por elbaranda | Oct 21, 2011 | Uncategorized
La verdad es que nos enfrentábamos por primera vez en una cata los vinos de Barolo, o mejor dicho, que íbamos a disfrutar por primera vez de las elaboraciones realizadas con la uva nebbiolo en los cinco territorios «top» de la denominación: La Morra, Barolo, Serralunga, Castiglione Faleto y Monforte, … y la experiencia fue más que grata, sorprendente. Pero vamos por el principio…
1.- ¿Dónde está el territorio de Barolo?: El territorio se extiende a lo largo de 11 municipios dentro de la región del Piamonte y son 5 los grandes, ya mencionados. Cada uno de ellos está dividido en pagos que a la vez pertenecen a varios propietarios. En la actualidad hay 184 pagos denominados «menciones geográficas adicionales» que en España serían denominados «pagos» y en Francia «climats».
A diferencia del sistema francés, un «cru» no denota una viña de una calidad superior, sino que sencillamente se trata de un vino de puro nebbiolo procedente de esa zona. Si se añade la palabra «Vigna…» con el nombre de una parcela en particular, queda aún más claro el origen geográfico de vino: viña pequeña dentro del pago más amplio, y en este caso se restringe aún más el rendimento permitido de 8.000 kg. a 7.200 kg. de uva por ha.

2.-La uva: nebbiolo.
La primera mención de un vino producido con uva nebbiolo data del año 1268 y se trató de un vino llamado nibiol en el pueblo de Rívoli, cerca de Turín.
Su nombre proviene de la palabra nebbia, niebla, la que se postra sobre las colinas de la región del Langhe, en el noroeste de Italia y en las estibaciones de los Alpes durante el otoño.
Cepa caprichosa que tiende a madurar muy tarde siendo susceptible a las plagas y a la podredumbre y de gruesa piel que se traduce en vinos con una fuerte presencia de taninos y profunda intensidad cromática, aunque su seña de identidad es su gama de aromas que van de notas a rosas, violetas, alquitrán, trufas o regaliz.

3.- Los vinos de Barolo.
Para Juancho Asenjo «no existe otro vino en el panorama internacional, a excepción del borgoña tinto, que sea tan difícil de comprender…residiendo la grandeza del barolo en el terruño».
Los vinos que se producen con la uva nebbiolo podemos distinguirlos en nebbiolos de consumo inmediato y nebbiolos tradicionales con una capacidad de mayor envecimiento.
Los primeros muestran una tonalidad más vivaz con tonos magenta y hasta púrpuras intensos pudiendo semejarse a un syrah jóven, pero con una mayor intensidad aromática y frutosidad. Los nebbiolos tradicionales ofrecen tonalidades más abiertas (granada, arcilla), así como una mayor variación entre el centro de la copa y el menisco, éste ya con notas anaranjadas o atejadas.
Los aromas del nebbiolo pueden ser interminables que evolucionana a lo largo de la cata: Aromas de frutas como la cereza, granada, ciruelas y zarzamora, tierra húmeda, bosque, minerales, tabaco, castañas o trufas.

4.- Los elaboradores.
a) Argumentos tradicionalistas: Defienden el barolo como un vino para envejecer y de guarda, una vendimia con uva muy madura, altas temperaturas de fermentación, maceraciones en contacto con los raspones y crianzas largas y reposadas en grandes toneles generalmente de castaño, generalmente de Eslavonia, que podían durar años (hasta 12 años y ninguno en botella) para conservar la tanicidad propia del barolo y su poderosa estructura, pero dando lugar a vinos secos y faltos de frutosidad.
En esta tendencia se encontrarían bodegas como Elio Grasso, Pio Cesare, Aldo Conterno o Giuseppe Mascarello, entre otros.
b) Argumentos innovadores: A comienzos de los 80 del siglo pasado surge una corriente contestataria que comprendía la utilización de la barrica de roble francés en vez de la botte (tonel), maceraciones más cortas, temperaturas de fermentación controlada en depósitos de acero inoxidable rotatorios sin la utilización del raspón, menos tiempo de crianza en barrica y un paso de crianza en botella con el fin de suavizar y redondara el vino. Rendimientos más bajos y adelanto de la vendimia antes de que se produjera la sobremaduración consiguiendo vinos con menos tanicidad y más frutales.
En esta tendencia se econtrarían entre otros bodegas como Gaja, Sandrone, Voerzio o Scavino.
Pero, aún existiendo bodegas definidas en cada una de las tendencias, la realidad es mucho más compleja ya que hay elaboradores «innovadores» que utilizan grandes toneles o elaboran con barricas usadas, y elaboradores «tradicionales» que utilizan fermentadores giratorios, depósitos de acero inoxidable con control de la temperatura, rendimientos más bajos o uso del roble francés o ruso.
Como curiosidad la Denominación de Origen obliga a que los barolos calificados como Barolo tengan un envejecimiento mínimo de 38 meses de los cuales 18 han de ser en madera, mientras que si la calificación es Barolo Riserva deberán tener un envejecimiento mínimo de 62 meses de los cuales 18 en madera.
Además los Barolos deberán salir al mercado el uno de enero del cuarto año siguiente a la vendimia y los Barolo Riserva el uno de enero del quinto año siguiente a la vendimia. ¡Y luego hablamos del encorsetamiento de nuestros Consejos Reguladores!.
5.- Los vinos catados.
A) Rocche dell’Annunziata 2005. Gagliasso. La Morra
Presenta un vista de tonalidad rubí atejada de capa media con lágrima lenta. En nariz notas licorosas, cueros, animales, punto de adicez volátil, mentolados, moka, hongos y trufa. Camaleónico en nariz. En boca muestra una excelente acide que compensa sus 14,5%, se muestra tánico, cálido en boca, pero elegante, redondo, con una muy buena estructura y largo. El que más gustó al conjunto de los catadores.


B) Brico delle Viole 2006. Vajra. Barolo
De color rubí y borde atejado con capa media-baja. Limpio. En nariz notas de fruta roja, chocolate, apuntes de caliza y talco. En boca se muestra sedoso, elegante pero una marcada tanicidad. Buena estructura y largo. Muestra un gusto «más internacional».
C) Baudana 2006. Pallaino. Serralunga.
Rubí de capa media-baja. Ligeras notas de sulfuroso que desaparece en aireación. Lágrima viva. En nariz ligeras notas de lacas en un principio y notas de sobremaduración y chocolate. En boca buena acidez, tánico y secante, pero con toques de untuosidad y ligera amargosidad final.


D) Bric dël Fiasc 2007. Scavino. Castiglione Falleto.
Picota de capa media con lágrima fina y lenta. Notas de redución, minerales y apuntes a fruta roja con ligeros verdores (alguno de los miembros de la cata lo definió como el verdor inicial cuando se abre una sandía y el dulzor que exala de la misma). Notas de planta de tomatera. En boca buena acidez y se muestra sedoso y goloso.
E) Ginestra Casa Maté 2007. Elio Grasso. Monforte
Rubí de capa media-baja. Limpio. En nariz notas lácteas, yogur de fresa y fruta roja con notas licorosas. En boca tiene una buena acidez y tanicidad pero envuelta en una agradable golosidad y frescura. Tal vez es el que menos complicaciones tiene y sería más del gusto internacional.


F) Parafada 2007. Luigi Baudana. Serralunga.
Color rubí de capa media-baja y menisco atejado. Lágrima fina y densa. En nariz notas minerales, terrosos, apuntes de trufa y salazón (afinaron con arenques), toques metálicos, grafito, animales, almizcle y tierra húmeda. Presenta una acidez menos marcada que los anteriores y una sensación más acuosa, con menos cuerpo y más ligero.
CONCLUSIONES:
Si hay algo que aprendimos fue la uniformidad de la mayoría de los vinos catados tanto en color como en tanicidad, y la gran complejidad aromática que presentan. Se describieron algunos como vinos «camaleónicos» por la evolución que tuvieron en nariz a lo largo de la cata que fueron una delicia a la hora de describir aromas. Además presentan un excelente equilibrio entre acidez y grado por lo que no se muestra ese calor en boca que darían vinos descompensados y con 14,5%.
Para ser un primer contacto con los vinos elaboardos en Barolo las sensaciones no pudieron ser mejores y ya estamos organizando posteriores catas con vinos más «viejos», es decir, con algunos más años, para comprobar cómo evolucionan estos vinos con un mayor envejecimiento en botella… y seguir aprendiendo.
Por útlimo no podemos dejar de agradecer a Juancho Asenjo su inestimable ayuda a la hora de seleccionar los vinos de la cata.
Grazie ragazzi per l’attenzione e fino degustazione prossimo!
REFERENCIAS:
- www.elmundovino.com
- www.langhevini.it/
- Curso práctico de cata de Jancis Robinson
- http://avimvaldiana.blogspot.com/2009/06/una-historia-de-barolo.html: mapa de la zona de Barolo
- Fotos del autor
- Lugar de realización: Restaurante El Candil. Salamanca
por elbaranda | Oct 21, 2011 | Uncategorized
La verdad es que no paramos y hay que reconocer que estamos ansiosos por seguir probando vinos, bien novedosos, bien elaborados por uvas desconocidas o… bueno vamos a dejarnos de tonterías ¡qué nos gusta el vino, el buen vino! y no hay por qué dar más explicaciones.
La cata que celebramos el 25 de mayo en el Restaurante El Candil de Salamanca -sancta sanctorum del «lobby charro»- se centraba en una vertical de vinos blancos, algo no muy usual por estos lares -a la mayoría de los mortales de la zona le dices que pagas 15€ por una botella de vino blanco y te recomienda a su psiquiatra-, y menos aún si los vinos eran de Rueda.
Nos íbamos a enfrentar a las 6 añadas nacidas de Terna Bodegas y contábamos -gracias a Julio González distribuidor de la bodega- con la presencia del alma mater -bueno pondremos «pater» ahora que se estila tanto eso de amigos y amigas, compañeros y compañeras o miembros y «miembras»- Richard Sanz, persona entrañable, cercana, conocedora y apasionada de su trabajo, con una idea y una filosofía clara de los vinos que quiere elaborar y que haría los deleites en un concurso de taquígrafos (¡qué rapido habla este chico!).

Sobre la bodega indicar que se encuentra en pleno corazón de Rueda, La Seca, y en la que se engendran pequeñas y mimadas producciones de vinos que muestran la parte rústica y natural de variedades autóctonas procedentes de los viñedos más antiguos encontrados en la zona.
Y sin más dilación pasamos a «batirnos el cobre» entre las botellas de V3 que pasaron por nuestros sentidos visual, olfativo y gustativo del 2004 hasta el 2009 y que dieron mucho de qué hablar, escuchando de fondo mientras elabordo esta crónica a una de mis cantantes favoritas, Diana Krall.

1.- V3 2004
Elaborado en barricas de 300 litros nueva en las que permanece el vino 6 meses.
En vista presenta un color amarillo vivo. Limpio y brillante, con lágrima fina y densa. En agitación muestra también esa densidad.
En nariz fruta amarilla coon hueso, miel, notas minerales, vainillas, manzana asada, cáscara de naranja, manzanilla y membrillo compotado.
En boca muestra una buena acidez. Se muestra graso y una retronasal cargada de matices.
2.- V3 2005
Elaborado en barricas nuevas durante 5 meses.
Se muestra en vista amarillo con menisco dorado y lágrima fina.
Notas de miel, agua de rosas, polvo de talco, rosa seca, flores blancas (azahar) y avellana tostada.
En boca igual que su hermano mayor mantiene una buena acidez y una retronasal que nos sorprendió por las notas de queroxeno que solemos encontrar en los rieslings.
3.- V3 2006
Se muestra en vista amarillo dorado, limpio y brillante, con una lágrima fina y densa. En agitación queda patente la densidad del vino.
Nariz rica de matices: membrillo fresco, punto de cera, miel, anís, notas de manzana grand smith, hidrocarburos y caramelo tostado.
En boca tiene una excelente acidez, denso, fresco, redondo, largo y envolvente, con un amargor final elegante.
Muestra todas las hechuras para ser un vino con una excelente evolución en el tiempo.

4.- V3 2007
De color amarillo limón. Limpio y brillante. Lágrima fina. Bonito.
En nariz notas de fósforo que desaprecen en aireación. Apuntes minerales (caliza), manzana asada, notas de vainillas propias de la crianza, canela e hinojo. Tal vez el más complicado hasta ahora y camaleónico a lo largo de la cata.
En boca está más ajustado de acidez. Tiene menos densidad que los vinos anteriores pero muestra un largo retrogusto. Tal vez sea el que menos complejidad muestra con respecto a las añadas anteriores.
5.- V3 2008
Amarillo con menisco alimonoado y con las mismas hechuras que sus hermanos en la fase visual.
En nariz notas minerales (caliza, canto rodado), hojarasca, polvo de talco, manzanilla (vino), champiñón.
En boca mantiene la buena acidez de los hermanos. Se muestra fresco, pero tal vez le falte otro año más de botella, aunque como decimos los taurinos «no hay quinto malo».
6.- V3 2009
Criado 10 meses en barricas nuevas, de 2º y 3er año.
Vista amarillo limón con lágrima fina y densa. Bontio, brillante y limpio.
Nariz con notas alimonadas y minerales. Ahumados. Sensación de manzanilla y hierba seca. Hinojos y orejones.
En boca buena acidez, graso, untuoso y con muy buen recorrido.
Retronsasal marcada por las notas de la fruta, la hierba y las notas minerales. Amargor elegante y rico al final que lo hace adictivo a pesar de su «juventud».
Conclusión:
Como en toda familia cada hijo es distinto aunque unos tengan rasgos o caractéres similares. En este caso podríamos extrapolar el símil a los vinos: los hijos vinícolas de Richard mantienen una estructura común sobre todo en nariz, ya que en vista el tiempo no deja de diferenciarlos por mayor o menor marcada tonalidad, pero esa base olfativa de minerales, fruta amarilla, flores blancas y notas herbáceas forman la estructura el armazón que luego se completa con aspectos individuales para cada uno de los vinos: talco, rosas secas, manzanilla, anís,…
Y siguiendo con el símil familiar ¿a cual quieres más?. Bueno pues aquí, como en la familia, hubo sus preferencias dentro de un buen nivel de todos los vinos: el 2004 por su riqueza de matices, el 2006 por su estructura y 2009 por la buena proyección que se le prevee en el tiempo.
¿Que qué vamos a probar en nuestra próxima cata?. Mira que sóis curiosones. Bueno, vale, ya que os ponéis así: Vinos de la Tierra de Cangas ¡que en Asturias no todo es sidra!
por elbaranda | Oct 21, 2011 | Uncategorized
Hace ya algunas semanas que nuestro grupo se reunió para una cata en formato diferente aprovechando la oportunidad de la XII muestra de Hostelería de Salamanca. Lo primero es agradecer a José Luis de Comercial GM y a Ángela, nuestra compañera de goces enológicos, también de GM, la organización del evento y la oportunidad para participar en la degustación de parte de los vinos que ellos distribuyen en Salamanca, y decimos parte porque el tiempo no llegó para todos.
La organización general excelente el primer día, el segundo día un poco mas complicada por la afluencia de público. Este último día la falta de escupideras nos hizo tragar algo más de lo que nos hubiera gustado.
El primer día nos acercamos atraídos para escuchar la conferencia de Manuel Manzaneque hijo sobre los vinos de pago españoles. Durante cerca de una hora Manuel nos contó la historia de su bodega, o lo que es lo mismo de Finca Élez, y el papel de ésta en el nacimiento de la asociación de Vinos de pago españoles. A destacar la pasión con la que nos contó la historia, pero sobre todo la pasión por la filosofía de su bodega y por una forma de elaborar vino. Un dato relevante sobre Finca Élez es la altitud a la que esta plantado su viñedo, lo que permite elaborar unos vinos muy frescos, a pesar de su latitud geográfica. La pena es que sólo estuvimos entre 20-30 personas en la sala, mientras fuera una multitud hacía cola para probar los distintos vinos.
Durante la charla Manuel nos guió a través de tres de sus vinos:
–Chardonnay 2007, un vino fresco, jovial y perfectamente definido. Manuel nos hablo de un potencial de guarda de 15 años, lo que le deja muchos años de mejora que intentaremos seguir. En nuestra experiencia el vino está por encima del nivel de los Borgoñas genéricos que hemos probado y de la mayoría de los Chardonnay patrios (ver una excepción mas adelante). Sin embargo, esta opinión no era completamente unánime, alguno de los presentes le encontró una acidez un pelín desequilibrada.

–Finca Elez Nuestra Selección 2005. Un vino fresco y magnifico para comer con él.
–Escena 2005, el vino top de la bodega. En un estilo mas moderno pero muy elegante y manteniendo la frescura. El único problema es el precio, entorno a 30€, una ventana de precio en la que hay ya muchos excelente vinos.
Después de la charla acabamos en el stand de la Bodega donde queríamos probar sus Syrah. Junto con Verónica, la representante de la Bodega, catamos el 2004 y el 2006, y para gustos los colores, más sutil el 2004, mas bravo el 2006. Ambos muy ricos y al nivel de los buenos Syrah que se están haciendo en el sur de España. Y de ahí algunos se fueron a casa, a reponerse para la jornada siguiente que se suponía más densa, pero los más resistentes del grupo pudieron probar algunas otras cosas interesantes. Por ejemplo, el Chivite blanco sobre lías, amplio y equilibrado (que podría competir en complejidad con el Chardonnay de Finca Elez, luego hablaremos más de los excelentes vinos esta bodega), o los tintos de las Bodegas Frontaura (excepcional esta añada del Nexus proveniente de la Ribera del Duero, y tan elegantes, finos y frutales como siempre los Dominio de Valdelacasa y Frontaura crianza de la D.O. Toro) y Valduero (también elegantes y carnosos, bueno, menos el Sobresaliente, un blanco de albillo de 9º, notable en nariz, pero al que la falta de alcohol lo hace desequilibrado en boca, una elaboración extraña a medio camino entre los vinos desalcoholizados y los blancos ligeros).
Volvimos a la muestra con intenciones muy definidas, pero la realidad nos superó y probamos mucho más de lo que pensábamos inicialmente. No podemos hablar aquí de todo, así que nos centraremos en lo más relevante.
La primera parada fue en el stand de la bodega Ribera de Pelazas (DO Arribes), donde probamos todo lo que producen gracias a Catalina López Sernández, Directora Comercial.
. A destacar el Blanco fermentado en barrica, embotellado para la Feria y que saldrá al mercado por primera vez este año. Basado en uva malvasía tiene un punto de complejidad muy interesante que se añade a la golosidad de la uva y que habrá que seguir para ver su evolución. Abadengo crianza 2005, hecho con la variedad autóctona Juan García. Para nosotros es el vino con mejor RCP de la bodega con una gran originalidad marcada por la uva. Agradece una aireación previa. Desafortunadamente no es profeta en su Tierra, algo que Comercial GM está intentando cambiar. El Gran Abadengo, con su golosidad, carnosidad y concentración frutal, ya no es tan característico de la zona, pero es un gran vino, de lo mejor de Arribes del Duero, aunque aquí la opinión tampoco fue unánime. Dejamos para el final el exótico Bruñal, realizado como monovarietal a partir de la muy escasa uva del mismo nombre. Un vino bien hecho al que la uva le aporta características muy distintivas. Desafortunadamente el precio (aprox. 70€) lo sitúa en una banda donde hay magníficos vinos con los que sólo puede competir por su exotismo.

El segundo paso nos lleva a Bodegas Julián Chivite donde nos esperaba una de las sorpresas preparadas por Angela. Pero antes de esto probamos algunos de sus básicos y destacamos el Rosado sobre lías, excelente y con una magnifica RCP (al igual que el blanco ya comentado). La sorpresa era el Señorío de Arinzano (2000 o 2001), uno de los vinos de pago españoles. Decantado previamente, el vino resulto elegante y sutil, para beber y seguir bebiendo. El único problema el precio, en torno a 70€. Creemos que vale lo que cuesta, pero nos lo podremos permitir muy pocas veces. Mucha gracias a Ángela y a la Bodega.
Estábamos en ese momento alabando las bondades del Chardonnay de M Manzaneque y Cristián, el representante de la bodega, nos dice que ellos también saben hacer buenos Chardonnays y se empeña en demostrárnoslo, apareciendo como por encanto un Chardonnay FB colección 125 del 2005. Un poco frío al principio y sin decantación fue abriéndose poco a poco y apareció un soberbio y complejo Chardonnay al nivel de muchos buenos Borgoñas, con los que también comparte precio (55€ aprox). Nos quedó meridianamente claro que en España se pueden hacer muy buenos Chardonnays, por supuesto a diferentes niveles.
La traca final nos llego con las bodegas Emilio Moro, todas ellas representadas allí. El Hito 2008 resultó ser un vino con magnifica RCP, el hispano-luso D+D bien perfilado, con una frescura no demasiado frecuente a lo largo del Duero español y finalmente los Malleolus de Pago. El Valderramiro 2007, muy bueno pero aun tánico y necesitado de botella y el Sanchomartin 2007, soberbio, como un guante de terciopelo. Hacemos nuestras las palabras de Maria, la representante de la bodega, el mas masculino Valderramiro y el mas femenino Sanchomartin, vamos la pareja perfecta.

No hay más que contar, no sé si estas ferias ayudan a vender mucho mas vino, pero a nosotros nos alegraron dos tardes y algunas botellas hemos comprado. Gracias de nuevo a todo el equipo de GM y en especial a Ángela.
Artículo elaborado por César Roncero, Javier Mateos y Mario Estévez.
Fotos: Enogourmet, Decántalo, Viajerosdelvino y Verema.
por elbaranda | Oct 21, 2011 | Uncategorized
Nada mejor que ponerse a relatar la crónica de una magnífica vertical de Pintia desde sus inicios, allá por el año 2001, hasta la última añada, 2008, aún no salida al mercado, que el día en que el Padre Putas cruza el río Tormes volviendo cargado de meretrices bajo cánticos de tunos y anunciando el fin de la cuaresma. Eso sí, acompañado de una copa de buen vino y un trozo de hornazo.
De pequeño me contaban en catequesis de los peligros del Mundo, el demonio y de la carne. De los dos primeros lo tenía claro, pero no supe hasta mi adolescencia que no se referían a un filete de ternera de Morucha, precisamente. ¿Qué quién es el Padre putas y el hornazo?. Bueno esa es otra historia que contaré otro día o que en todo caso pueden aclarar utilizando los buscadores que nos da la red.
Teníamos marcado en el calendario que el día 27 de abril -y sin saber que se iban a enfrentar Barça y Real Madrid de la semifinal de Champions- nos reunimo el grupo de enochalados de siempre en torno a la mesa -larga por cierto- de 8 botellas, 8, de la Bodega Pintia en el Restaurante El Candil.

Había espectación -por la cata más que por la Champions, que somos gente seria-. No en vano es una de las bodegas del grupo Vega Sicilia y contábamos con todas las añadas gracias a la amabilidad de la bodega, y más concretamente de Xavier Ausás, en facilitarnos la añada 2001 -de la que no teníamos botella- y enviarnos como primicia una muestra de la última, 2008.
Como introducción comentar que la bodega está incluida dentro de la D.O. Toro y empezó produciendo 40.000 botellas, pasando a embotellar en la actualidad alrededor de 220.000. El clima es continental con influencia oceánica ténue y con grandes oscilaciones de temperatura con veranos calurosos y muy secos junto a precipitaciones de entre 350 y 400 mm/año, y temperaturas medias anuales de 12,5ºC, propiciando unas buenas condiciones de sanidad vegetal y asegurando una adecuada maduración sacárica y polifenólica de la uva.

Los suelos están formados sobre depósitos aluviales en el cuaternario, formando parte en buena medida de terrazas altas del río Duero con acumulaciones arenosas en superficie que facilita la precolación del agua y arcillas con cantos cuarcíticos en profundidad que actúan como reserva de agua para asegurar una buena nutrición y fisiología de la planta a lo largo del ciclo vegetativo.
El equipo técnico está encabezado por Xavier Ausás López de Castro, como Director técnico, y a la vez tambén responsable técnico de Vega Sicilia. Junto a Xavier mencionar a Begoña Jovellar, licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Salamanca y en Enología por la Universidad de Valladolid, y que desde 1998 forma parte del equipo técnico de Bodegas Vega Sicilia.

Pero vamos a la pomada, ya que la velada fue intensa, en la que se recató y en la que hubo algunas sorpresas. No se decantaron ninguna de las botellas salvo la añada 2008, que se aireó hora y media antes. El servicio de la cata fue por tandas de 4: 2001-2004 y 2006-2008 con un intervalo de una hora aproximadamente entre ambas.

Pintia 2001. 100% tinta de Toro con una edad de entre 25 y 45 años.
Vendimia: se comenzó el 26 de septiembre con tiempo bueno.
Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 13 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2004).
Producción: 79.950 botellas bordelesas, 60 Magnums y 19 Doble Mágnums.
Cata: Muestra un precioso color picota de capa media-alta con una lágrima fina y viva. Presenta depósitos. En nariz muestra aromas limpios de fruta roja, tabaco, cueros y regaliz. La boca se muestra viva y fresca aún, con notas de tanicidad que recomiendan más guarda. Buen ataque y excelente recorrido. Nos sorprendió la vivacidad del primero de la tarde.

Pintia 2002. 100% tinta de Toro con una edad de entre 25 y 45 años.
Vendimia: se comenzó el 26 de septiembre con tiempo inestable.
Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 13 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2005).
Producción: 104.000 botellas bordelesas, 60 Magnums y 16 Doble Mágnums.
Cata: Picota de capa media-alta. Lágrima viva y menisco ligeramente atejado. En nariz notas de reducción que necesitan de aireación y dan paso a fruta negra, tabaco, cáscara de naranja y chocolate. En boca muestra un buen ataque, fresco, sedoso y con una tanicidad terrosa. Realmente elegante en boca mateniendo intensidad y recorrido.

Pintia 2003. 100% tinta de Toro con una edad de entre 25 y 45 años.
Vendimia: se comenzó el 16 de septiembre. La vendimias más temprana de nuestra bodega.
Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 14 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2006).
Producción: 134.652 botellas bordelesas, 948 Magnums y 78 Doble Mágnums. Se observa un salto cuantitativo importante en la producción.
Cata: Mantiente la capa e intensidad de sus hermanos mayores. Lágrima fina y densa. Limpio. En nariz notas de fruta negra, tostados, tabaco, cáscara de naranja, ligeros verdores, toque de tinta china y caucho. Apuntes licorosos. En boca se muestra tánico, astringente, largo, pero de momento el más agresivo.

Pintia 2004. 100% tinta de Toro con una edad de entre 30 y 50 años.
Vendimia: del 21 al 26 de septiembre con muy buen tiempo.
Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 14 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2007).
Producción: 159.000 botellas bordelesas, 1.621 Magnums y 155 Doble Mágnums.
Cata: Picota de capa alta. Lágrima fina. De momento se muestra una clara homogeneidad en todas las añadas respecto al color. En nariz notas de rebotica, tabacos, minerales y tinta china. En boca se muestra sedoso, con buena acidez, notándose más los apuntes lácteos y con un recorrido medio.

Pintia 2005. 100% tinta de Toro con una edad de entre 30 y 50 años.
Vendimia: del 21 al 26 de septiembre con muy buen tiempo.
Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 14 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2008).
Producción: 159.000 botellas bordelesas, 1.621 Magnums y 155 Doble Mágnums.
Cata: Picota de capa media con lágrima lenta y fina. En nariz despliegue de aromas: fruta roja y negra, lácteos, tostados finos, regaliz negro, minerales, ceniza y mentolados. Limpio. En boca se muestra impresionante. Con estructura, potencia y terrosidad. Claramente le falta botella, pero tiene una marcada personalidad. Como decimos los taurinos ¡no hay quinto malo!
En esta fase de la cata aparecen las primeras divisiones entre el 2001 y el 2005, como conjunto, y la excelente boca del 2002.

Pintia 2006. 100% tinta de Toro con una edad de entre 35 y 55 años.
Vendimia: Teniendo como antecedente un verano muy caluroso y debido a un ciclo sin heladas y largo, la vendimia comenzó el 4 de septiembre y terminó el 13 del mismo mes.
Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Barrica nueva 70% Nevers y 30% americano. 13 meses en barrica y resto en botella (salió a la venta en 2009).
Producción: 222.098 botellas bordelesas, 3.000 Magnums y 210 Doble Mágnums y 11 Imperiales.
Cata: En vista se muestra «clónico» con sus hermanos mayores. En nariz apuntes de fruta negra, tostados, balsámicos y tinta china. En boca se muestra algo más licoroso que el 2005, cerrado, y más que goloso, empalagoso, defraudando en boca. Se preguntó por la cantidad de glicerol existente en esta añada, pregunta que traslado a la bodega.

Pintia 2007. 100% tinta de Toro con una edad de entre 40-60 años.
Vendimia: Empezó el 24 de septiembre y finalizó el 13 de octubre. A señalar que a mitad de vendimia llovió por lo que se ralentizó dicha labor.
Elaboración: 100% maloláctica en barrica. Crianza en barrica nueva 70% Nevers y 30% Americano durante 12 meses. Resto de crianza en botella hasta su venta en 2010.
Producción: 218.100 botellas bordelesas, 3.120 Magnums, 225 Doble Magnums y 22 Imperiales.
Cata: Bonita vista, picota capa alta, tintando ligeramente la copa y con una lágrima fina y densa. En nariz yogur de fresa, café fruta negra. En evolución va desapareciendo la fruta dando paso a las notas de crianza, vainillas y tostados con algún apunte de caucho. En boca muestra buena acidez, potente, goloso, con buen recorrido, pero obviamente, falto de botella. Para algunos fue considerado como el más Toro.

Pintia 2008.
Aquí no podemos aportar datos de vendimia, elaboración y producción ya que no los tenía aún la propia bodega realizados.
Cata: Impresionante capa alta con un menisco cardenalicio. Lágrima fina y densa. Limpio y brillante. En nariz predomino de las notas de crianza sobre una fruta negra escasa. Notas de tostados, vainillas, tinta china y apuntes de caucho. En boca, como era de esperar, nos encontramos con un «potro» sin domar, pero con potencia y buenas hechuras. Falto de botella y de ensamblarse para llegar a ser un vino conjuntado. Tiempo al tiempo.
Y eso dio de si la cata, aunque podemos establecer una serie de conclusiones:
- La homogeneidad del color en los vinos en todas las añadas, con pequeñas variaciones.
- El buen equilibrio entre acidez, alcohol y tanicidad.
- El buen recorrido que tienen en botella. Son vinos indudablemente que pueden guardarse más de 10 años sin problemas como muestra la añada inicial, aún viva y con recorido en el tiempo.
- Se cuestionó si son vinos que pueden considerarse representantivos de Toro o tienen una personalidad propia dentro de la D.O. ¿Podemos hablar de vinos de pago Pintia?.
- Como añadas para ser disfrutadas ya, sin duda la 2001 en su conjunto, la 2002 por su excelente boca y la 2005, con potencia aún. El resto darán sus mejores notas con algo más de tiempo, algo por lo que ha apostado también la propia bodega al retrasar un año más la añada 2008, decisión que nos parece consecuente y positiva.
Y como no sólo de vino vive el hombre y somos de los que estamos a favor de darle culto al cuerpo, acompañamos el final la velada con una ensaldad de gulas y gamba, un flan de farinato y una brocheta de pluma con chutney de higos para obligarnos a realizar más ejercicios de barra.

¡Qué ustedes disfruten con este final de Cuaresma!
Las fotos son propias, de Bodegas Pintia y de la publicación Viajes & Vinos
por elbaranda | Oct 21, 2011 | Uncategorized
La verdad es que cuando preguntas a alguien qué le viene a la mente al mencionarle la palabra Almería suele contestarte cosas como: mar de invernaderos, desierto de spagetti western o la canción que le dedicó Manolo Escobar. Pero cuando le comentas que lo que vamos a catar son vinos de Almería se produce una transformación en el rostro que refleja entre ignoriancia y asombro.

Como ilustrados propios del Siglo de las Luces que tratan de ampliar su conocimiento y gentes de mentes abiertas ajenos a todo encorsetamiento marcado por tendencias y opiniones de gurús de todo tipo y condición, el grupo de enochalados nos volvimos a reunir en el Restaurante El Candil de Salamanca para disfrutar con una cata de vinos elaborados por Bodegas Alboloduy, de Almería.

Fundada en 2004 por Francisco Calvache y teniendo como enóloga a su hija Cristina, parten de viñedos de más de 60 años cultivados a una altitud de entre los 1.000 y los 1.300 m. encuadrados dentro de la denominación de Vinos de la Tierra de la Ribera del Andarax y con una producción de 80.000 litros de vino. Además están llevando a cabo nuevas plantaciones de pinot noir, chardonnay, viognier y gewürztraminer.

Y una vez hechas las presentaciones y cual esctiba del Antiguo Egipto, qué mejor que pasar a probar los vinos de esta bodega yendo desde un vino blanco de jaen blanca, un rosado ecológico de syrah, tintos de tempranillo, garnacha y cabernet sauvignon, syrah o cabernet franc hasta su última elaboración en el 2.010 con un vino de hielo.
1.- Cristina Calvache 2010. 100% jaen blanca. Suelos de pizarra y rubial (cuarcita). Cultivo de secano en baso. Altitud de los viñedos entre 750 m. y 1.100 m.
Cata: Se muestra en vista con color amarillo y menisco dorado. Lágrima fina y densa. En nariz notas de fruta amarilla, toques minerales y apuntes de manzanilla. En boca tiene buena acidez y untuosidad. De buen recorrido, pero tal vez con un excesivo amargor que se muestra desde su entrada en boca anulando en parte el retrogusto frutal.


2.- Cristina Calvache 2010. 100% syrah. Vino Ecológico. Suelos de pizarra con cubierta de rubial, areniscas, margas y calizas.
Cata: Realemente precioso en vista y con gran intensidad y brillo. Fresa y cereza, con menisco azulado -para hacerse una idea algunos definieron el color «Bisolbón»-. Golpe de nariz intenso con claro predominio de notas de fresa, flores azules, apuntes minerales y recuerdos a naranja sanguina. En boca muestra buena acidez con una retronsal marcada por las notas de fresa y regaliz rojo, mostrando mediana intensidad y un ligero amargor final que lo hace goloso.


3.- Taracín barrica 2007. Crianza en barrica de roble americano de tostado medio durante 6 meses. Tempranillo, garnacha y cabernet sauvignon. Suelos de areniscas, margas y calizas. Viñedos situados a 1.000 m.
Cata: Picota de capa media-alta. Muestra en nariz notas de fruta madura, tapenade, chocolate y toffe. En boca se aprecia el predominio de la crianza en barrica anulando en gran parte la nariz. Lástima, porque la nariz prometía algo más.

4.- Cristina Calvache 2006. 100% Syrah. Suelos de pizarra y rubial (cuarcita), areniscas, margas y calizas. Altitud de los viñedos entre 750 m. y 1.000 m. Crianza de 12 meses en barrica de roble francés allier de tostado medio y 12 meses de reposo en botella.
Cata: Picota de capa alta y menisco carmesí. Serio y bonito en vista. En nariz despliega aromas de fruta negra madrua, yogur de fresa, chocolate, flores azules, regaliz y vainilla. En boca muestra buena acidez y ataque con una tanicidad elegante. Notas de regaliz y fruta negra en retronasal. Largo, envolvente y muy agradable.


5.- Cristina Calvache 2007. 95 %Cabernet sauvignon y 5% cabernet franc. Suelos de areniscas, margas y calizas. Viñedos situados a 1.000 m. Crianza de 12 meses en barrica de roble francés allier de tostado medio y 12 meses de reposo en botella.
Cata: De color picota de capa media alta. En nariz se muestra cerrado en principio y evolucionando una vez aireado a notas de rosas secas y regaliz negro aunque se observa una excesiva presencia de la madera que lo hace excesivamente duro. Lástima. ¿Falta de ensamblaje?. ¿Necesita más tiempo en botella para redondear y limar esas asperezas propias de la crianza?.


6.- Vino de hielo. Elaborado con jaen blanca de forma artificial ya que se congela en cámara frigorífica y luego se procede al prensado y vinificación con las mismas técnicas utilizadas en Canadá o Alemania. Vino «naturalmente» dulce.
Cata: Se muestra en vista con un color amarillo dorado y lágrim densa. En nariz notas de melocotón, c´tiricos, notas de canela, flores y lo que algunos definieron como «goma de nata» -¡lo que hace la memoria «escolar»-. En boca muestra buena acidez, mostrándose untuoso, pero para nada empalagoso.
Una vez catados todos los vinos los mejor punutados fueron el blanco de jaen blanca, el rosado de syrah y, sobre todo, el syrah 2006 con 16 meses en barrica, auque merecen un seguimiento las elaboraciones de Bodega Alboloduy.
Y después de seguir aprendiendo sobre los vinos que se elaboran en esta bendita piel de toro degustamos una ensalada de bacalao, pluma ibérica con crema de queso y miel y una copa de humus con lágrimas de aceite de oliva virgen de lechín y tosta de pan frito con espuma de pimiento del piquillo.

Y en la próxima crónica… ¡hablaremos de los Pintia!
por elbaranda | Oct 21, 2011 | Uncategorized
El día 3 de marzo tuvimos el placer de disfrutar en el Restaurante El Candil de Salamanca con la compañía de Germán R. Blanco y la presentación de sus vinos, y con la presencia del bloguero y forero Jorge «Sibaritastur». Y he de reconocer que disfruté -y me consta que los demás también- como un enano, no sólo por sus vinos -complejos y distintos-, sino por las explicaciones de Germán en la que nos mostraba su filosofía a la hora de elaborarlos y fijando su objetivo en dotarlos de una personalidad propia. ¡Y doy fe de que lo consigue!.

Teníamos preparada una cata de 6 vinos que se hizo corta a tenor de lo que desembarcó Germán en Salamanca. Se nota que los astures beben más que los castellanos-leoneses, pero aún y con todo defendimos el pabellón.
¡A la pomada!
1.- San Esteban 2009
Elaborado con cabernet sauvignon, mencía y merlot en una proporción del 33%.
Crianza de 9 meses en barrica mita nueva y mitad usada, y un grado de 13,5%.
Cata:
Color picota de capa media. Limpio.
Inicio con notas de anchoas y salazón, notas de reducción, metálicos y apuntes de ligeros verdores que fueron dejando paso a la fruta roja, ahumados y ligeras notas tostadas muy bien integradas. En boca mantiene una buena acidez, tanicidad, potencia y frescura.

2.- San Esteban Viñas de Monte 2008
Variedades: 80% mencía, 12% cabernet sauvignon y 3% merlot. Edad media de las viñas 10 años. Densidad de plantación 3.800 cepas/Ha. Espaldera con doble cordón.
Suelos: arcilla roja, piedra y arenas graníticas.
Vendima manual realizada en la útlima semana de octubre.
Maceración prefermentativa entre 5 y 8 días a 10º C. Temperatura de fermentación 25-28º
Fermentación alcohólica en barricas nuevas de roble francés de 500 l., 225 l. y 228 l.
Crianza: 13 meses en barricas nuevas francesas de 500 y 225 l. Tostado medio.
Grado 13,5%.
Embotellado en febrero de 2008. Producción 5.500 botellas
Cata: Muestra en inicio notas de reducción (anchoas en salazón). En vista capa media, limpio y brillante, con una nariz en la que predominan las notas de fruta negra, tostados y minerales, apuntes florales y monte bajo. En boca se muestra una buena acidez y un paso de boca aterciopelado.
3.- La Mendañona 2008
Vino que toma el nombre de la parcela en la que nacen sus uvas, situada a más de 700 metros de altitud sobre un suelo atípico de arcilla roja.
Variedades: Mencía. Edad de las cepas 10 años. Densidad de plantación 3.800 cepas/Ha. Espaldera con doble cordón.
Vendima manual realizada en la útlima semana de octubre.
Maceración prefermentativa entre 5 y 8 días a 10º C con nieve carbónica. Temperatura de fermentación 25-28º
Fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble francés de 225 l. Tostado medio.
Crianza en barricas nuevas de roble francés de 225 l. y 500 l. durante 18 meses sin ningún tipo de trasiego.
Grado 13,5 %
Producción 2008: 1.500 botellas de 0,75 y 25 Magnum.
Cata: Picota de capa media con una nariz en la que predominan las notas de fruta negra y roja, tostados y ligero lácteos. Buena acidez y ataque, sedoso y largo con un retrogusto en el que las notas de nariz vuelven a imponerse.
4.- Rara de Raro nº 2 El Año del Desastre 2007.
Proyecto conjunto entre la diseñadora Marta Botas y Germán R. Blanco que surge en 2007 cuando en la Ribera del Duero tuvo lugar una helada tardía que arrasó gran parte del viñedo quemando la superficie foliar de miles de plantas impidiendo así acabar su ciclo de maduración. Unos días después encuentran en Baños de Valdearados (Burgos) unas cepas de excepción, centenarias y plantadas en pie franco que habían sido en parte afectasdas por la helada llegando a un acuerdo con el viticultor para que nos vendiera la uva a cambio de que les entregara las parcelas afectadas de forma independiente. Como dice Germán, «ahí nació la idea y germinó el gamberro que llevávamos dentro» preguntándose si sería posible «elaborar un buen vino con esas cepas de las que posiblemente surgiría un vino de baja graduación alcohólica y cromática, y además tendrían que soportar una gran carga de aromas herbáeos y vegetales si elaboraban bajo un esquema tradicional. Y ese era el reto, elaborar un vino de uvas que cualquier enólogo rechazaría, pero que una vez erminada se convirtió en algo único y quizá irrepetible.»
Elaborado con 100% tempranillo y con una crianza de 11 meses de crianza, 8 de ellos con lías. 12,5º %.
Cata: Picota de capa media-alta con lágrima viva. En nariz notas de toffe, chocolate, grafito y cedro. Apuntes lácteos, ahumados, cueros y notas balsámicas. En boca presenta buena acidez, algo secante.
5.- Rara de Raro nº 3 Calderage 2009.
Cata: Elborado con cabernet sauvignon presenta una vista color picota de capa media y lágrima fina. Notas liegaramente licorosas, mineral y humo, yogurt de fresa, fruta negra, tina de barro húmeda, aromas a ron de caña. Realmente camaleónico y sorprendente. En boca se muestra tánico, potente, secante y con buena acidez. No deja indiferente.

6.- Milú 2009 (D.O. Ribera del Duero)
Elaborado con tempranillo de cepas situadas entre 800-900 m y con menos de 30 años. Suelos mayoritariamente arcillo-calcáreos y arenosos. Realiza la fermentación maloláctica en acero inoxidable y la crianza 8 meses en barrica usada un mínimo de 4 o 5 años, 60% americana y 40% francesa. 13,2%.
Cata: Capa media y lárgima fina. Notas de fresa, reagliz negro, pétalo de rosa y mentolados. Boca ligeramente astringente, con buena acidez, pero al que le falta redondear. Promete y habrá que dejarlo redondear unos meses en botella.

7.- Quinta Milú La Cometa 2009 (D.O. Ribera del Duero)
Elaborado de viñedos situados en el pueblo de La Aguilara con suelos mayoritariamente arcillo-calcáreos y arenosos. 100% tempranillo con una graduación de 14%. La crianza la realiza en barricas nuevas de roble francés y americano de 500 l. y barricas nuevas de 225 l. y 228 l. de roble francés. Crianza de 12 meses sin ningún tipo de trasiego.
Cata: Picota de capa alta con lágrima fina que tinta ligeramente la copa, mostrando menisco carmesí. Aromas de fruta negra y roja -fresa-, tostados y nota lácteas. Con buena entrada en boca muestra un retrogusto freso y afrutado.
8.- Quinta Milú El Malo 2009 (D.O. Ribera del Duero) -prueba de barrica-.
Cata: Picota impenetrable con menisco carmesí. Precioso en vista. Lágrima que tinta la copa. Aromas de fruta negra, minerales, tinta china, tabaco y talco, chocolate.. Biuena acidez, sedoso, largo, con muy buen tanino, complejo.

9.-La Soledad 2007 (D.O. Ribera del Duero).
Elaborado con 100% tempranillo. Alguien lo definió como «una bestia parda», no tanto por el color, picota de capa alta, sino por su potencia aún sin domar. En nariz buenos aromas de fruta negra y roja, minerales, tostados y una boca astringente -sensación secante, de piel de castaña- que acaba machacada por su gran tanicidad.
10.- Areales (D.O. Arribes)
Como no queríamos que se fueran sin probar un vino elaborado por estos lares abrimos Areales 2006. Vino elaborado por la bodega Dos Ingleses en Las Arribes del Duero con uvas Juan García, Rufete, Tempranillo y Bruñal.

Cata: De color rubí capa media-alta. Notas de flores azules y fruta roja junto con notas especiadas de nuez moscada y pimienta y aromas de tofee, cacao y vainilla. Boca con un buen ataque y sensaciones aterciopeladas. En retrogusto vuelven las notas frutales, especiadas y los apuntes de cacao.
Cena:
Germán no elabora vinos blancos y la cena la íbamos a maridar con sus vinos por lo que nos centramos en un menú que pudieramos complementar por lo que empezamos con unas croquetas de boletus edulis y queso de cabra, seguimos con una ensalada de perdiz con emulsión de tomate; de pescado quisimos cambiar de los ya «presupuestos» pescados grasos al uso como el atún, la caballa, … y nos decidimos, asesorados por nuestra proveedora de Cedeira, por una albacora marinada sobre salteado de verduras, también llamado atún blanco, que sorprendió por su sabor y jugosidad. De carne servimos una brocheta de tacos de lomo de buey con pan de avellanas y su crema y para rematar una leche frita acompañada de espuma de arroz con leche y reducción de pedro ximenez.

Conclusiones:
Disfrutamos, sí ¡y de qué manera!. Fue una noche realmente intensa en la que el padre de las criaturas nos hizo partícipes de su filosofía para elaborar estos vinos. Me vinieron a la mente las mismas sensaciones que tuvimos cuando nos visitaron con sus vinos Chus Madrazo, Samuel Cano o Iñaki Gómez Legorburu para hablarnos de sus vinos, de sus creaciones, de sus hijos.
De los vinos, cada uno sacó sus propias conclusiones. Unos gustaron más que otros, unos estaban más redondos que otros, pero todos estaban marcados por un prácticamente homogeneo color -algo llamativo por las distintas zonas, uvas y métodos de elaboración- y dotados de una clara personalidad que no dejaron indiferente a nadie.
Enrique IV dijo aquello de que «París bien vale una misa», y yo añadiría que un buen vino, bien vale una novena.
Comentarios del personal