Ordenamos la cata en sentido contrario a los años, es dedir del 2012 al 2006. De la añada 2013 no se elaboró nada debido a la granizada caída y al daño producido.
Se sirvieron con una temperatura de inicio de 14º-16º y en tandas de dos añadas. La duración de la cata fue de dos horas y media y se mantuvieron todos los vinos a lo largo de la cata en sus copas con el fín de observar su evolución con varias tomas a lo largo de la misma.
Las uvas:
- Garnacha blanca: procede de la finca de San Gregorio Encina, plantada en 1980 en terrenos arcillo-calcáreos.
- Malvasía: procede del pago Las Anchas con suelos aluviales, pedregosos y arenosos, con edades que superan los 60 años.
- Viura: procedente de distintas zonas de Contino con terrenos aluviales y pedregosos con edades que van de los 30 a los 40 años.
Elaboración:
Tras la vendimia se inica el proceso de maceración en frío (skin contact) previo a la fermentación alcohólica que se desarrolla a bajas temperaturas en pequeños tanques «siempre llenos» de acero inoxidable. Cuando ya restan pocos azúcares por desdoblar el mosto/vino pasa a barricas nuevas en donde finaliza la fermentación.
Los vinos permanecen en crianza sobre sus lías que son removidas dos veces por semana hasta que se deciden trasegarlas y se saca el vino otra vez a depósito.
Ninguno de los vinos realizará la fermentación maloláctica para preservar la acidez.
Los vinos:
- Contino 2012. 13,52% vol.
85% Viura, 10% Garnacha blanca y 5% Malvasía.
Embotellado en julio de 2013. Salida al mercado en octubre de 2014.
Producción de 3.879 botellas. pH 3,47. Acidez total 4,86 gr/l
Crianza en barricas nuevas de 350 l. y 500 l. de roble francés durante 6-7 meses.
La cata:
Amarillo con menisco ligeramente dorado. Untuoso en agitación. Limpio y brillante. Madera medida y elegante. Lágrima fina y densa. Nariz con sutiles aportes de fruta amarilla, cítricos y frutos secos tostados. En boca muestra volumen y untuosidad. Muy buena acidez y un tanino sedoso.
- Contino 2011. 13,53% vol.
80% Viura, 15% Garnacha blanca y 5% Malvasía
Producción de 4.000 botellas. pH 3,12. Acidez total: 6,0 gr/l
Crianza en barricas nuevas de 350 l. y 500 l. de roble francés durante 6-7 meses.
La cata:
Similar en vista al 2012, pero con un menisco ligeramente verdoso. Notas de fruta amarilla y blanca (pera y manzana reineta) y el aporte de la madera más acentuado. Buena acidez y recorrido. Se nota que le queda vida por delante. Ligero amargor final.
- Contino 2010. 13,68% vol.
70% Viura, 20% Garnacha blanca y 10% Malvasía
Producción 5.968 botellas. pH 3,25. Acidez total: 5,1 gr/l
Crianza en barricas nuevas de 350 l. y 500 l. de roble francés durante 6-7 meses.
La cata:
Similar al 2011 en vista. En nariz destaca un aporte más floral (blancas) y mineral. Aunque en un principio está aún cerrado evoluciona muy bien en nariz. Boca con buena acidez, aún potente y una retronasal en la que las notas de madera predominan, pero de forma elegante, sobre el aporte frutal y floral.
- Contino 2009. 13,5% vol. El primero que salió al mercado.
60% Viura; 20% Malvasia y 20% Garnacha Blanca
Crianza fue de 5-6 meses en barricas de 500l. de roble francés.
Acidez total en gr/l Tartárico: 5,8; pH: 3,09
De este vino se elaboraron 6035 botellas
La cata:
Amarillo dorado. Lágrima fina y densa. Toque metálico y acerado. Precioso. Elegante nariz con un pelín de oxidación inicial que obliga a aireación.
Toques de membrillo y caramelo de miel. Buena acidez. Sutiles notas resinosas, que no molestan, aunque se esperaba más volumen. Mejor en nariz que en boca.
- Contino 2008. 13,8% vol.
60% Viura; 10% malvasía y 30% Garnacha Blanca
Crianza en barricas 500l .y sólo de robles francés y húngaros, además la crianza se alargó 2 meses, alcanzando los 7 meses de barrica.
Acidez total en gr/l Tartárico: 6,5; pH: 3,05
Sólo se elaboraron 1012 botellas de este blanco.
La cata:
Similar al 2009.En nariz aportes de tostados y trorrefactos, caramelo de «Viuda de Solano» -toffe-, pomelo rosa. Es necesaria también aireación para que despliegue toda su complejidad.
- Contino 2007. 13,9% vol.
51% Viura; 20% malvasía y 29% Garnacha Blanca
Crianza de 5 meses de crianza en barricas nuevas de robles americano, húngaro y francés, y se introdujeron también barricas de 500 l.
Sólo se elaboraron 1.300 botellas de este vino y no llegó a salir al mercado.
La cata:
Amarillo dorado con una lágrima fina y densa. Limpio. Principio huraño en nariz con toques de ligera oxidación. Toques tostados y fruta amarilla -membrillo fresco-. En boca se nota una madera más marcada, pelín agrio con aportes amielados y de fruta amarilla.
- Contino 2006. 14,4% vol.
60% Viura; 20% malvasía y 20% Garnacha Blanca
Crianza en barricas de roble nuevo americano, húngaro y francés de 225 y 500 litros durante 8 meses.
Acidez total en gr/l Tartárico: 4,55 ; pH: 3,29
La primera de las pruebas, de la que sólo se elaboraron 650 botellas.
La cata:
Amarillo dorado con lágrima fina y densa. Nariz compleja con notas tostadas, cacahué, sutiles cítricos, manzana y se nota la potencia de la viura. En boca buena acidez. Punto de golosidad, largo, envolvente, con volumen y elegante.
Conclusiones:
En relación con el tan «temido» uso de la madera en este caso es un aporte muy elegante acompañando a la fruta y a las notas florales, sin predominar sobre ella. Además el tratamiento de la madera es realmente excelente.
La aportación frutal prácticamente se mantiene en todas las añadas. En unas prevalecen notas florales, en otras frutales y en algunas un aporte mineral muy interesante. Se nota que son vinos con personalidad marcada por un terruño, una muy buena combinación de la utilización de las distintas uvas y un tratamiento de la madera elegante.
En cuanto a la longevidad, comentar que el 2006 está vivo, pero que muy vivo, así que de ahí para abajo se nota que existe una muy buena evolución aunque se observa un «cambio de tendencia» entre los años 2006-2009 sobre los 2010-2012, y en este caso, mientras el 2006 se mantiene vivo a lo largo de las dos horas de cata en copa, el 2012 no lo aguanta.
Me encantó el 2006 en conjunto, la nariz del 2009 y la boca del 2008. Del 2010 al 2012 son vinos aún por hacer y con muy buenas hechuras, aunque el 2012 muestra una evolución más rápida que 2010 y 2011.
Excelente cata en el que se puede observar perfectamente al evolución de los vinos a través de distintas añadas y comprobar cómo afectan los cambios de tipos de madera y proporción de uvas en el resultado final.
¡Salud y buen vino!.
Hola Mario,
me escama eso que comentas del cambio a partir de determinada añada. Que un vino de este tipo no esté orientado a evolucionar satisfactoriamente durante más de un lustro y que su consumo deba ser a corto plazo es para pensarselo.
Saludos,
Jose
Buenas Jose,
la verdad es que se observan diferencias entre esos dos grupos de añadas, aunque también es lógico en cuanto que cambia la proporición de uva -en este caso, varía sobre todo la viúra-, el volumen de barrica y la utilización del tipo de madera, pero no digo que no evolucionen satisfactoriamente en el tiempo, sino que, al menos la 2012 sucumbió antes a lo largo de la cata la cata que la 2006.
Pienso que estos vinos están orientados a evolucionar en el tiempo aunque las variaciones que puedan darse en las distintas añadas es lógico que los condicionen y unos tengan un mayor recorrido en el tiempo que otros.
Abrazotes
Hola Mario,
si es cosa de la añada, santo y bueno, que esto no es bebida efervescente a base de cola (sí, coca-cola 😉 ). Sería preocupante que fuera un rasgo general de este y otros muchos vinos el que tuvieran un recorrido tan corto. Bien fuera esto algo buscado o algo inevitable.
Saludos,
Jose
Con todo tengo 2011 y 2012 guardadas para probarlas cuando ud quiera acercarse
Tengo, tengo, tengooooo… 2009. A este paso tenemos para otra vertical 🙂
Saludotes,
Jose
¡Hecho!