Fazenda Agrícola Augalevada
He de reconocer que no tenía noticias de esta bodega, ni del tipo de vino que comentaré más adelante, hasta que comencé a buscar vinos elaborados bajo velo, pero que no estuvieran ni dentro del Marco ni de la zona Montilla-Moriles. Sí, lo reconozco, rarezas que tiene uno.
Fruto de la búsqueda descubrí que había más vinos de este tipo de los que pensaba. Lamentablemente la cata organizada para el Enolobby Charro quedó cancelada debida a la epidemia de coronavirus, puesto que iba a celebrarse a finales del mes de marzo del 2020, pero como no hay mal que por bien no venga, los vinos los he ido disfrutando a lo largo de estos meses.
De esta forma abro una una serie de post en los que iré comentando y descubriendo vinos elaborados bajo velo de flor no sólo de Ourense, sino de Toledo, Alicante, Valladolid, Segovia o Piamonte.
Pero vayamos con las presentaciones. Los padres de la criatura son Iago Garrido y Liliana Lafuente, pareja que se conoció estudiando en Ourense ingeniería agraria y de la que nació un proyecto de futuro personal y profesional.
Fazenda Agrícola Augalevada se encuentra situada en la localidad de Rioboó Cenlle, cerca del Monasterio de San Clodio -si no lo conocen, se lo recomiendo-. Las viñas se sitúan en ladera y entre los viñedos baja un pequeño río que divide la finca en dos partes que se conocía en tiempos pretéritos por los lugareños como «Augalevada».
Entre el 2009 y el 2010 plantaron 2,9 hectáreas y los primeros vinos vieron la luz en 2014. A lo largo de estos años ha ido apostando las variedades blancas Lado y Agudelo (Chenin Blanc) y sobre todo tintas por las tintas Brancellao, Caíño Longo, Caíño Redondo y Caíño da Terra.
En añadas posteriores a este 2017 ha elaborado vinos monovarietales de Albariño y Treixadura de viñas de más de 35 años con criterios de crianza biológica comprobando que mantenían un buen comportamiento de velo de flor y desarrollaban una buena evolución en botella.
Augalevada Mercenario Crianza Biolóxica 2017.
Vino elaborado con uvas de Treixadura, Albariño, Palomino y Torrontés de viñedos de 15 a 40 años sobre suelos de granito descompuesto. Biodinámica.
Realiza una crianza biológica iniciada en la añada 2014 y refrescada con sucesivos años hasta 2017. Crianza en 2 tinajas de 400 l de las que se hizo una saca de 300 l. Lote 4/17. Botella nº 365. 12% vol.
Cata:
Llamativo y atractivo color amarillo brillante con reflejos dorados de media intensidad. Me encanta.
Aromas iniciales a fruta blanca (pera) acompañada de recuerdos de fruta amarilla, frutos secos, flores blancas y sensaciones ligeramente cítricas. Notas de la flor generada en la crianza biológica mantenidas en un segundo plano dando al vino un mayor abanico de percepciones olfativas.
Boca de intensidad media, pero muy agradable y con sensaciones minerales propias de la zona granítica en la que están las viñas. Excelente acidez y frescura. Fácil de beber y a la vez mostrando untuosidad, tensión y volumen junto con una retronasal elegante que no te deja indiferente.
Una rareza de elaboración si nos ponemos a pensar en la zona en la que estamos, pero en mi opinión, un excelente vino en el que se conjugan castas y crianza biológica en un ejercicio nada fácil de llevar a buen término. Enhorabuena Iago.
Acercamiento a un vino elaborado con alma, sincero y con riesgo que te deja sin palabras cuando lo disfrutas tras un buen trabajo realizado bajo agricultura ecológica y biodinámica. Una vuelta en el tiempo en busca de los valores verdaderos que emanan de una tierra agradecida cuando se la respeta.
Si se cruzan con él, yo les recomendaría que se arriesgaran, que perdieran los prejuicios ante lo desconocido -si los tienen-, que cierren los ojos cuando se lo acerquen a la nariz o fluya por su boca y, a la vez, hagan un esfuerzo de memoria. Estoy seguro que, como yo, volverán a sentir aromas y sensaciones olvidadas, enterradas y que gracias a Iago y a Liliana volvemos a tener presentes.
Por cierto, les recomiendo acompañar este vino no con un buen maridaje, que también, sino con una excelente melodía de Al Haig que por las fechas que estamos le viene como anillo al dedo: April in Paris y déjense llevar.
¡Salud y buen vino!
Fotos: Bodega y autor.
Comentarios del personal