La primera vez que tuve noticias de Oxer Bastegieta me vino a la cabeza la frase que oí, creo que fue a Roberto Oliván en el programa de Orlando Lumbreras, «Placeres Mundanos» de RN3, en la que definía a España como el «Nuevo mundo dentro del Viejo mundo vinícola europeo», y no podemos negar que en la actualidad nos encontramos en uno de los mejores momentos gracias a la inclusión de viticultores -reconozco que me gusta más la palabra francesa vignerons– cuya visión del vino que quieren hacer nace en la viña.
Releyendo estos días el libro de Isidro García del Barrio Ambrosy, «La Tierra del Vino de Jerez«, hablaba de la importancia de la trilogía Planta-Clima-Suelo, algo que ha sido entendido y aplicado por mucha de la savia nueva que ha surgido en los últimos años alrededor del mundo del vino. Sin el equilibrio nada es posible, bien sea desde el origen hasta el producto final que nos deja con los ojos y la boca abiertos cual emoticón.
Cuando lees la filosofía de trabajo de Oxer y el amor por dos zonas, como son su Kortezubi familiar (Bizkaia) y Laguardia (Álava), te viene a la cabeza la canción de Alejandro Sanz, aunque él, más que roto, lo tiene dividido y por supuesto tiene «Tiritas pa este corazón partió» con los vinos que elabora en ambas zonas y que comentaremos más adelante.
Si hay que marcar dos estapas en la vida «vinícola» de Oxer una sería el año 1999 cuando su padre le pide que elabore un txakolí a partir de una ha. de viña plantada cerca del restaurente familiar y la otra, el momento de su desplazamiento a Laguardia para estudiar un máster de viticultura y enología que hace que fije allí su residencia en el 2009.
En el 2010 compra un viñedo situado a 600 msm al sr. Dañobeitia en Elvillar denominado El Artillero, nombre que recibe del apodo de su antiguo propietario, artillero en la guerra civil.
Actualmente, Oxer cultiva 4,8 hectáreas repartidas en 16 parcelas localizadas en los municipios de Leza, Navaridas, Elciego, San Vicente de la Sonsierra, Elvillar y Laguardia (donde se encuentra la bodega) y en la que ha plantado una parcela siguiendo el modelo keyline de adaptarse a la orografía del terreno (una de las técnicas utilizadas en permacultura).
Oxer lidera uno de los proyectos más atípicos y personales de Rioja, empezando por las etiquetas de sus vinos, que conforman un universo único y sorprendente, trabajando estrechamente con Calcco, un premiado estudio de diseño de Logroño, al que pide que lleve al papel los poemas, canciones e imágenes que les envía.
Los vinos.
1.- Marko 2018.
Marko da el nombre al caserío familiar y reproduce en la etiqueta pinturas rupestres de las cercanas cuevas de Santimamiñe. Está elaborado con las variedades Hondabarri Zuri Zerratia -Petit Courbu- en un 60% y con Hondabarri Zuri -Gros Courbu- en un 40%. Producción: 9.000 botellas
Producción: 9.000 botellas
Los viñedos se encuentran en Kortezubi, un pequeño pueblo de Vizcaya cercano a la costa, famoso por sus cuevas prehistóricas patrimonio de la Unesco. Suelo del viñedo arcillo-calcáreo.
Vinificación: Fermentación espontanea en depositos de inox con sus propiaslevaduras. El vino permanece 3 meses en contacto con sus lías con bâtonnages periodicos que aportan un mayor caracter.
La cata:
Amarillo verdoso brillante con lágirma fina y densa. Aromas frescos y furtales (manzana), sensaciones cítricas (pomelo) con puntos anisados y recuerdos florales intensos de azahar. En boca muestra untuosidad, tensión, complejidad, frescura y longitud.
Marko 2018
Marko 2018 contra
2.- Marko Gure Arbasoak 2018.
Elaborado con un 45% de Hondarribi Zuri Zerratia (Petit Courbu), un 45% de Hondarribi Zuri (Gros Courbu) y un 10% de Izkiota Txikia (Petit Manseng) de viñedos situados en Kortezuri, cercanos a la costa, y sobre suelos arcillo-calcáreos. 13% vol.
Su nombre, al igual que Marko, está también dedicado a a casa familiar, aunque este vino va en recuerdo de los antespasados de Oxer ya que «Gure Arbasoak» significa «Nuestros Ancestros».
Vinificación: 50% con fermentación espontánea en depósitos de inox y el otro 50% fermentado en barricas usadas de roble francés de 500 l. Terminada la fermentación el vino envejecerá durante 8 meses en contacto con sus lías en barricas de roble francés usadas de 500 l.
La cata:
Amarillo intenso en vista. Limpio y brillante. Muy atractivo. Aromas protagonizados por las sensaciones de fruta blanca (manzana), toques salinos y aportes minerales acopañados de toques ahumados. Boca con excelente acidez. Se muestra largo, complejo, envolvente, cremoso y con volumen. La retronasal es pura elegancia y equilibrio con sensaciones de sapidez que le aportan frescura. Excelente.
Marko Gure 2018
Marko Gure 2018 contra
3.- Iraun 2017
Cambiamos de zona y nos vamos a la DOCa Rioja de la mano de este vino blanco elaborado con uvas 97% viura y 3% garnacha blanca de un viñedo de 1 ha. plantado en 1919 en la localidad de Elvillar (Rioja Alavesa) a 600 msm sobre suelos arcillo-calcáreos en la que conviven viñas de tempranillo, viura y garnacha blanca, tal y como se hacía antiguamente. Rendimiento 3.000 kg/ha. 12,5% vol.
El nombre, Iraun viene del euskera del verbo Perdurar ya que Oxer plantea un vino blanco envejecido en barrica, pero en el que quiere preservar su frescura y sutileza en el tiempo.
En la etiqueta se refleja un «Oroboro«, una serpiente que se muerde la cola haciendo un guiño a la eternidad, refiriéndose a que en el principio está el fin.
Vinificación: fermentación alcohólica espontánea con sus levaduras en depósitos de inox, buscando una hiperoxidación a la hora de prensar. Una vez finalizada el vino pasa a tinajas y a barricas usadas de roble francés en las que permanecerá 12 meses.
La cata:
Color amarillo dorado, intenso y limpio. Aromaticamente despliega un abanico de aromas en el que econtramos sensaciones de fruta amarilla (membrillo, piña), toque de coco, miga de pan, mantequilla y brioche. Elegante boca que se muestra untuosa, larga, elegante, con volumen y con un ligero toque goloso al final. Excelente.
Iraun 2017
Iraun 2018 – 2
4.- Artillero 2017
Elaborado con un 100% de uvas tempranillo de la parcela de la parcela de Elvillar de la que hablamos antes en relación con Iraun. 14% vol.
Fermenta espontáneamente con sus propias levaduras en barricas usadas de roble francés de 500 l., en ánforas y en huevo de hormigón. Fermentación maloláctica en barricas usadas y crianza durante 13 meses en barricas usadas de roble francés.
Su nombre viene del antiguo propietario del viñedo, que fue artillero en la guerra civil, y se quedó con el apodo. Oxer le rinde este homenaje por el buen cuidado que le dio a esta viña de 99 años.
La cata.
Color picota de capa media-alta y lágrima fina y densa. Precioso. Aromas de fruta negra, aportes balsámicos, ligera punta de verdor, sensaciones de café, flores azules (violetas), punta de incienso, notas minerales (caliza) y recuerdos de cuero y trufa. Boca con exclente ataque y acidez que lo hace fresco, complejo, con tensión y volúmen. Exclente y compleja retronasal.
Artiellero 2017
Artillero 2017 – 2
Artillero 2017 contra
5.- Suzzane 2016
Elaborado con 100% garnacha de un viñedo situado en Cárdenas (Rioja Alta) de 3 ha y plantado en 1903 a 580 msm sobre suelos arcillo-ferrosos con algo más del 10% de piedra. Rendimientos de 2.000 kg/ha. 14,5% vol.
Su nombre se debe a la canción de Leonard Cohen en el que se realiza una oda a la mujer.
Fermentación espontánea con sus levaduras en barricas usadas y abiertas de 500 l. de roble francés, en ánforas y en huevo de hormigón. Maloláctica en barricas usadas y hormigón. Crianza durante 13 meses en barricas usadas de roble francés.
La cata:
Color picota de capa alta. Muy atractivo. Lágrima fina y lenta. Aromas complejos que van de las notas de frutas negras a los cacaos, de las sensaciones de violetas al monte bajo o de los aportes minerales a la flor de lavanda. En boca muestra un buen ataque, fresco y con un tanino al que le falta pulirse, necesitando, desde mi punto de vista más tiempo en botella. Con todo presenta excelentes mimbres para ser un gran vino con algo más de tiempo. Sí, no me lo digan, una excusa para volver a probarlo.
Suzzane 2016
Suzzane 2016 – 2
Suzzane 2016 contra
6.- Kalamity 2016
Elaborado con las variedades tempranillo (48%), garnacha (48%), viura (2%) y garnacha blanca (2%) de los viñedos de Elvillar ya comentado al estar plantado de forma mixta tal y como se hacía anteriormente; y de los viñedos de Cárdenas de los que hablamos al comentar Suzzane. 14% vol.
Su nombre y su llamativa etiqueta expresan la admiración de Oxer por Shakespeare. «honi soit qui mal y pense» (sobrevenga la deshonra al que malpiensa) proviene de la obra «El Reino del Rey Eduardo III».
Realiza una fermentación espontánea con sus propias levaduras en barricas usadas de 500 l. de roble francés, ánforas y huevo de hormigón. Maloláctica en barricas usadas y crianza durante 12 meses en barricas usadas de roble francés.
La cata:
Picota de capa alta, casi opaco. Lágrima densa y fina. Impresionante. Aromas complejos de fruta negra, notas minerales, cacao y torrefactos, flores azules, toques lácteos y apuntes balsámicos. En boca es largo, complejo, con excelente acidez, pero aún con dar lo mejor de sí mismo mostrándose aún potente y rugoso. Si me permiten, otro vino para recatar, porque lo que se dice prometer, promete y mucho. ¡Dejémosle un tiempo para que de lo mejor de sí!.
Kalamity 2016
Kalamity 2016 lacre
Kalamity 2016 contra
En resumen, un excelente recorrido por los vinos de Oxer Bastegieta marcados por castas y terruños y muy bien definidos en la parte de bodega. Txakolís que se alejan de la típica elaboración de consumo inmediato marcado por la aguja y la acidez, consiguiendo volúmen, untuosidad, complejidad y equilibrio.
En Rioja parte de un blanco combinando la crianza en madera con ánforas, y en un futuro, quizás con alguna bota jerezana, que no te deja indiferente, marcado por una magnífica acidez y una mineralidad que el aporta longitud al vino. No en vano su nombre nos habla de «eternidad».
En cuanto a los tintos son vinos vivos e intensos, complejos y en los que la fruta y las sensaciones florales se conjugan a la perfección con una crianza que «mima» las aportaciones primarias sin enmascararlas.
En defintiva un gran trabajo.
Nos quedaría hablar de un vino que elaboran a partes iguales Oxer Bastegieta con garnacha centenaria de Rioja Alavesa (viñedo del año 1.903), tempranillo muy viejo de Rioja Alta (viñedo del año 1.922), viura, garnacha blanca e Imanol Garay con aportaciones de cabernet franc, tannat, petit courbu y petit manseng, todas de origen Madiran y vinificado en Madiran. Siento dejarles la miel en la boca, pero irá en el próximo post en el que comentaré los vinos de Imanol Garay.
Espero que no sólo hayan disfrutado con este post, sino que les animo a hacerlo también con los vinos de Oxer, alguen que hizo suyas las palabras que un día le dijo Paco Ibáñez: “No dejes de soñar nunca. Si dejas de soñar, empiezas a morir”.
Podríamos decir -y no exageramos- que El Outsider 2017 es un vino de garaje elaborado por Carlos Mazo e Isa en una pequeña bodega situada en Aldanueva del Ebro dentro una zona cálida, seca y llana con suelos aluviales de cantos rodados que forma parte del Valle del Ebro en La Rioja Baja , Vinos en Voz Baja, aunque quizás la mejor definición del vino sea la que utilizan sus «padres»:
No sabemos como definir El Outsider. Quizá sea lo peor que hacemos, lo más astringente y desequilibrado, lo más verde, o sobremaduro…o simple y llanamente sea lo mejor. Queríamos hacer un vino. Lo guardamos en garrafones de cristal porque no encontramos otro sitio mejor, y desde entonces no hemos encontrado sitio mejor. Y cuando lo fuimos a embotellar pensamos que si añadiamos sulfuroso revolveríamos la parte más turbia que ya estaba en el fondo de la damajuana así que no se lo añadimos. Se llama así, como una canción de nuestro cantante favorito Ángel Stanich, y la etiqueta está inspirada en uno de sus E.P.
El vino.
Damajuana nº 15 y botella nº 17. 14% vol. DOC Rioja.
Elaborado con uvas garnachas de viñas viejas en vaso y «pinceladas» de la uva blanca pasera la fermentación se realiza en barricas destapadas con parte del raspón en las que se pisa la uva y se realizan dos bazuqueos al día. Tras unos días el vino es llevado a damajuanas de cristal hasta el embotellado.
La cata.
Precioso color picota brillante con ribete carmesí y una lágrima fina y lenta.
Aromas en los que el protagonista es la fruta negra madura junto con aportes de regaliz y grafito.
Boca carnosa, fresca con muy buena acidez y un carbónico «jugetón», vivo, pero sin molestar. Largo, ligeramente astringente y con sensación tánica. Tiene nervio y tensión, cuerpo y volumen, y un deje final ligeramente amargoso que me devuelve a las sensaciones de regaliz con sutiles aportaciones mentoladas.
Me ha encantado. Si encuentran, no se lo dejen escapar.
Dice un entrañable amigo que un buen vino mejorará con el tiempo, pero está empíricamente demostrado que el que no irá a mejor sería él, y por lo tanto es mejor disfrutar de los vinos sin esperar a grandes guardas.
Estoy en parte de acuerdo con él y de un tiempo a esta parte intento no guardar mucho los vinos y disfrutarlos lo antes posible, sin que ello derive en infanticicios vinícolas.
En este caso el no haber seguido su máxima ha tenido como consecuencia el poder disfrutar y comprobar la evolución de un vino elaborado en Samaniego por Bodegas Fernando Remírez de Ganuza hace 16 años: su Reserva 2001.
Elaborado con un 90% tempranillo y un 10% graciano de viñas de más de 60 años situadas en Elciego, Leza, Samaniego y Laguardia. Se realiza una selección manual del racimo y grano, separando los hombros de las puntas y utilizando exclusivamente los primeros para la elaboración de este vino.
Realiza la maloláctica en barrica de roble francés nueva (80%) y de roble americano nuevo (20%) y una crianza de 21 meses.
D.O.C. Rioja. PVP: Su añada actual 2009, 47 €.
La Cata:
A pesar de esos 16 años que lleva a sus espaldas, presenta un bonito color central cereza picota que va abriéndose a tonos teja en los extremos. Lágrima fina y densa.
Complejo en fase olfativa con un despliegue de aromas que van desde fruta roja en licor a notas lácteas, acompañadas de sutiles tostados, cacao, tabaco, cuero, carne cruda y sutiles apuntes de tapenade.
En boca muestra un excelente buquet que ve ampliada su intensidad tras su pase en vía retronasal. Largo, equilibrado y con buena acidez. Sensación sedosa, elegante y aún con un punto de tanino goloso.
Excelente trabajo de Fernando que vale lo que cuesta.
Y podemos concluir «tuneando» el castizo refrán y dejarlo en «No dejes para mañana, lo que puedas disfrutar hoy».
¿Qué contar de las Bodegas López de Heredia que no se haya escrito ya? Para mí la primera vez que visité la bodega gracias a un encuentro de foreros de Verema -mi casa materna- hace ya unos añitos, supuso el econtrarme con el vino, mejor dicho, con el VINO cara a cara. Nunca hasta encontes había visitado una bodega «histórica», de las que marcan un estilo y además mantienen la calidad de sus elaboraciones bajo criterios personales establecidos a lo largo de varias generaciones en los que todo tiene su por qué.
Tuve el placer de conocer a Mercedes y a Mª José López de Heredia, y la suerte de que Mª José hiciera de «cicerone» para mostrarnos no sólo la bodega, sino sus viñas ¡mon Dieu!. Hasta ese momento las bodegas que había visitado se limitaban a enseñarte las insalaciones y pocas te hacían «patear» por los viñedos. ¡Ah, terroir, terruño! tan repetido, exigido, y muchas veces oculto que hace que el «néctar de dioses» nos hable de la tierra madre, de su origen y del que muchos aún reniegan en pro de la «pipeta bodeguera», laboratorio que a veces intenta crear su propio «ente vinícola».
Pero no sólo descubrí un laberinto de bodegas, la fabricación de las propias barricas in situ o el uso de la madera usada, sino que aprendí que los vinos blancos pueden durar casi eternamente. Allí pude probar su GR blanco de 1964. ¿Se puede levitar?, lo afirmo. Allí lo hice y quedó grabada en mi memoria esas sensaciones que sólo se repiten en vinos «imposibles».
Hoy quiero recomendaros, no su Gran Reserva -que también-, sin una elaboración de otro blanco, más «modesto», vamos a decir, su Gravonia 1994, pero que a más de uno amante de los blancos marcados por la periodicidad «anual» le desconcertará. Lo primero les asombrará que esté vivo con unos cuantos años a sus espaldas y lo segundo su complejidad, su estructura, su abanico de matices.
Elaborado con una 100% viúra, la uva blanca riojana por exelencia y una crianza durante 4 años en barricas de roble viejo.
Cata:
Precioso color amarillo intenso con dejes dorados, vivo, limpio. Llamativo si estamos hablando de un blanco con esos años a la espalda, aunque de esta bodega eso no es nada extraño.
Nariz limpia con notas de membrillo, apuntes cítricos y sutiles aporte de miel. Toques de frutos secos y recuerdos de alacena «fina». Aporte de bollería y sutiles especiados. ¡Qué complejidad y sigue VIVO!
En boca se mantiene fresco con una acidez que sorprende despés de 20 años. Muestra un excelente recorrido y una retro de ensueño. Larga, compleja, para hacernos reflexionar, para beber sin aburrir, sin cansar y sin dejar de sorprender los matices que se pueden encontrar. No cansa, sino que te pide más.
Si tienen pensado hacer un viaje para conocer una bodega, no lo duden y acérquense a Haro al Barrio de la Estación y sucumban al encanto de López de Heredia. Me lo agradecerán.
No tengo el placer de conocer en persona a Roberto Oliván de Tentenublo Wines, aunque sí su voz en las ondas a través de la entrevista realizada por Orlando Lumbreras para el extinto programa Placeres Mundanos de Radio 3 -del que sus fieles esperamos una segunda parte más pronto que tarde- y del que os dejo enlace, puesto que merece la pena que lo escuchéis -antes o después de seguir leyendo- con el fín de desentrañar algunos de los misterios que encierran los vinos de Tentenublo Wines.
Hombre amante de su pueblo (sólo escuchenlo hablar de Viñaspre, pedanía de Lanciego en La Rioja Alavesa), apegado a su tierra y a sus tradiciones, Roberto Oliván plasma en sus vinos aquello que añora en los vinos riojanos actuales: frescura, sencillez, disfrute de inicio a fin, fruta y trago largo. Quizás muchos de nosotros no estemos acostumbrados a algunos de ellos puesto que nunca probamos los vinos que se elaboraban en La Rioja hace 40 años, y puede que los encontremos toscos, aunque yo sustituiría el término por vinos nacidos de la tierra sin ser disfrazados de nada que los aleje de la autenticidad.
Con 32 años, Roberto se hizo cargo de las viñas de su familia con 16 y ha recorrido un largo camino preparándose, escuchando a los mayores, observando a la naturaleza y trabajando para otros con el fin de tener la seguridad de poder hacer frente a su proyecto personal. Hoy, con escasas añadas propias a sus espaldas, pero con decisiones meditadas a la hora de cuidar sus viñas y elaborar sus vinos, esa idea es toda una realidad.
En la actualidad posee 22 parcelas, 7,5 Ha, en las que trabaja huyendo de artificios, «venenos» agrícolas que facilitan la labor, pero masacran la tierra y se centra en realizar una viticultura tradicional con las únicas armas del azufre y el cobre para hacer frente a enfermedades de la viña, y eso ha hecho que haya vuelto el Ardacho a parajes como Las Guillermas o al Abundillano.
Tal vez estemos valorando unos vinos que no son más que el inicio de lo que auguro como una gran proyección en el tiempo (es su tercera añada). Ahora es fácil que algunos de sus vinos no se entiendan, pero la búsqueda de sencillez, no ajena a complejidad, y de acidez marcan en ellos un «∝» para una progresión que realmente nos dará que hablar de Roberto Oliván y Tentenublo Wines. En estas primeras elaboraciones aún estamos en fase de fijación y no en valde la primera añada 2010 de Las Guillermas cambió su composición inicial pasando de un tempranillo 100% a un ensamblaje de 60% tempranillo y 40% viúra en la 2011 buscando siempre esa acidez que posibilite una mejor evolución en botella.
En palabras de Roberto Oliván, hay que observar, corregir lo que consideremos que tenemos que cambiar y volver a observar para ver si las correcciones han surtido los efectos deseados.
Tiempo al tiempo y … observen.
Los vinos de Roberto Oliván.
1.- Údico 2014 (D.O. Txakolí de Álava).
Variedades: 100% Hondabarri Zuri. Edad del viñedo: 10 años.
Suelo de origen aluvial con depósitos marítimos y fluviales a 1,5 m. de profundidad.
Elaboración: Prensado de bajo rendimiento con prensa vertical. Fermentación espontánea en barricas de castaño de 600 l., sin desfangar previamente. Duración de la fermentación: 3 meses de manera ininterrumpida. Sin trabajo de batonage de lías. Embotellado en abril de 2015. Nº de botellas: 1.320.
Cata:
Llamativo color amarillo con reflejos verdosos. Brillante, untuoso en agitación. Nariz en la que los toques florales, minerales (calizas), cítricos y salinos se acompañan no sutiles notas tostadas. En boca muestra muy buena acidez, graso, elegante recorrido y con un ligero amargor final. Tal vez sea lo que podíamos definir como un Txakolí alejando de los parámetros establecidos en este tipo de vinos. Con todo una muy buena elaboración.
Variedades: 60% Malvasía riojana (alarije), 30% Jaen blanca y 10% Viura. Edad del viñedo de 35 a 100 años.
Suelos poco profundos con una roca madre arenisca y con paquetes de margas de baja intensidad superficial (25-50 cm.)
Elaboración: Fermentación espontánea en barricas de 500 l. de roble húngaro y de 300 l. de roble americano durante 5 meses de manera ininterrumpida. Sin trabajo de batonage de lías. Embotellado en abril de 2015. Nº de botellas: 1.866.
Cata:
De color amarillo dorado, brillante. Lágrima fina y densa. Limpio y untuoso en agitación. Nariz con aporte de notas tostadas, florales, cítricas y un acompañamiento de vainillas. De mediana intensidad aromática. En boca muestra buena acidez y entrada grasa con una retro marcada por las notas tostadas y florales acompañadas de sutiles aromas de toffe, si bien queda un poco corto. ¿Descorchado demasiado pronto -acababa de salir al merdado-?. Desde mi punto de vista no hay duda de que merece una segunda oportunidad para comprobar su verdadero potencial.
3.- Xérico 2014 (D.O.C. Rioja).
Variedades: 80% Tempranillo y 20% Viúra. Edad del viñedo de entre 15 y 50 años.
Suelos de margas calizas en laderas de erosión.
Elaboración: Fermentación espontánea en tinas abiertas de inox de distintas capacidades (2.000, 1.000 y 500 l.). Bazqueos suaves con los pies. Maloláctica y crianza en barrica de roble francés durante 6 meses. Embotellado en mayo de 2015. Nº de botellas 6.977.
Cata:
Bonito color picota de capa media. Lágrima fina y densa que tinta la copa. En nariz ligeros toques de reducción que dejan paso a aromas de fruta roja, café, balsámicos (regaliz) y cacao. Boca fresa, sencilla y muy agradable. Buena acidez con un toque tánico que no molesta y un tanino ligeramente goloso.
Fue un vino que no se entendió por algunos de los asistentes y que a mí, personalemnte, me pareció distinto, algo recio pero muy disfrutable y que fue de menos a más a lo largo de la cata.
4.- Tentenublo 2013 (D.O.C. Rioja).
Variedades: Tempranillo y otras. Edad del viñedo entre 40 y 100 años.
Clima: Añada de gran influencia atlántica en una zona poco abrigada y expuesta a los rigores del viento del Norte.
Suelos: Situado a 600 m.s.m. Poco profundos con roca madre arenisca y paquetes de margas de baja intensidad muy superficial (25-50 cm). Suelos de color marrón de ligera tendencia al rojizo con niveles da arena entorno al 40% y alto contenido en óxido ferroso. Superficie de plantación: 0,62 Ha.
Elaboración: Fermentación espontánea en tinas abiertas de inox de distintas capacidades (2.000, 1.000 y 500 l.). Bazqueos suaves con los pies. Maloláctica y crianza en barrica de roble francés durante 10 meses. Embotellado en agosto de 2014. Nº de botellas 8.000.
Cata:
De color picota media-alta. Brillante. Lágrima fina y lenta. Nariz que necesita ser aireada para dejar paso a notas de ftura, cacao, carbón y apuntes minerales. Complejo. En boca mantiene una excelente acidez y muy buena estructura. Es largo en retronasal en la que las notas olfativas se mantienen. Aún le falta pulirse, pero las trazas son muy buenas. Lo dicho, démosle tiempo.
5.- Escondite del Ardacho. Las Guillermas 2013 (D.O.C. Rioja).
Variedades: Tempranillo de 0,4 Ha. y Viúra de 0,22 Ha. Edad del viñedo: 64 años.
Suelos con buena profundiad útil, mayor de 150 cm., con ligera pendiente longitudinal que favorece el drenaje. En zonas puntuales de la parcela el suelo está formado por cantos rodados procedentesw de la erosion de relives superiores (gravas margosas). Situado a 400 m.s.m.
Elaboración: Despalillado y con fermentación espontánea en recipientes abiertos. Bazuqueos sauves y crianza en barricas de roble francés de segundo año durante 9 meses y sin trasiegos. Embotellado a finales de julio 2014 sin clarificación ni filtración. Nº de botellas: 630.
Cata:
Preciosa vista con un color picota de capa media-alta brillante y llamativo. Lágrima fina y densa. Nariz compleja con aromas a fruta roja, cacaos, apuntes balsámicos y notas minerales. Elegante. Boca marcada por una excelente acidez. Tanino goloso, pelín cálido y con excelente recorrido. Muestra estructura, músculo y al final crea una verdadera adicción. Excelente, aunque estoy seguro que mejorará todavía más con el tiempo. No tengamos prisa.
6.- Escondite del Ardacho. El Abundillano 2013 (D.O.C. Rioja).
Variedades: Garnacha, Tempranillo, Malvasía y otras. Superficie de plantación: 0,95 Ha. Edad del viñedo de entre 90 y 105 años.
Suelos de margas y areniscas. Llanos y poco profundos con una roca madre de arenisca y con paquetes de margas de baja intensidad. Situado a 590 m.s.m.
Elaboración: Fermentación espontánea en tinas abiertas de madera de 225 l. con un despalillado parcial del 80%. Bazuqueos suaves y crianza en barricas de segundo vino de roble húngaro durante 9 meses sin trasiego alguno. Embotellado en julio de 2014 sin clarificación y filtración. Nº de botellas: 1.295.
Cata:
Mantiene una impresionante y atractiva capa media-alta. Bonito, oiga. Qué entra por los ojos. Nariz elegante y compleja: fruta roja y negra, sutiles tostados, apuntes balsámicos y notas de laurel. Elgante boca con una excelente acidez, fresco, con un tanino goloso y mantenindo estructura y complejidad. Un vino, como su hermano que promete un excelente recorrido en el tiempo.
Tiempo, siempre tiempo.
Fotos: Roberto Oliván, Fernando Maudos (http://fernandomaudos.blogspot.com.es) y del autor.
Esta mañana, hablando con dos buenos amigos y enochalados de «pro», comentábamos que afortunadamente estamos en un momento excelente en España habida cuenta de la cantidad de gente jóven -y no tanto- que están aportando con sus elaboaraciones un aire nuevo a este mundo tan complicado -y de momento estancado en apenas 16 l. por cabeza y año- como es el del vino.
Con todo, y siempre que tocamos el tema, me gustar echar la vista atrás en busca de aquello que definimos como clásico, y si esto es un blog de vinos mi mirada acaba casi siempre -para bien o para mal- en La Rioja al tratar de elaboraciones «tranquilas».
Bodegas Hermanos Peciña, asentada en San Vicente de la Sonsierra desde 1992, cuenta con 50 ha. de viñedo propio y empezó elaborando vinos de cosechero, dando su paso a la elaboración de vinos con crianza en 1997 con la construcción de una nueva bodega que cuenta con instalaciones para una capacidad de elaboración de 1.000.000 kilos de uva, 4.500 barricas de roble americano perfectamente acondicionadas en tres naves subterráneas y dos naves de envejecimiento con capacidad para 500.000 botellas.
El viñedo, situado en las estribaciones de la Sierra Cantabria a una altura media de 500 metros, es mayoritariamente de tempranillo, aunque cuenta también con parcelas de garnacha tinta y cepas aisladas muy viejas de graciano. En blanco, la casta mayoritaria es la viúra. Las parcelas, a menos de 10 km. de la bodega, tienen nombres tan apegados al terreno como: Salinillas, El Codo, La Liende, La Veguilla, La Peña, La Tejera, el Llano o Valseca.
Y una vez hechas las presentaciones, creo que corresponde pasar a comentar sus vinos.
Los vinos.
1.- Señorío de Peciña 2013
Elaborado con la uva viúra. 12,5 % vol. PVP: 7 €
La cata:
Amarillo pajizo con tonos acerados. Limpio y brillante.
Nariz con predominio de las notas de fruta blanca y la flor de acacia junto con apuntes cítricos. Agradable y fresca.
En boca se muestra fresco y con una buena acidez que incluso te hace salivar. Retronasal con notas de fruta, flores y cítricos. Rico y disfrutable. Recorrido de mediana intensidad y con un final ligeramente amargoso que te pide más. Sencillo y correcto.
2.- Chobeo de Peciña 2011
Variedad 100% viúra. 12,5 % vol. Fermentación alcohólica con battonages diarios durante un mes en barricas nuevas de roble americano. Fermentación maloláctica, y tras un trasiego, realiza la crianza de 2 meses en la misma barrica. PVP: 10 €
La cata:
De color amarillo con reflejos alimonados. Limpio y brillante. Untuoso en agitación. Bonito.
En nariz las notas de crianza dejan en un segundo plano el aporte frutal del que destacan la notas de fruta blanca y sutiles anisados. Ligeras notas ahumadas y cítricas con toques lácteos.
En boca muestra buena acidez, untuosidad y volumen con una retronasal marcada por las notas de crianza (mantequilla y tostados). Final de mediana intensidad.
Vino si defectos pero tal vez se echa en falta más frutosidad.
3.- Señorío de Peciña 2010
Elaborado con las uvas tempranillo (95%), graciano (3%) y garnacha (2%). PVP: 10,45 € (IVA incluido)
Crianza de 24 meses en barrica de roble americano envinadas previamente. Cada 6 meses se ha realizado un trasiego para evitar de forma natural los posos y filtrados. Descansó en botella 18 meses.
La cata:
De atractivo color picota de capa media y menisco rubí con reflejos azulados.
Nariz en la que destacan las notas de frutos negros y rojos en buena armonía con los aromas de la vainilla, los sutiles tostados y los apuntes balsámicos (regliz). Notas de tabaco y ahumados que acaban dando complejidad al conjunto olfativo.
En boca muestra un buen ataque y acidez. Taninos golosos y presentes, pero sin ser agresivos. Elegante y fresco.
Retronasal de buena intensidad marcada por el aporte frutal y la crianza. Sedoso y muy agradable de beber.
Ha permanecido 3 años en barrica de roble americano, periodo en el cual se han realizado 6 trasiegas mediante el método tradicional por gravedad y decantación llamado de “barrica a barrica”, obteniendo así una sedimentación de posos de forma natural, y evitando de esta forma clarificaciones y filtrados. Después de su estancia en barrica, ha permanecido un mínimo de 18 meses en botella.
La cata:
Preci0so color rubí de capa media-baja con un ribete atejado. Limpio y con una lágrima fina y viva.
Aromas de buen buquet aunque sigue mostrando cierto aporte frutal, pero dejando paso al aporte de notas de hojarasca, cuero y sutiles vainillas. Sutiles aromas de caja de puros y carne. Elegante.
En boca tiene un excelente ataque. Fresco, largo y con un tanino dulce. Mantiene una viva acidez que le pronostican vida por delante. De trago largo y con un alcohol muy bien integrado que lo hacen redondo y de pleno disfrute.
Permanece 36 meses en barricas de roble americano de una edad media de 4-5 años, recibiendo 6 trasiegas por el método tradicional de gravedad y decantación, y posteriormente descansa en botella un mínimo 18 meses.
La cata:
Bonita capa clásica de un reserva riojano: rubí con intensidad media-baja y menisco atejado. Lágrima viva y fina.
En nariz necesita un poco de aireación, pero desde el inicio se atisban buenos aromas de buquet. Notas de guindas en licor, toques de cuero y tabaco junto con sutles aportes minerales y de la crianza en barrica que le aportan estructura y complejidad.
Boca elegante mostrándose largo en intensidad y con un tanino goloso y fresco. Retronasal con predomino de las notas de buquet y los aromas terciarios. Buena acidez. Elegante y seductor. Muy disfrutable y de trago largo.
6.- Chobeo de Peciña 2007
100% tempranillo. 13,50 %vol. PVP: 23 €
Fermentación alcohólica que dura aproximadamente 15 días, con una maceración posterior de unos 20 días. Seguidamente, el vino se introduce en barricas nuevas de roble americano durante 9 meses, donde cada tres meses se realiza una trasiega manual por el método tradicional de gravedad y decantación.
La cata:
Picota de capa media con menisco ligeramente rubí. Limpio y con lágrima fina y densa.
Aromas con predominio de las notas de fruta negra y balsámicos (regliz) junto con aporte de notas mentoladas. Sutiles tostados y vainillas, toques especiados y ligeras notas de almizcle.
Buena acidez en boca. Se muestra equilibrado, sedoso y con un tanino goloso. De buena intensidad y recorrido con una retronasal en el que el predominio de la fruta negra y las notas balsámicas sobresalen. Rico y para dejar un par de años más en botella si el ansia se lo permite.
Conclusiones:
Como bien digo en el título del post las elaboraciones de esta bodega, aún con el toque de, vamos a llamarle, «autor» en cuanto a su gama Chobeo, no dejan de reflejar una forma clásica de elaboración del vino riojano que muchas veces acabamos de echar en falta entre tanto vino bajo el influjo de modas, gurús o concursos con cierta influencia. Vin0s con una buena relación calidad/precio tanto en los blancos como en los tintos, con un tratamiento correcto de la madera con el fin de no quitar protagonismo a la fruta, de trago largo y muy disfrutables.
He de reconocer que no tenía el gusto de conocer ni la bodega ni sus vinos, pero una vez catados me han parecido un buen descubrimiento que les recomiendo, aunque, como bien saben, en este blog cuentan con plena libertad de elección, faltaría más.
Espero que hayan disfrutado y si tienen comentarios que los aporten con toda confianza puesto que no hace falta que les diga… que están en su blog.
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