En la última cata del enolobby charro se proponen los futuros temas o catas a realizar y entre ellas se encontraba la de realizar una sobre vinos canarios, vinos realmente desconocidos a este lado del océano. Dicho y hecho me puse en contacto con dos buenos amigos en Santa Cruz de Tenerife -y sin los que huberia sido imposible la cata- Santiago Yanes y Teresa León San Segundo, grandes aficionados y conocedores de los vinos que se elaboran en las Islas Afortunadas, proponiénodme una cata sobre elaboraciones de la isla de Tenerife.
A partir de ahí y buscando información sobre la viticultura de la isla descubres la riqueza y complejidad que se encuentra en una tierra en la que con apenas 5.000 Ha de terreno dedicado a la elaboración de vino, existen cinco denominaciones de origen (Tacoronte-Acentejo, La Orotava, Icoden Daute Isora, Abona y Güimar), diferenciadas por su orientación y posicionamiento frente a los vientos alisios (barlovento o sotavento), suelos, sistemas de emparrado (en rastras, cordón trenzado, parrales altos,…), castas (verdello, malvasía, listán blanco y negro, gual, marmajelo, vijariego, negramoll, tintilla,…) y que a su vez dan lugar a vinos diferentes a los que la personalidad marcada por los distintos elaboradores los hacen únicos.
La verdad es que daría para escribir, no un post, sino unos cientos el hablar de los vinos de las Islas Canarias en general y de la Isla de Tenerife en particular, pero nos vamos a centrar en las 6 elaboraciones seleccionadas de ésta última en una cata que dio mucho de sí con debates sobre unos vinos entre los que habría que diferenciar aquellos plenamente disfrutables y otros en los que su consumo en un restaurante sería de difícil realización al tener un tiempo de aireado muy prolongado.
Pero como veo que algunos estáis ya sin uñas o con el mechón de pelo enrollado en el dedo pensando en qué momento pasará a describiernos los vinos, paso a ello.
Los vinos
1.- Blessed 2001. 100% Verdello. 12,5% (Toma el nombre de de la traducción en inglés del adjetivo Afortunadas).
Elaborador Pablo Betancort (Viñedos y Bodegas Aguere). Suelo rústico de origen volcánico. Franco arcilloso. Rendimiento 1,5 Tn/Ha. Por cierto, las etiquetas son de sus hijas.
Elaboración: Despalillado y estrujado, con 48 h. de maceración en frío. Fermentación espontánea (levaduras indígenas) a temperatura controlada y mecido sobre lías finas en depósito de inox durante 90 días. 600 unidades.
Cata:
De color amarillo pajizo y menisco alimonado. Limpio y brillante. En nariz notas de fruta amarilla, punto anisado, salino y con notas cítricas y de panadería. Toque mineral y notas de flores blancas y lichi. En boca tiene buena acidez, volumen y fuerza. Goloso, fresco y con una retro en la que las notas salinas y de fruta amarilla predominan con un ligero amargor final muy agradable.
2.- Contiempo 2010. 100% Malvasía aromática. 14,5%. D.O. Valle de Güimar.
Elaborado por Arca de Vitis Bodega. Se redondea sobre lías en depósito de acero. Crianza en botella borgoñona de al menos 6 meses. 1.338 botellas.
Cata:
De bonito color amarillo acerado con reflejos verdosos y apuntes metálicos. Lágrima densa y limpio. En nariz a pesar de haberse jarreado se muestra muy cerrado. Viendo cómo evolucinaba lo dejé en copa durante las tres horas que duró la cata y hasta el final de la misma no se observaron ligeras notas ahumadas con apuntes cítricos y minerales. En boca es un vino potente, salino, untuoso y largo, pero difícil de disfrutar. Se comentó por algunos miembros del grupo si tal vez el tiempo sobre lías hubera sido excesivo ya que su evolución no fue la esperada.
Desde luego el nombre le viene al pelo, puesto que si son necesarias más de tres horas para disfrutarlo habría que abrirlo con mucho tiempo y aquí se abrió el debate sobre si puede considerarse un vino con el que se pueda acompañar una comida o es un vino más de cata.
3.- Suerte del Marqués Blanco Barrica 2011 (D.O. Valle de la Orotava). 75% Listán Blanco y 25% Vidueño (Gual, Marmajuelo, Baboso blanco, Albillo Criollo, Vijariego blanco y Verdello). 13%.
Elaborado por Soagranorte S.L. de cepas centenarias plantadas a pie franco de Listán blanco y de cepas de 15 años del Vidueño.
Crianza en sus propias lías durante un período mínimo de 6 meses en barricas de roble francés de 500 l. 50% nuevas 25% de un año y 25% de dos años. 50% Allier, 25% Nevers y 25% Centre.
Cata:
Color amarillo con menisco dorado. De gran intensidad. Limpio. Untuoso. En nariz notas de frutos secos, vainillas, tostados, apuntes marinos, madreselva, pan tostado, notas minerales, salinos, hinojo y yodo. En boca muestra buena acidez, pero está aún muy presente la crianza en barrica mostrándo sensación astringente.
Vino con buenas trazas y proyección aunque le falta tiempo en botella para dar lo mejor de sí.
4.- Suertes del Marqués Candio 2010 (D.O. Valle de la Orotava). 100% Listán negro de viñas de más de 80 años. 14,7%
Fermentación alcohólica: crianza en barricas abiertas de roble francés con un 75% de raspón. Maceración de 30 días mediante bazuqueos manuales diarios.Fementación maloláctica en barricas de roble francés de 500 l. nuevas 60% Allier y 40% Vosgues. Crianza de 16 meses en barricas de roble francés de 500 l. nuevas.
Cata:
Picota de mensico rubí y capa baja. Limpio. En nariz notas ahumadas, fruta negra madura, minerales, torrefactos, incienso, ligeros verdores que no molestan y le dotan de ciertor frescor, cacao. Complejo. En boca muestra buena acidez, pelín cálido, sedoso, con buena estructura y cuerpo. Buen recorrido y un ligero toque de amargor que no molesta. Elegante.
5.- Domínguez Selección negramoll 2008 (D.O. Tacoronte Acentejo). 85% negramoll, 10% tintilla y 5% listán negro. 14,1%
Elaborado por Bodega Domínguez Cuarta Generación. Vendimia a mano y maceración preferementativa en frío durante dos días. Fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble americano (60%) y húngaro (40%) durante 7 meses.
Cata:
Color picota de capa media. En nariz notas desconcertantes de reducción pasando de olores desagradables a notas de hierro oxidado. Aireación, necesita más aireación. También fue jarreado al igual que los vinos anteriores, salvo Blessed, y se mantuvo en copa las tres horas de la cata.
Se comentó la existencia de problemas con una barrica reutilizada, pero al indicar en la ficha el uso de barricas nuevas, se descartó. Al final se observa una mejora en el vino aportando notas de frua negra, chocolate y apuntes minerales y salino. En boca muestra un buena acidez, recorrido y estructura.
Podemos definirlo como mister Jekyll y mister Hyde ya que sufre un proceso de transformación a lo largo del tiempo que lo mejora.
6.- Viñátigo 2008 (D.O. Ycoden Daute Isora). 100% tintilla. 14%
Elaborado por Bodegas Viñátigo en la finca Los Pedregales-El Palmar- Buenavista del norte a una altitud de 700 m.
Vendimia manual con despalillado y macerado durante 10 días en depósitos de 5.000 l. a 26º. Crianza en barricas de roble Allier durante 24 meses.
Cata:
De color garanate con menisco ligeramente atejado. Limpio. En nariz notas de fruta madura, grosella y fresa ácida, naranja sanguina, clavel turco, azucar tostada, cominos y tomillo. En boca muestra buena acidez aunque se nota cierta calidez. Largo y con un retro en el que predomina la fruta madura y las notas de cacao y especias. Goloso.
7.- Los Almacenes Reserva 1997. Lanzarote. 14%
Aportado por Antonio, miembro del grupo, como curiosidad por ser un vino que se elabora al igual que en el siglo XVI y del que apenas he encontrado referencias, parece ser que es un vino fortificado al estilo de los vinos oportos -tal vez al ser los portugueses los que iniciaron la viticultura en las islas venga de ahí este tipo de vino.
En vista presenta un color rubí atejado. Untuoso en agitación. En nariz, notas golosas, apuntes «generosos», y aromas de miel y pasasa. En boca se muestra falto de estructura, plano. Podemos decir que «fluye» sin apenas retronasal.
Conclusiones:
La verdad es que en el conjunto de la cata podemos decir que hubo tres clases de vinos: los más inmediatos (Blessed ’11 y Candio ’10); camaleónicos que se iniciaron muy cerrados, pero a lo largo de la cata dieron paso a una evolución positiva (Domínguez ’08 y Viñátigo ’08) y aquellos que o estuvieron cerrados durante toda la cata sin apenas evolución y por lo tanto sin apenas aportación (Contiempo ’10) o les falta evolución en botellas y tampoco dieron todo lo que se esperaba aunque apuntan buenas manera a futuro (Suertes del Maruqés FB ’11).
En conjunto prácticamente todos tienen dos elementos en común: la salinidad y las notas minerales en mayor o menor medida.
Con todo la cata dio de sí debates sobre la complejidad de los vinos, sistemas de emparrado -por su curiosidad- y sobre la dificultad de disfrutar con algunos de ellos al necesitar largo tiempo de aireación en el caso de que sean solicitados en restaurante.
Después de conocer que las islas cuentan con 21 variedades de vid a nivel mundial dejo la puerta abierta para seguir disfrutando y descubriendo elaboraciones de las «Fortuantae Insulae».
Como siempre nuestro anfritrión Toño, viéndonos exhaustos tras tanta concentración y ante tanto debate nos deleitó con algunos platos de su cocina y de los que me gustaría destacar su «albóndiga de morucha y cerdo ibérico con bola de melón y cama de pisto» y la «lasaña de perdiz escabechada con bechamel de Torta del Casar». ¡Seguimos dándole culto al cuerpo! ¡Salud!
Todo un mundo el del vino en Canarias y tan poco conocido aquí… Confieso poca experiencia, pocos probados, pero no he encontrado todavía uno de esos de dejarme con la boca abierta. En breve nos enfrentaremos aquí a unos cuantos. A ver si en esta ocasión…
Por otra parte, lo que comentas de los vinos que requieren mucho tiempo para su disfrute es algo que alcanza a muchos. Un trabajo difícil para un sumiller a la hora de seleccionar una carta y un desafío para los aficionados. Muchos vinos son juguetones, son como personas, necesitan tiempo, tienen sus momentos. Tienes que abrirlos en casa, no necesariamente para comer, ir, volver, olvidarlos incluso y volver a encontrarlos. Cuesta tratar con ellos pero también suelen ser de los que dan más satisfacciones.
Un mundo fascinante, sorprendente por la cantidad de vinos y como no, la calidad de los mismos. No conozco los vinos canarios, sólo de oídas, va a ser cuestión de organizar un viajecito y probar!!!!! Un muac