De copa en boca: Remírez de Ganuza Reserva 2001

De copa en boca: Remírez de Ganuza Reserva 2001

Dice un entrañable amigo que un buen vino mejorará con el tiempo, pero está empíricamente demostrado que el que no irá a mejor sería él, y por lo tanto es mejor disfrutar de los vinos sin esperar a grandes guardas.

Estoy en parte de acuerdo con él y de un tiempo a esta parte intento no guardar mucho los vinos y disfrutarlos lo antes posible, sin que ello derive en infanticicios vinícolas.

En este caso el no haber seguido su máxima ha tenido como consecuencia el poder disfrutar y comprobar la evolución de un vino elaborado en Samaniego por Bodegas Fernando Remírez de Ganuza hace 16 años: su Reserva 2001.

Remirez de Ganuza R2001

Elaborado con un 90% tempranillo y un 10% graciano de viñas de más de 60 años situadas en Elciego, Leza, Samaniego y Laguardia. Se realiza una selección manual del racimo y grano, separando los hombros de las puntas y utilizando exclusivamente los primeros para la elaboración de este vino.

Realiza la maloláctica en barrica de roble francés nueva (80%) y de roble americano nuevo (20%) y una crianza de 21 meses.

D.O.C. Rioja. PVP: Su añada actual 2009, 47 €.

La Cata:

A pesar de esos 16 años que lleva a sus espaldas, presenta un bonito color central cereza picota que va abriéndose a tonos teja en los extremos. Lágrima fina y densa.

Complejo en fase olfativa con un despliegue de aromas que van desde fruta roja en licor a notas lácteas, acompañadas de sutiles tostados, cacao, tabaco, cuero, carne cruda y sutiles apuntes de tapenade.

Remirez de Ganuza 2001

En boca muestra un excelente buquet que ve ampliada su intensidad tras su pase en vía retronasal. Largo, equilibrado y con buena acidez. Sensación sedosa, elegante y aún con un punto de tanino goloso.

Excelente trabajo de Fernando que vale lo que cuesta.

Y podemos concluir «tuneando» el castizo refrán y dejarlo en «No dejes para mañana, lo que puedas disfrutar hoy».

¡Salud y buen vino!.

Fotos: bodega y autor.

Bodega Hermanos Peciña o el clasicismo riojano bien entendido

Bodega Hermanos Peciña o el clasicismo riojano bien entendido

Esta mañana, hablando con dos buenos amigos y enochalados de «pro», comentábamos que afortunadamente estamos en un momento excelente en  España habida cuenta de la cantidad de gente jóven -y no tanto- que están aportando con sus elaboaraciones un aire nuevo a este mundo tan complicado -y de momento estancado en apenas 16 l. por cabeza y año- como es el del vino.

Peciña

Con todo, y siempre que tocamos el tema, me gustar echar la vista atrás en busca de aquello que definimos como clásico, y si esto es un blog de vinos mi mirada acaba casi siempre -para bien o para mal- en La Rioja al tratar de elaboraciones «tranquilas».

Bodegas Hermanos Peciña, asentada en San Vicente de la Sonsierra desde 1992, cuenta con 50 ha. de viñedo propio y empezó elaborando vinos de cosechero, dando su paso a la elaboración de vinos con crianza en 1997  con la construcción de una nueva bodega que cuenta con  instalaciones para una capacidad de elaboración de 1.000.000 kilos de uva, 4.500 barricas de roble americano perfectamente acondicionadas en tres naves subterráneas y dos naves de envejecimiento con capacidad para 500.000 botellas.

Peciña

El viñedo, situado en las estribaciones de la Sierra Cantabria a una altura media de 500 metros, es mayoritariamente de tempranillo, aunque cuenta también con parcelas de garnacha tinta y cepas aisladas muy viejas de graciano. En blanco, la casta mayoritaria es la viúra. Las parcelas, a menos de 10 km. de la bodega, tienen nombres tan apegados al terreno como: Salinillas, El Codo, La Liende, La Veguilla, La Peña, La Tejera, el Llano o Valseca.

Y una vez hechas las presentaciones, creo que corresponde pasar a comentar sus vinos.

Los vinos.

1.- Señorío de Peciña 2013

Elaborado con la uva viúra. 12,5 % vol. PVP: 7 €

La cata:

Amarillo pajizo con tonos acerados. Limpio y brillante.

Nariz con predominio de las notas de fruta blanca y la flor de acacia junto con apuntes cítricos. Agradable y fresca.

En boca se muestra fresco y con una buena acidez que incluso te hace salivar. Retronasal con notas de fruta, flores y cítricos. Rico y disfrutable. Recorrido de mediana intensidad y con un final ligeramente amargoso que te pide más. Sencillo y correcto.

2.- Chobeo de Peciña 2011

Peciña

Variedad 100% viúra. 12,5 % vol. Fermentación alcohólica con battonages diarios durante un mes en barricas nuevas de roble americano. Fermentación maloláctica, y tras un trasiego,  realiza la crianza de 2 meses  en la misma barrica. PVP: 10 €

La cata:

De color amarillo con reflejos alimonados. Limpio y brillante. Untuoso en agitación. Bonito.

En nariz las notas de crianza dejan en un segundo plano el aporte frutal del que destacan la notas de fruta blanca y sutiles anisados. Ligeras notas ahumadas y cítricas con toques lácteos.

En boca muestra buena acidez, untuosidad y volumen con una retronasal marcada por las notas de crianza (mantequilla y tostados). Final de mediana intensidad.

Vino si defectos pero tal vez se echa en falta más frutosidad.

3.- Señorío de Peciña 2010

Elaborado con las uvas tempranillo (95%), graciano (3%) y garnacha (2%). PVP: 10,45 € (IVA incluido)

Crianza de 24 meses en barrica de roble americano envinadas previamente. Cada 6 meses se ha realizado un trasiego para evitar de forma natural los posos y filtrados. Descansó en botella 18 meses.

La cata:

De atractivo color picota de capa media y menisco rubí con reflejos azulados.

Nariz en la que destacan las notas de frutos negros y rojos en buena armonía con los aromas de la vainilla, los sutiles tostados y los apuntes balsámicos (regliz). Notas de tabaco y ahumados que acaban dando complejidad al conjunto olfativo.

En boca muestra un buen ataque y acidez. Taninos golosos y presentes, pero sin ser agresivos. Elegante y fresco.

Retronasal de buena intensidad marcada por el aporte frutal y la crianza. Sedoso y muy agradable de beber.

 

4.- Señorío de Peciña VS 2006

Peciña

95% Tempranillo – 3% Graciano – 2% Garnacha. 13,6% vol. PVP: 21,40 € (IVA incluido)

Ha permanecido 3 años en barrica de roble americano, periodo en el cual se han realizado 6 trasiegas mediante el método tradicional por gravedad y decantación llamado de “barrica a barrica”, obteniendo así una sedimentación de posos de forma natural, y evitando de esta forma clarificaciones y filtrados. Después de su estancia en barrica, ha permanecido un mínimo de 18 meses en botella.

La cata:

Preci0so color rubí de capa media-baja con un ribete atejado. Limpio y con una lágrima fina y viva.

Aromas de buen buquet aunque sigue mostrando cierto aporte frutal, pero dejando paso al aporte de notas de hojarasca, cuero y sutiles vainillas. Sutiles aromas de caja de puros y carne.  Elegante.

En boca tiene un excelente ataque. Fresco, largo y con un tanino dulce. Mantiene una viva acidez que le pronostican vida por delante. De trago largo y con un alcohol muy bien integrado que lo hacen redondo y de pleno disfrute.

 

5.- Señorío de Peciña Reserva 2007

Peciña

95% Tempranillo – 5% Graciano y Garnacha. 13,6%  vol. PVP: 12,90 € (IVA incluido)

Permanece 36 meses en barricas de roble americano de una edad media de 4-5 años, recibiendo 6 trasiegas por el método tradicional de gravedad y decantación, y posteriormente descansa en botella un mínimo 18 meses.

La cata:

Bonita capa clásica de un reserva riojano: rubí con intensidad media-baja y menisco atejado. Lágrima viva y fina.

En nariz necesita un poco de aireación, pero desde el inicio se atisban buenos aromas de buquet. Notas de guindas en licor, toques de cuero y tabaco junto con sutles aportes minerales y de la crianza en barrica que le aportan estructura y complejidad.

Boca elegante mostrándose largo en intensidad y con un tanino goloso y fresco. Retronasal con predomino de las notas de buquet y los aromas terciarios. Buena acidez. Elegante y seductor. Muy disfrutable y de trago largo.

 

6.- Chobeo de Peciña 2007

Peciña

100% tempranillo. 13,50 %vol. PVP: 23 €

Fermentación alcohólica que dura aproximadamente 15 días, con una maceración posterior de unos 20 días. Seguidamente, el vino se introduce en barricas nuevas de roble americano durante 9 meses, donde cada tres meses se realiza una trasiega manual por el método tradicional de gravedad y decantación.

La cata:

Picota de capa media con menisco ligeramente rubí. Limpio y con lágrima fina y densa.

Aromas con predominio de las notas de fruta negra y balsámicos (regliz) junto con aporte de notas mentoladas. Sutiles tostados y vainillas, toques especiados y ligeras notas de almizcle.

Buena acidez en boca. Se muestra equilibrado, sedoso y con un tanino goloso. De buena intensidad y recorrido con una retronasal en el que el predominio de la fruta negra y las notas balsámicas sobresalen. Rico y para dejar un par de años más en botella si el ansia se lo permite.

Conclusiones:

Como bien digo en el título del post las elaboraciones de esta bodega, aún con el toque de, vamos a llamarle,  «autor»  en cuanto a su gama Chobeo, no dejan de reflejar una forma clásica de elaboración del vino riojano que muchas veces acabamos de echar en falta entre tanto vino bajo el influjo de modas, gurús o concursos con cierta influencia. Vin0s con una buena relación calidad/precio tanto en los blancos como en los tintos, con un tratamiento correcto  de la madera con el fin de no quitar protagonismo a la fruta,  de trago largo y muy disfrutables.

He de reconocer que no tenía el gusto de conocer ni la bodega ni sus vinos, pero una vez catados me han parecido un buen descubrimiento que les recomiendo, aunque, como bien saben, en este blog cuentan con plena libertad de elección, faltaría más.

Espero que hayan disfrutado y si tienen comentarios que los aporten con toda confianza puesto que no hace falta que les diga… que están en su blog.

Saludamos a la primavera con Parajes 2011 y Lacrimus rosae 2012

Hoy comentaré dos vinos que acaba de sacar al mercado el «enólogo volante» Javier Rodríguez de Valsanzo, ambos considerados, para los comunes de los mortales sumidos en la ingorancia vinícola, como menores por una sencilla razón: no ser vinos tintos.

Sí, no hace falta que nadie se lleve las manos a la cabeza, porque sólo hace falta oir y ver lo que se comenta en la zona de vinos de centros comerciales al uso -y en algunas tiendas especializadas- sobre la elección del vino cuando se recomienda un blanco o un rosado. Si al primero aún se le concede el privilegio de la duda, al segundo se le confina al submundo de lo desconocido.

Parajes 2011FB 29-03-2013 14-10-23

Hay que tener el valor de sacar al mercado un vino elaborado con verdejo y viognier, con 6 meses de crianza en barrica de roble nueva francesa, con 14% vol. y no amparado bajo el paraguas protector de la DO Rueda, sino en la «genérica» V.T. de Castilla y León.

Pues con todo y con eso Javier Rodríguez sale a la palza con Parajes 2011. Un vino de color amarillo con menisco dorado y lágrima fina y lenta. Limpio; con una nariz inicial de fruta amarilla de hueso, notas ahumadas y tostadas, flores blancas, apuntes minerales (caliza), ligeros toques de mantequilla y sutiles toques anisados y de hinojo.

Parajes FB 2011 copa 30-03-2013 13-19-14

En boca muestra una buena acidez con una retronasal marcada por notas de crianza conjuntada con un buen aporte frutal. Elegante final ligeramente amargo, pero agradable. Esos 14% vol. que asustan en inicio se encuentran muy bien compensados con la acidez que hace que el vino sea fresco y evitando la sensación de calor en boca.

Con todo, aún le falta por conjuntar su aporte de ciranza, pero está muy disfrutable, sin que el aporte de la madera castigue en exceso el aporte primario. Interesante para recatar en 6 meses y comprobar su evolución.

Pero si Javier se atreve con un blanco en este mundo de tintos, le echa más arrestos al sacar un rosado distinto en cuanto a elaboración -fermentado en barrica-, en cuanto a grado -13% vol.- y en cuanto a uva –graciano-, acogido a la DO. Rioja y con un precioso nombre en latín Lacrimus rosae 2012 -lagrima de rosa- con el que ya de inicio va a definir su intenso color y su aporte floral. Pero todo a su tiempo.

Lacrimus rosae FB 2012

El vino se muestra precioso en vista con un intenso color frambuesa con menisco azulado e irisaciones rosáceas. Limio y brillante, con una lágrima fina y densa.

En nariz las notas de fruta roja se imponen de inicio aunque van apareciendo notas esocondidas de naranja sanguina que van dando paso a aromas de pétalos de rosa y a apuntes herbáceos que no molestan y le aporta un toque de frescor.

Lacrimus FB 2012 copa 08-04-2013 14-35-23

Boca con buena acidez, untuoso y elegante con un paso de boca en el que resaltan las notas frutales y florales. Goloso, con el aporte de la crianza en madera bien integrado y casi imperceptible, pero que le dota de estructura y con un ligero amargor final que lo hace adictivo.

¡Demos la bienvenida a la primavera! ¡Salud!.

Abel Mendoza y Maite Fernández: vinos con personalidad

La verdad es que hay catas a las que tienes ganas por algo en especial y ésta era una de ellas ya que tenía pendiente el saludar en persona a Abel y Maite después de que recibieran una llamada de teléfono desde Salamanca -de esto hará al menos 9 años- para pedirles unas cajas de su Abel Mendoza Selección Personal 2000, algo que les debió de resultar tan extraño que se acercaron para conocer al enochalado que en aquellos tiempos había apostado por sus vinos en un lugar tan recóndito, vinicolamente hablando.

Lamentablemente me fue imposible saludarlos cuando visitaron el restaurante familiar y no podía dejar pasar esta ocasión en su visita a Salamanca gracias a su nuevo distribuidor Julio González y disfrutar de su compañía y de sus vinos en La Vinoteca. Añadir que aún conservo algunas botellas de ese SP 2000 y añado sus comentarios de cata a este post.

Abel Mendoza 31-01-2013 21-13-01.01

Hombre hecho a sí mismo y teniendo la responsabilidad de dirigir la bodega familiar desde temprana edad no cabe duda de que ha sabido plasmar en sus vinos un carácter personal huyendo de modas e influencias externas marcadas por el mercado o las críticas que hubieran tenido como consecuencia la pérdida de su propia personalidad cayendo en lo que hoy algunos llaman la «homogeneidad» en el mundo del vino, algo que agradecemos los aficionados.

Su máxima es que el terruño «hable», que se expresen las castas y que sus vinos se alejen de todo contacto «extraño» no aportado por la tierra, la vid y el clima. Son vinos, en mi opinión, que necesitan tiempo para expresarse y su tiempo para disfrutarse. Y para muestra, dejemos hablar a sus vinos.

Los vinos.

1.- Tempranillo Blanco 2011.

Tempranillo blanco 2011 31-01-2013 21-31-27.27Copa Tempranillo blanco 2011 31-01-2013 22-38-10.10

Elaborado con la variedad tempranillo blanco y con una crianza de 5 meses en barrica nueva de roble francés. 13% vol.

Cata:

Amarillo con menisco alimonado, reflejos metálicos. Lágrima fina y lenta. Limpio y brillante. En nariz aportes de tostados y vainillas con un punto de hueso de fruta amarilla, notas minerales (tiza), florales. En boca presenta una buena acidez, se muestra goloso, untuoso con una punta ligeramente anisada, y ligeras sensaciones de mantequilla, largo, y con notas ahumadas.

2.- Malvasía 2011.

Malvasía 2011 31-01-2013 21-30-43.43Copa Malvasia 2011 31-01-2013 22-38-35.35

 100% malvasía.

Cata:

Muestra una tonalidad menos intesa que el tempranillo manteniendo las notas amarillas y ribete alimonado. Lágrima fina y lenta. En nariz notas minerales (caliza), fruta amarilla, toques de flores blancas y punta cítrica. Ligeros toques de frutos secos y amielados. Equilibrado en boca, goloso y largo con una retronasal marcada por las notas de fruta amarilla y amieladas.

3.- Jarrarte 2012 Maceración carbónica.

Jarrarte 2012 31-01-2013 21-43-47.47Jarrarte Maceración carbónica

Tempranillo. 13,8%

Cata:

Precioso color picota con menisco violeta que nos indica su juventud. Lárima fina y densa que tinta ligeramente la copa. En nariz notas de violetas, fresa, punto ligeramente vegetal que no molesta y le da frescor. En boca muestra un correcta acidez, ligeramente astringente y pelín secante debido al tanino (sensación de piel de castaña).

4.- Jarrarte Cr. 2008.

Jarrarte Cr.2008 31-01-2013 21-49-39.39Copa Jarrarte Cr 2008 31-01-2013 22-39-10.10

Tempranillo. Crianza de 12 meses en barricas seminuevas. 13,5%

Cata:

Picota de capa media y menisco con tonalidades que van del granate al carmesí. Lágrima fina y lenta. Nariz marcada por el predominio de la fruta negra, apuntes balsámicos y notas minerales, junto con ligeros aportes florales. En boca se muestra redondo, con una retronasal en el que destacan notas de chocolate y con buena acidez.

5.- Selección 2010.

Abel Mendoza SP 2010 31-01-2013 22-23-55.55Copa Seleccion 2010 31-01-2013 22-34-45.45

12 meses en barrica nueva francesa

Cata:

En vista picota de capa media y menisco carmesí. Lágrima fina ligeramente tintada. Limpio. En nariz predominio de la fruta negra, apuntes balsámicos y tostados. En boca muestra buen ataque y acidez con una retronasal marcada por las notas de la fruta negra, balsámicos (chocolate) y punta de mentolados. Equilibrio acidez-alcohol.

6.- Tempranillo Grano a Grano 2010

Los Grano a Grano 31-01-2013 22-49-25.25Copa Tempranillo grano a grano 2010 31-01-2013 22-33-02.02

Cata:

Picota de capa media-alta. Notas lácteas, fruta negra y balsámicos. En boca mantiene la buena acidez de sus hermanos con un tanino goloso, pelín secante, buen ataque y con buen cuerpo y estructura que lo hacen pronosticar una buena proyección.

7.- Graciano Grano a Grano 2010.

Copa Graciano grano a grano 2010 31-01-2013 22-33-27.27

18 meses en barrica nueva.

Cata:

Picota de capa media-alta con menisco violáceo con lágrima fina y densa. Nariz con notas de café, torrefactos, fruta negra, apuntes balsámicos y terrosos, y punta cítricas. Notas ahumadas y ligeras notas de madera nueva. Buena acidez en boca con un tanino «pelín» secante pero goloso. Largo y con buena estructura que nos indican un buena evolución en el tiempo.

8.- Abel Mendoza Selección 2000

Abel Mendoza SP 2000

100% tempranillo. 13,5%.

Cata:

La última vez que lo caté fue el 9-9-2008, dejando ficha en Verema, y la verdad es que con el tiempo que ha pasado aún está vivo y muy disfrutable.

En vista muestra un color guinda con evolución en el borde hacia notas marronáceas y tejas. Lágrima fina y densa. Nariz compleja con notas iniciales de reducción -como no podía ser de otra forma- que dan paso a apuntes de cueros, punta de cáscara de naranja, notas terrosas y minerales, sutiles cacaos y ahumados. Buen buquet.

En boca mantiene una correcta acidez y golosa tanicidad. Sedoso, envolvente y aún con cuerpo y buena estructura. De buen recorrido y largo en el que la retronasal nos devuelve sensaciones terciarias (cuero), notas de cassis, cacaos y ligeros ahumados que terminan en una sensación de ligero amargor que lo hace muy agradable.

Conclusiones:

Vinos con personalidad marcada que van avisando de su potencia desde sus inicios visuales con notas cromáticas brillantes, limpias y muy agradables. Son, como digo, vinos con potencia, pero no agresivos. Necesitan tiempo para expresarnos todo lo que llevan dentro, sobre todo los Grano a Grano y el SP -¡si son 2010!- pero en los que ya se disfruta de su complejidad aromática, de su buena estructura y de una acidez que se encuentra muy bien equilibrada con el alcohol haciéndolos frescos y nada pesados.

Lo que empezó siendo una presentación de vinos no tardó en convertirse en una reunión de amigos en torno a un trabajo bien hecho por Abel y Maite, y sólo espero que no tengan que pasar tantos años para poder echaros unas risas junto a una copa de buen vino.

¡Salud!

Riojas clásicos para un aniversario.

La verdad es que cualquier excusa es buena para organziar una cata, pero en esta había una de peso: llevamos un año en el que nos reunimos una vez al mes en La cocina de Toño, tras el cierre de El Candil, y esta continuidad del grupo había que celebrarla. Para ello nada mejor que catar riojas «clásicos» de los años 60, 64 y 70, con adhesiones de un blanco del 68 y un tinto del 89, aunque hubo ciertas decepciones debido a los «cadáveres» que nos fuimos encontrando por el camino.

5 tintos

Los vinos se mantuvieron al menos 72h en posición vertical para que los depósitos se mantuvieran en el fondo de la botella y fueron decantados antes de servirse con el fín de evitar los citados resíduos.

Los vinos:

1.- Ygay Murrieta blanco 1968

MMurrieta R68 bot

Aportado por Juan Antonio.  Según la información de la bodega para los blancos de la época, igual que para los tintos, había un tiempo previo a la crianza en barrica en depósito de aproximadamente un año. Las crianzas en barricas podían ser de aproximadamente 100 meses, mientras que el porcentaje de variedades se situaba en torno al 95% de viura y un 5% de malvasía.

Cata:

MRiscal 68

El vino presenta un bonito color miel, limpio. A pesar de que al inicio en nariz muestra aromas no francos, con la aireación van dando paso a notas  de tabaco de pipa, acacia, saúco y caremlo, puntas de cáscara de naranja, frutos secos, miel, notas sutiles de melocotón y apuntes de panadería. En boca mantiene una buena -y sorprendente- acidez, notas de brandy y azucar quemado (ajerezado).

2.- Marqués de Murrieta Reserva 1960.

MMurrieta R60 bot

Elaborado con un 69% de tempranillo, 13% de garnacha, 13% de mazuelo y un 5% de graciano.

Las uvas de esta vendimia dieron en La Rioja unos vinos muy relevantes a pesar de ser calificada tan sólo como BUENA por el Consejo Regulador de D.O.Ca. Rioja.

La crianza de este vino fue realizada en depósitos en sus 6 primeros meses. Los cuatro años siguientes estuvo en barricas de edad media para pasar después a barricas muy viejas que lo mantuvieron casi 22 años más en lenta evolución de su crianza. El resto del tiempo corresponde a botella.

El aroma, muy desarrollado en la botella, así como su sabor muy variado en matices sumamente atractivos, prestan a este vino, de buen nivel de color y claras tonalidades teja, una conjunción, elegancia y finura de gran puntuación.

Es previsible que en la botella pueda mantenerse seguro de sí mismo durante varios años en curva de lento ascenso. Finca Ygay, Junio de 1990.

Cata:

M_Murrieta 60

De tonalidad rubí con capa media baja y menisco atejado-anaranjado En nariz notas predominantemente terciarias de pelo, cuero, notas terrosas, tabaco de pipa, té e incienso. En boca se muestra «cítrico» con buena acidez, carnoso, con un retrogusto de madera de «sacristía» y dátiles.

3.- Bodegas Bilbaínas Vendimia Especial 1964.

Estado corcho Bilbaínas

Lamentablemente no le debió de sentar nada bien el viaje y, a pesar de no tener fugas en la cápsula y sólo obsevar una ligera merma de líquido, pertenece al mundo de los «muertos». Una vez quitada a cápsula se observa que hubo contacto con el vino. Muestra un color totalmente opaco, marronáceo y aromas a breva madura, «Bobril», no muy agradables. Lástima.

Estado cápsula Bilbaínas

Bilbaínas VS 64

4.- Monte Real Gran Reserva 1964

Elaborado con la técnica de maceración carbónica y después envejecido en barrica.

MReal R64

Cata:

De color guinda con tonalidades rubíes y menisco atejado. A pesar de haber sido decantado un poco antes del servicio mantiene aún notas de reducción que desaparecen y dan paso a notas de almizcle, cuero, tabaco, carne cruda, cáscara de naranja, apuntes balsámicos y guindas en licor. En boca muestra buena acidez con un tanino aún secante, pero con una punta de golosidad. Muestra buena estructura y excelente buquet que lo hacen largo, envolvente y muy agradable.

Aunque fue uno de los vinos que disfrutamos en la cata de Monte Real en septiembre del 2010 sigue estando plenamente disfrutable y aunque se nota que ha perdido parte de las notas frutales que observamos hace casi dos años y medio, sigue manteniendo una punta de notas de fruta roja y naranja sanguina. Realmente excelente.

5.- Glorioso Reserva 1970

Glorioso 70 bot

100% tempranillo.  13% vol.

Elaboración:

Las uvas se despalillaron y maceraron posteriormente en frío. El mosto fermentó a temperatura controlada y se crió en barrica bordelesa de roble francés con un tostado medio de 225 L durante 18 meses. Permaneció en botella durante 18 meses en bodega antes de su comercialización.

Estado cápsula GloriosoEstado corcho Glorioso

Cata:

Lamentablemente fue otra de las bajas de la noche. Corcho práctitamente desecho, con fugas, pero que no se observan en la cápsula y apesar de tener cierta transparencia a contraluz se muestra con un color marrón evolucionado «Quina Santa Catalina», con síntomas de oxidación, notas de carne cruda y en boca totalmente acuoso, sin nervio ni estructura. Se rezó por su alma, y eso de que no hay quinto malo…

Glorioso R70

6.- Monte Real Gran Reserva 1970

Nos esperaba el último vino de los históricos y realmente no defraudó. También formó parte de la cata de los Monte Real del 2010 y hay que descubrirse ante un vino aún vivo, con estructura y  vida por delante.

MReal GR70

Cata:

De color rubí con notas ambarino-yodadas en el menisco. De capa baja. Notas de guindas en licor, carne cruda, teja húmeda, tabaco, cacao, pétalos de rosa seca, aún complejo. En boca muestra una buena acidez, sedoso, sin aristas, largo y envolvente. Excelente para dejar un buen sabor de boca.

7.- Carlos Serres Gran Reserva 1984

Aportado por César fue realmente una grata sorpresa. Con un color rubí con menisco atejado y capa baja. Notas de guindas en licor, cáscara de naranja, tabaco, cueros y apuntes de fruta roja. Boca con buena acidez, tanino golos y redondo. Si a eso le unimos una muy buena RCP, pues no le ponemos ningún pero. Agradable y disfrutable.

Conclusiones:

La verdad es que, como decía al principio, cada botella es un mundo, pero dejando a parte los «finados» y centrándonos en los vinos con los que más se disfrutó y que más juego dieron no cabe duda de que el Marqués de Murrieta 68 sorprendió a propios y extraños, aunque en un inicio hubo dudas de su nitidez olfativa que fue disipándose a lo largo de la cata. Vino con «chicha» y una acidez que aún lo hace fresco.

De entre los tintos brillaron y fueron evolucionando -que no decayendo- de inicio a fin de la cata el Marqués de Murrieta del 60 que fue claramente de menos a más y los dos Monte Real, reserva 64 y gran reserva 70. Si bien se observa que el aporte de la fruta va dejando paso -parece mentira que estemos hablando de esto en un vino de casi 50 años- a notas terciarias, son vinos con un complejo y delicado bouquet que los hacen elegantes, largos y sedosos en boca en el que aún se nota cierto aporte tánico.

Vinos en copas

Y como colofón el equipo de La cocina de Toño -esta vez con Sergio al frente- nos deleitó con un excelente menú del que destacaría una «Deconstrucción de Zurrukutuna» y una Carrillera ibérica estofada al vino tinto con parmentier de patata trufada que realmente quitaba el sentío y de los que os dejo estas muestras para que acabéis salivando:

ZurrukutunaCarrilleras

Y ahora, por favor, no me hablen todos juntos y vayan opinando uno a uno que hay sitio y tiempo para todos 😉

Siempre nos quedará Pericles.

La verdad es que si miramos por el revisor en nuestra hitoria vinícola, somos unos bebés en relación con nuestros vecinos  franceses y no sólo en el ámbito de la cantidad, sino sobre todo, de la calidad. Hemos recorrido un camino, quizás, demasiado rápido, con demasiados cambios en poco tiempo, con demasiadas influencias externas que han evitado el econtrar un estilo propio, no en el conjunto de la viticultura española -algo imposible si partimos de la existencia de claras diferencias en clima, suelo, castas…-, sino dentro de cada una de las zonas vinícolas en las que se divide nuestro país, observando incluso como dentro de una propia bodega pueden existir tendencias distintas y contradictorias.

Hemos pasado por un tiempo oscuro similar al románico en el arte, en el que los buenos haceres quedaban reducidos a pequeños «conventos» en zonas como La Rioja y sobre todo, el Marco de Jerez, lugares en los que la sabiduría de los clásicos había quedado recluida y reducida a sus propios muros. Con el devenir de los tiempos las tendenicas evolucionan y pasamos del oscurantismo a ligeros atisbos de luz que no hacen sino dar palos de ciego. Y así vamos del arco de medio punto al flamígero sin solución de continuidad, de la sobrecarga de la madera a la sobre-extracción de la fruta, y en las últimas tendencias, a una sobresaturación olfativa y a una excesiva acidez que en el disfrute del vino, terminan ahí, dejando a la boca totalmente huérfana de sensaciones.

Siempre nos quedará Picles con el fin de no perder de vista una arqutectura clara, sencilla y armónica, al igual que siempre nos quedrá el disfrutar de vinos que llevan la máxima griega «μηδὲν ἄγαν», el nada en demasía, el buscar el equilibrio. Algo tan simple y a la vez tan complejo y que sólo encuentro en los grandes vinos de El Marco, en los  «clásicos» de La Rioja y en Borgoñas que han cuidado y defendido su forma de ser a pesar de las presiones externas.

Está claro que las modas se repiten y que tras arriesgadas apuestas siempre se vuelve a la influencia de Balenciaga o Valentino, pero con lo que no comulgo es con intentar combinar azul y verde por mucho que se empeñe Agatha Ruiz de la Prada, porque sólo verlo «muerde», aunque he de confesar que no le queda nada mal al maestro Chicote.

Marques de Riscal 2001 150 aniversario 03-01-2013 13-42-30.30

Marqués de Riscal GR 2001 150 aniversario. Bodegas Marqués de Riscal.

Elaborado con las uvas propias de la zona riojana: tempranillo, graciano y mazuelo, de viñedos de más de 30 años y con una crianza  de 30 meses en barrica de roble y 3 años en botella antes de salir al mercado. 14% vol. D.O.C. Rioja.

Presenta en vista un bonito color picota de capa media y con menisco rubí. Lágrima fina. Limpio. En nariz y a copa parada apunta notas de chocolate, cueros y frutas negras, café, ligeros animales. En agitación apuntes de fruta roja, notas terrosas, elegantes tostados, notas balsámicas y apuntes de naranja sanguina. Canela, sutiles mentolados y notas especiadas. En boca muestra una buena acidez y excelente ataque. Taninos pulidos y a la vez golosos. Largo, sedoso, untuoso, con cuerpo y excelente estructura. Retronasal marcada por las notas olfativas. Realmente adictivo.