Rafa García y Raúl Tamayo, un tándem bien coordinado.
Hay veces que lees o te comentan sobre un vino, Naluar en este caso, y entro en fase de «busca y captura» tanto por el vino como por conocer quiénes son los elaboradores. La mayoría de las veces no es complicado encontrar información bien en web, bien en otros comentarios, pero en este caso la función ha sido más bien detectivesca.
Habías escasas pisatas, no tienen web, el nombre de Erre Vinos no deja muchos rastros y al final buscando aquí y allá, y gracias a informadores que están dentro de este mundillo, doy con los «culpables» de este seguimiento y que elaboran, bajo un proyecto en común, unos sorprendentes y personales vinos en la Ribera del Duero.
¡Cómo será que sólo he conseguido la foto de uno de ellos, Rafa y del año 2016! A Raúl de momento no le pongo cara, aunque espero que me manden alguna más actualizada una vez pasada la vorágine de la vendimia. Lo dicho, haciendo de Sherlock Holmes.
Breve biografía.
Rafa García es natural de Nava de Roa (Burgos) y compagina su trabajo en Bodegas Trus con este proyecto en el que le acompaña -tanto monta, monta tanto- Raúl Tamayo, natural de Pampliega (Palencia) y que actualmente asesora a la Bodega Pagos de Negredo en la Ribera del Arlanza.
Ambos se conocieron al estudiar Enología y, como Dios los hace y ellos se juntan…, se embarcaron en elaboraciones de «garaje» -por decirlo fino- desde 2006, comenzando más en serio durante el año 2011 con el nacimiento del proyecto Acediano.
A día de hoy aún no tienen bodega propia y elaboran sus vinos -y comparten experiencia y sabiduría con sus «caseros»- en una pequeña bodega que les permite hacer sus elaboraciones parcelarias, Bodega Rodero Calderari, situada en Pedrosa de Duero.
Trabajan en propiedad 5 ha. en Nava de Roa. En la actualidad elaboran entre 4.000 y 5.000 botellas.
Si se preguntan el por qué del nombre Na-lu-ar, indicarles que es el acrónimo de Na -por Nava de Roa, lugar de nacimiento de Rafa-, Lu -por Luis, padre de Rafa- y Ar -por Araceli, madre de Rafa-.
Por cierto, si se cruzan con alguna botella, no lo duden y háganse con ellas. Ya saben que no me gusta hablar de relación-calidad-precio y prefiero la definición relación-disfrute-precio, y están realmente excelentes. Me lo van a agradecer.
1.- Naluar 2014
Elaborado con un 90% de abillo y un 10% repartido entre palomino y pirulés. Crianza de 2 meses con sus lías. 12,9 % vol. Vino de la Tierra. PVP sobre los 12 €.
La cata:
Bonito color amarillo pajizo con reflejos verdosos. Pálido y acerado. Untuoso en agitación. Elegante en vista.
Aromáticamente complejo conjugándose notas anisadas con fruta de hueso, toques de frutos secos con sensaciones cítricas acompañadas de recuerdos de ortigas y melón. Graso en boca, elegante y con buena acidez. Rico, goloso, con buena persistencia, vamos, largo y con un ligero y elegante amargor final.
Un buen blanco elaborado con un coupage fuera de regla que me ha gustado por su frutosidad, por su elegancia y por su complejidad. Buen trabajo que habrá que seguir.
2.- Naluar 2014
Elaborado en un 100% tinto del país, clon distinto y anterior al tempranillo que hoy abunda en la DO, de viñas situadas a más de 800 msm sobre suelos arcillo-calcáreos con edades que rondan los 20 años de distintos viñedos en los majuelos de El Cerral, El Acedi y El Espaldón.
Fermentación con levaduras autóctonás y maloláctica con arranque natural. Crianza de 12 meses en barrica americana y francesa de 225 l. y 500 l. de 2º y 3er año. Reposo en botella durante 18 meses antes de salir al mercado. DO. Ribera del Duero. PVP sobre los 13 €
La cata:
Precioso color rojo picota de capa media-alta con ribete carmesí. Lágrima fina y densa. Serio, elegante y con preciosa capa.
Nariz intensa en aromas limpios destacando las notas de frutos negros, regaliz, recuerdos de cacao, torrefactos y apuntes especiados (clavo, pmienta negra). Buen aporte mineral que se deja notar.
Boca con puro equilibrio acidez-alcohol que lo hace freso. Entrada sedosa, elegante, con paso pausado. Tanino goloso y equilibrio de sensaciones. Largo en recorrido -deseas que no acabe-. Con cuerpo y potencia, pero carente de agresividad. Volumen -te llena la boca de pura elegancia-.
Uno de los mejores vinos de la Ribera del Duero que he probado ultimamente nacido de entre 5 ha. en Nava de Roa fruto de microvinificaciones que van buscando el protagonismo del terruño y que esperamos que en breve sea cada uno protagonista de su propio vino.
Lo dicho, si tienen ocasión de que caiga en sus manos una botella de cualquiera de estos dos vinos, no dejen de probarlos. Vinos sinceros y sin artificios en el que se busca la personalidad de casta, terruño y elaborador. Estoy seguro que no les dejará indiferentes. En todo caso ya saben que, como enochalados, están en su blog y pueden comentar sus impresiones en el sentido que sean. Y si no se corresponden con las mías, lo negaré todo.
¡Salud y buen vino!
Comentarios del personal