por elbaranda | Sep 1, 2017 | blanco, Catas, V.T. de Castilla, verdejo, Vinos de copa en boca
Isaac y Manuel Cantalapiedra.
Isaac y Manuel Cantalapiedra son un soplo de aire fresco en la zona de Rueda que se aleja de parámetros al huso y que a día de hoy están haciendo perder la identidad vinícola de esta tierra con la elaboración de vinos impersonales huyendo de pilares tan imprescindibles como casta y terruño.

Lo mejor para intentar entender un vino es conocer a las personas que hay detrás: Isaac esperó más de treinta años para hacer «su» vino y Manuel, su hijo, dejó su carrera profesional de pianista para que sus manos dieran sentido y armonía a viñas y terruño que nunca olvidó.
Quizás la mejor definición sobre ellos la hizo Luis Gutiérrez: son los “new non-Rueda Rueda producers”. De paso les recomiendo que lean la entrevista que les hacen en el magazine de Bodeboca, Vignerons.
El vino: Cantalapiedra + Moyano = Cantayano
Botella nº 3848 de 19.450 de las elaboradas por Isaac Cantalapiedra con verdejo ecológico de las parcelas Los Picones, Las Comas y El Chiviero de viñas de más de 30 años de edad a 720 msm en La Seca sobre suelos franco-arcillosos con afloraciones calizas y manto de canto rodado, muy pobres en materia orgánica. Viticultura ecológica y sostenible. La vendimia comenzó el 13 de septiembre de 2014, con un rendimiento de 4.400 kg/ha (2.860 L/ha).pedregosos de 5,85 ha.

Tras una maceración pelicular de 6 horas, la uva se prensó suavemente para así obtener mosto de la más alta calidad. La fermentación se llevó a cabo durante 21 días en depósitos de acero inoxidable de 3.000 a 7.500 litros y un 10% en barricas de roble francés de 225 litros. Una vez terminada la fermentación se realizó una crianza sobre lías de 6 meses. Tras la crianza, se clarificó y filtró ligeramente para mantener todas sus cualidades. El vino fue embotellado el 20 de julio de 2015. Producción: 19.300 botellas.
Enmarcado como Vino Ecológico dentro de la denominación Vino de la Tierra de Castilla y León. 14% vol. PVP: sobre los 10€
Cata:
Preciosa vista con un color amarillo dorado con muestras de untuosidad en agitación. Lagrima fina y densa.
Nariz expresiva cuya protagonista es la verdejo. Claro predominio de notas frutales (amarilla) junto con aportes florales anisados (hinojo) y sutiles toques minerales (canto rodado) y de bollería fina. Complejo.

En boca tiene un paladar fresco marcado por una excelente acidez con un tacto pulido y un final aromático. Largo, envolvente y untuoso. En retronasal vuelve el abanico aromático de fruta, flores y minerales con buena intensidad.
Elegante vino dotado de una gran personalidad que reivindica la personalidad de una casta castigada por adjetivos ajenos a la misma y que tanto daño han hecho a las elaboraciones de esta zona.
¡Salud y buen vino!
Fotografías: Isaac y Manuel (www.bodeboca.com). Etiqueta y vino (autor)
por elbaranda | Abr 12, 2013 | graciano, Rioja, rosados, V.T. de Castilla, verdejo, Vinos
Hoy comentaré dos vinos que acaba de sacar al mercado el «enólogo volante» Javier Rodríguez de Valsanzo, ambos considerados, para los comunes de los mortales sumidos en la ingorancia vinícola, como menores por una sencilla razón: no ser vinos tintos.
Sí, no hace falta que nadie se lleve las manos a la cabeza, porque sólo hace falta oir y ver lo que se comenta en la zona de vinos de centros comerciales al uso -y en algunas tiendas especializadas- sobre la elección del vino cuando se recomienda un blanco o un rosado. Si al primero aún se le concede el privilegio de la duda, al segundo se le confina al submundo de lo desconocido.

Hay que tener el valor de sacar al mercado un vino elaborado con verdejo y viognier, con 6 meses de crianza en barrica de roble nueva francesa, con 14% vol. y no amparado bajo el paraguas protector de la DO Rueda, sino en la «genérica» V.T. de Castilla y León.
Pues con todo y con eso Javier Rodríguez sale a la palza con Parajes 2011. Un vino de color amarillo con menisco dorado y lágrima fina y lenta. Limpio; con una nariz inicial de fruta amarilla de hueso, notas ahumadas y tostadas, flores blancas, apuntes minerales (caliza), ligeros toques de mantequilla y sutiles toques anisados y de hinojo.

En boca muestra una buena acidez con una retronasal marcada por notas de crianza conjuntada con un buen aporte frutal. Elegante final ligeramente amargo, pero agradable. Esos 14% vol. que asustan en inicio se encuentran muy bien compensados con la acidez que hace que el vino sea fresco y evitando la sensación de calor en boca.
Con todo, aún le falta por conjuntar su aporte de ciranza, pero está muy disfrutable, sin que el aporte de la madera castigue en exceso el aporte primario. Interesante para recatar en 6 meses y comprobar su evolución.
Pero si Javier se atreve con un blanco en este mundo de tintos, le echa más arrestos al sacar un rosado distinto en cuanto a elaboración -fermentado en barrica-, en cuanto a grado -13% vol.- y en cuanto a uva –graciano-, acogido a la DO. Rioja y con un precioso nombre en latín Lacrimus rosae 2012 -lagrima de rosa- con el que ya de inicio va a definir su intenso color y su aporte floral. Pero todo a su tiempo.

El vino se muestra precioso en vista con un intenso color frambuesa con menisco azulado e irisaciones rosáceas. Limio y brillante, con una lágrima fina y densa.
En nariz las notas de fruta roja se imponen de inicio aunque van apareciendo notas esocondidas de naranja sanguina que van dando paso a aromas de pétalos de rosa y a apuntes herbáceos que no molestan y le aporta un toque de frescor.

Boca con buena acidez, untuoso y elegante con un paso de boca en el que resaltan las notas frutales y florales. Goloso, con el aporte de la crianza en madera bien integrado y casi imperceptible, pero que le dota de estructura y con un ligero amargor final que lo hace adictivo.
¡Demos la bienvenida a la primavera! ¡Salud!.
por elbaranda | Sep 13, 2012 | Petit Verdot, syrah, V.T. de Castilla, Vinos
Cada año atravesamos La Mancha camino de nuestro «Shangri-La» en la costa alicantina y no dejo de asombrarme ante la inmesa alfombra que cubre de vides y olivos gran parte de nuestro recorrido, aunque hoy comentaremos de vinos y aceites elaborados en la comarca de La Jara, todos ellos elaborados en la finca Capilla del Fraile dentro del término de San Bartolomé de las Abiertas (Toledo), curioso nombre del pueblo que proviene de unir uno de los santos a los que se tenía devoción (Bartolomé) con la descripción del emplazamiento en el que se sitúa, una zona desforestada, plana y rasa (Abiertas).
Originalmente la finca era destinada a cultivos de secano hasta que en 1998 se produce una reconversión que lleva a la plantación de 120 Ha de cultivo de olivar de las variedades picual y arbequna, mediante riego por goteo, y en el 2001 se procede a la plantación de las primeras cepas de las que se cuentan en la actualidad 12,9 Ha correspondiendo un 76% a la variedad Syrah y el resto a la variedad Petit Verdot.
Pero vayamos a la cata de los productos estrella de la propiedad, su aceite de oliva vírgen extra y sus vinos: un roble 2010 y un crianza 2007.

Capilla del Fraile AOVE. 0,1 Acidez Máxima.
Extraído de los propios olivares que tiene la propiedad en a las orillas del río Pusa muestra un precioso color amarillo dorado con reflejos verdoso. Limpio.
En nariz despliega aromas a tomate, hierba recién cortada y notas de alchachofa.
En boca muestra gran volumen y untuosidad en el que vuelven a marcarse en retronasal las notas de tomate y herbáceas. Sutil amargor final y en aspiración un ligero picor en la parte posterior bucal que remarca su calidad.

Excelente como acompañante de una simple tostada de pan candeal y jamón ibérico con unas simples gotas que realzan todo el conjunto. También probada en una ensalada de tomates de la vega del Tormes mostrando su gran carácter aromático.
Viña Ito 2010. Vino de la Tierra de Castilla. 15%

Elaborado a partes iguales con las uvas syrah y pinot noir, y con una crianza en barrica seminueva de roble francés durante 5 meses.
Si hay algo que me hace recelar siempres de los vinos apellidados «Roble» es que la mayoría suelen ser «sopas de madera» elaborados para hacer caja e inyectar de capital de forma rápida a las bodegas, amén de domar las barricas nuevas que luego serán usadas para la realización de sus vinos top, pero he de confesar que este no es el caso, afortunadamente para nuestras papilas.
En vista muestra una capa media de color picota con menisco cardenalicio que refleja su juventud. Lágrima fina y densa que tinta la copa. Limpio y brillante.
En nariz aromas de fruta roja y negra, tostados y torrefactos sin «abrumar», balsámicos (regaliz), apuntes de minerales (grafito), notas de caramelo tostados y una madera muy bien integrada -supongo que gracias al uso de barricas seminuevas-.
En boca muestra una correcta acidez bien equilibrada con el grado que lo hacen fresco y agradable. Retronasal maracada por las notas de fruta y balsámicas y un ligero amargor final que nos recuerda al regaliz negro.
Me ha gustado y si además tiene una buena RCP, miel sobre hojuelas.
Capilla del Fraile 2007. Syrah y Petit Verdot. 15%. Vino de la Tierra de Castilla

Elaborado en barricas de roble francés allier nuevas o de dos usos, durante 12-14 meses, presenta un precioso color picota de capa media-alta, con menisco azulado. Brillante. Lágrima fina y densa. Se aconseja decantar por los ligeros depósitos que encontamos en la botella y, como bien se ve, también se manifiestan en el corcho.
En nariz notas de fruta negra, lácteos, balsámicos, regaliz, sutiles vainillas y apuntes de ebanistería bien integrada. Buena intensidad.
En boca mustra buena acidez aunque con unos taninos un «pelín» secantes que avisan de que el vino tiene que redondearse aún más en botella para pulir esas puntas.

Buen ataque, goloso, con un alcohol bien integrado con la acidez que evita ser pesado aunque ligaramente cálido. Retronasal marcada por las notas de fruta negra y balsámicas y un final con un recorrido medio apostillado por un ligero amargor final que lo hace muy apetecible.
Me ha gustado. No lo he encontrado muy marcado por la crianza, es más, está muy bebible aunque un pequeño descanso en botella tampoco le vendría mal para pulir esos taninos aún «durillos».
Si en la dieta mediterránea son recomendables el consumo de frutas y hortalizas de nuestros campos, no olvidemos incluir un buen aceite de oliva vírgen extra y un consumo moderado de buen vino, como los que he tenido el placer de disfrutar. Ahora, ¡qué ustedes también los disfruten!.
por elbaranda | Nov 1, 2007 | Catas, V.T. de Castilla, Vinos
Probamos hace unos días el vino de Dominio Dostares -primos hermanos de Dominio de Tares– de un viñedo está situado a 810 metrosde altitud sobre el nivel del mar.
Su tipo de conducción es el denominado en “rastra”, consistente en un doble cordón rastrero apoyado en el terreno.
Elaborado con prieto picudo a partir de cepas de más de 90 años, maceración pre-fermentativa: 24 horas a 5ºC, desfangado: 24 horas a 5 º C, fermentación alcohólica:
– Duración: 22 días
– Temperatura: 14º C
– Madreo: Adición durante la fermentación de racimos enteros yperfectamente sanos de la variedad en cantidad aproximada al 5%del volumen total a elaborar.
Análisis facilitado por la bodega:
Contenido alcohólico: 13,5ºC
Acidez Total: 5,5 g/l
Azúcar residual: < 2 gr/l Ph: 3,30 PVP: sobre los 7-8€
Acogido a la denominación de Vinos de la Tierra de Castilla.
Cata:
Muy buena presentación -esa botella cilíndrica-, precioso color frambuesa y la nariz con predominio de las fresas, notas herbáceas, tiza -dijeron las chicas-, y un buen paso de boca, fresco, buena acidez y un amargor final golosón.
Lo acopañamos con unos spagettis con tomate y carne picada de ternera de morucha.
Satisfacción plena.
Comentarios del personal