¡Qué nadie se escandalice que no voy ha tocar temas escabrosos!
Casi todos los años actualizo esta entrada para dar a conocer una buena costumbre que mantenemos los charros de este lado del charco, y de la que participamos no sólo aquellos que seguimos en Salamanca, sino los que se encuentran a lo largo y ancho de este mundo.
El lunes que viene, día 28, celebraremos en Salamanca lo que mundialmente es conocido como el Lunes de Aguas, tradición cuyos orígenes se remontan al siglo XVI cuando el rey Felipe II dicta unas ordenanzas según las cuales las prostitutas que habitaban en la Casa de la Mancebía local debían de ser trasladadas, durante la Cuaresma, fuera de la ciudad, para que los hombres, sin la presencia de la «tentación», evitasen caer en el pecado de la lujuria.
A partir del Miércoles de Ceniza dichas meretrices eran trasladadas al otro lado del río Tormes. Hasta el primer lunes después del de Pascua permanecían bajo la custodia del Padre Putas (clérigo encargado de vigilar, cuidar y atender a las prostitutas). En esta fecha éste las conducía de vuelta a la ciudad, vitoreado por una multitud de estudiantes que no ahorraban en hornazo -que ya cuenta con marca de garantía-, bebida y bailes para celebrar la llegada de estas cortesanas con una fiesta en las riberas del Tormes y barcas engalanadas.
En este día la ciudad queda vacía y solemos reunirnos con amigos y familiares en el campo, parques o jardines para degustar tamaña exquisitez -no exenta de riesgos para aquellos que arrastran problemas con el colesterol, ¡pero qué coño, un día es un día!-.
Pero claro el hornazo no puede tomarse sólo y se debe acompañar de buenos vinos que hagan justicia a las «tajadas» de lomo, chorizo, jamón, huevo,… , y yo les recomendaría cualquiera de los buenos vinos que se elaboran en las zonas de Sierra de Salamanca o Las Arribes elaborados con las variedades autóctonas rufete, juan garcía o bruñal para terminar un buen Lunes de Aguas.
¡Qué disfruten!
Espero que el tiempo acompañe y lo celebréis bien. Brindaré desde Asturias con algún vino de la Sierra de Francia para compartirlo. El hornazo me lo tendré que saltar, supongo 🙁
Pues eso tabién deseo yo, y el éxito en cuanto al tiempo está casi asegurado según la AEMT. Y sobre el hornazo, de haberlo sabido, te había enviado uno a tierras astures que de vino charro ya te veo bien servido 😉
No creas, en algún sitio se ven hornazos aquí, pero no es lo mismo.