Aseginolaza & Leunda
La verdad es que no hay nada más agradecido que el contar con buenos amigos (¡gracias Dani Corman! -alma pater de https://www.essenciawine.com-) ya que cuando les propones que te «iluminen» con lo que ellos consideran iniciativas que hay que tener en consideración, te envían vinos como este Aseginolaza & Leunda Cuvée 2018 proveniente de una zona un tanto olvidada y a la sombra de zonas como La Rioja o Aragón que hacen de ella una gran desconocida. Sí, estamos hablando de Navarra.
Aún recuerdo cuando en el 2001 una de las bodegas punteras de la DO Navarra, Bodegas Guelbenzu, abandonó el paraguas de la denominación para evitar el encorsetamiento que tal participación le producía y provocar un auténtico tsunami en la zona.
¡Qué las cosas están cambiando!, no cabe duda, aunque aún deseo que haya más exposición a pie de consumidor para disfrutar con las propuestas de Viña Zorzal, LMT Wines, Artazu, Unsi, Emilio Valerio o Domaines Lupier, por resaltar algunas.
Pero vayamos a los protagonistas de la historia.
Jon y Pedro.
Como bien dice Luis Gutiérrez, Aseginolaza & Leunda, no es un nombre fácil para memorizar y, si estamos fuera de nuestras fronteras, de pronunciar, pero así lo han decidido y si hay que apuntárselo para no olvidarlo, se apunta.
Son los apellidos vascos de Jon Aseginolaza y Pedro M. Leunda, biólogos que centraron en el 2016 el inicio de un proyecto asentado en San Martín de Unx (Navarra).
Trabajan unas 4 ha. en total provenientes de pequeñas parcelas de viñas mayoritariamente viejas de Garnacha, Viura, Tempranillo y Mazuelo/Cariñena situadas en los pueblos de Dicastillo, San Martín de Unx, Berásoain, Azagra, Allo, Artazu, Muruzabal y Olite.
La uva de este Cuvée procede de parcelas situadas en Muruzabal y Azagra, Navarra. Viñedos de cepas viejas en vaso y secano, sobre suelos pobres y pedregosos con presencia de arcillas y limos.
Aseginolaza & Leunda Cuvée 2018
La Cuvée 2018 contiene aproximadamente un 75% de Garnacha del norte (Muruzabal) y del sur (Azagra) y un 25% de Mazuelo (también conocida como Cariñena) del sur. 14,5% vol.
Fermentación alcohólica con levaduras indígenas en depósitos de acero inox de la uva despalillada. Durante la fermentación se realizaron bazuqueos diarios de forma manual. Prensado manual y trasiego a depósitos de acero inox donde realizó la fermentación maloláctica.
Crianza en barricas usadas de roble francés durante 6 meses. Vino sin filtrar, clarificado por decantación natural. Sin aditivos, excepto dosis mínima de sulfuroso.
En septiembre de 2019 se llenaron 1.441 botellas y 100 magnums.
Cata:
Atractivo color picota con ribete carmesí. Capa media-baja. Lágrima fina y lento. LImpio y brillante.
Aromas marcados por la fruta negra, aportes balsámicos y regaliz junto con sensaciones minerales y especiadas.
Boca con buena acidez. Muestra volumen y un tanino goloso aunque aún rugoso, pero sin molestar. Fresco y con buen recorrido. Redondo y fácil de beber.
Retronasal en la que los aportes de fruta y las notas sutiles de toque balsámico vuelven a salir. Rico, en perfeto equilibrio acidez-alcohol y con una sensación de que el vino mejorará aún más en botella.
Bueno, si les apetece y desean descorchar un buen vino, y no tienen nada en mente, les propongo que descubran este trabajo de Jon y Pedro que a mí me ha gustado y con el que he disfrutado.
Y si tienen a bien comentar sus impresiones, ya saben que están en su blog.
¡Salud y buen vino!
Comentarios del personal