velada con una ensaldad de gulas y gamba, un flan de farinato y una brocheta de pluma con chutney de higos para obligarnos a realizar más ejercicios de barra.

¡Qué ustedes disfruten con este final de Cuaresma!

Las fotos son propias, de Bodegas Pintia y de la publicación Viajes & Vinos

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