Lo primero por lo que tuve curiosidad cuando me enteré del nuevo proyecto de Nacho León fue saber qué significaba «Cachicán» así que me fui a la web de la RAE para ver su significado encontrando no sólo uno, sino tres. A saber: «guarda de una finca», «persona astuta, diestra» y «capataz».
Nacho, acompañado esta vez en el proyecto Demencia por Bruno Arias, toman el tercer significado para darle nombre y forma a dos vinos «peculiares» en la zona de El Bierzo:
- Un blanco elaborado con uvas de la variedad Godello de cepas viejas, que se encuentran salteadas en 3 ha de viñas de las zonas de Villafranca del Bierzo y Villadecanes, buscando conseguir de 180 kg «un mosto con unas condiciones de pH y acidez que le otorgan gran estabilidad» para una producción de 92 botellas.
- Un tinto elaborado con uvas de las variedades Mencía (130 kg) y Doña Branca (20 kg) utilizando de la primera uvas menos maduras y realizando una fermentación a temperaturas más bajas para evitar la extracción de aromas herbáceos y excesivamente astringentes. Resultado 82 botellas.
Afortunado y gracias a Juan Ignacio Ayerbe, alma mater de la web El Sumiller, pude conseguir algunas botellas para poder comentarlas y hacerles partícipes de mis impresiones, porque he de reconocer que yo también soy adicto a la «De-mencía«.
Cachicán 2013 Godello. 13% vol.
La cata:
Amarillo pajizo con ribete ligeramente dorado y reflejos cobrizos. Muestra una ligera turbidez. Lágrima lenta.
En nariz afloran notas de fruta blanca (manzana) con aportes sutiles de membrillo fresco, ligeras levaduras y toques cítricos, y algo que nos sorprendió fueron unas «escondidas» y ligeras notas de toffe.
En boca muestra una buena acidez. Es fresco, goloso, pero no empalagoso. Rico. Deja una retronasal en el que las notas frutales prevalecian dejando un ligero amargor final que te incita a seguir disfrutando con el vino. Adictivo. De trago largo -si empiezas… acabas-.
Vino distinto y con personalidad propia.
Cachicán 2013. Mencía (87%) y Doña Branca (13%). 13% vol.
Vendimiado dos semanas antes realiza fermentación en una barrica aierta sin adición de sulfuro y permanece en barrica usada durante 5 meses.
La cata:
Precioso color picota de capa media alta con menisco carmesí.
En nariz se muestra algo huraño de inicio aunque una vez aireado despliega notas de fruta negra, sutiles ahumados y recuerdos minerales.
En boca tiene una buena acidez, un tanino sedoso pelín secante, pero que no molesta. Agradable aunque algo corto de recorrido. Muestra ligeros verdores que le dotan de frescura y una retronasal en el que la fruta predomina. Fácil de beber, agradable y con un aporte de frescura que le da la casta la Doña Branca hacen de él un vino para disfrutar de inicio a fín.
Vinos distintos creados por Nacho Bueno y cía, personales que nos alejan de la globalización vinícola ¡qué ya es de agradecer!.
¡Salud y buen vino!
No comprendo. 92 y 82 botellas… esto supongo que es un experimento o algo. Porque llamarlo proyecto… A mi ayer me regalaron un kit para hacer cerveza en casa, que tiemble BrewDog que llego yo con mi «proyecto» con microtiradas de 10 botellines, 6 tercios y ojo!, solo para coleccionistas un par de litronas.
El vino puede estar muy bueno, pero no se si con esa producción … Supongo que eso no está a la venta.
Un abrazo Mario
Hola Olaf, entiendo que cuando un producto salta al mercado deja de ser experimento sean cien o un millón las botellas que salen ya que el elaborador contará con opiniones de consumidores para bien o para mal y eso puede influir en cualquiera de los dos sentidos en todas sus elaboraciones. Yo lo adquirí en tienda y con esa libertad lo comento. Desconozco si este producto tendrá más tirada en próximas añadas, aunque para eso, mejor nos lo cuenta Nacho León, si tiene a bien ;).
Abrazotes,
Pues si que se vende. Pues afortunado tu por haber encontrado un par de botellas. Sabes cual es la razón para hacer una producción tan limitadísima?
Olaf, desconozco el por qué de ese número. Preguntaré al «pater» de las criaturas y te contesto.
espectacular etiqueta !