por elbaranda | May 18, 2018 | Reflexión, Vinos
O mejor dicho, a los vinos, que ya vamos teniendo una edad para que no sea soportable la manida respuesta a nuestra pregunta sobre «¿qué vinos tintos tiene por copas?»: «¿Rioja, Ribera o Toro?». ¡Pero si es que no es eso lo que le pregunto sino qué vinos o de quién son!
Ya es hora de que los consumidores, aficionados, enochalados,…-ponganse ustedes el calificativo epíteto que consideren- empezemos a reclamar los vinos que nos gustan y no los que nos quieren vender.

Entendemos perfectamente que al hostelero le resulte más rentable la compara de 5 cajas de seis botellas y que le regalen 3 cajas más de vinos, la mayoría de ellos, infumables o, en el mejor de los casos, clónicos, pero ¿tánto le cuesta «invertir» en comprar, aunque sea tres botellas -ahora que también la distribución te vende por unidades- de vinos con los que sorprender, atraer o evangelizar a la parroquia?.
No pretendo que todos los que se dedican al sector hostelero -permítanme que la utilización de la palabra profesional quede más restringida- sean «prescriptores» -¡hay Dios!- de los vinos que se elaboran en sus zonas, pero hombre ¡un poquito más de ganas por los productos de la tierra!.
Y si pasamos ya a la cantidad servida ¡échense a temblar! porque hay grandes diferencias en dos aspectos principales: el grosor de los dedos del camarero y la utilización de copas con curva, y se lo explico:
1.- Si el camarero ha recibido la órden de que la cantidad máxima de vino han de ser dos dedos, tenga en cuanta grosor del índice del susodicho que a la hora del serivicio eso se nota. Otra cosa es que tengan confianza y se salte la indicación de medida. Entonces, sin problemas.
2.- Si veo que las copas son esas que en la parte cercana al pie se curvan, me pido cerveza. Lo siento, pero para mojarme los labios, prefiero la espuma.

Si tienen la suerte de que en el establecimiento en cuestión cuentan al menos con sistema Vacuvin -o similares- o con un aparato dispensador de vinos por copas, no lo dude, puede respirar tranquilo y disfrutar con cierta garantía. Y si éste aparto tiene la posibilidad de que se definan las cantidades a servir, por lo menos puede probar distintos vinos con cantidades homogéneas y sin desviaciones. Ahora, aún quedan «trasegadores» que tras el mostrador consiguen «coupages» haciendo trasvases con los «culines» de las botellas y claro, luego la «complejidad» aromática se deja notar.
Lo dicho, busque, compare, exija y si encuentra un local con garantía de buen servicio, buenos vinos y profesionales detrás de la barra ¡entre y consuma vino!.
¡Ah, y no se olviden recomendar aquí sus bares de vinos por copas de su ciudad y así podemos ir a tiro hecho cuando nos acerquemos algunos de los enochalados confesos! Y de paso no estaría mal hacer un mapa con ellos en un próximo post.
¡Salud y buen vino!.
por elbaranda | Ago 22, 2015 | Reflexión
Hace unas semana los chicos de Vinos Malaparte, Rubén y Elisa, lanzaban a tavés de Verkami la tercera «edición» de su propuesta «Uvas Nómadas» vía crowdfunding, pero hasta hace relativamente poco tiempo desconocía este sistema de financiación que creo que ha de darse a conocer puesto que cada día se está recurriendo más a él dentro del mundo del vino.
1.- ¿Qué se entiende por crowdfunding?
Si buscamos en internet encontraremos distintas definiciones para este tipo de micromecenazgo, pero yo me quedo con la que aporta Wikipedia:
«Cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet para financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones».
2.- ¿Qué tipos de crowdfunding existen?
Básicamente existen cinco tipos:
1.- Basados en donaciones: los que hacen aportaciones no reciben beneficios.
2.- Basados en recompensas: los mecenas reciben recompensas a cambio de la contribución. Básicamente éste es el más utilizado dentro del mundo del vino.
3.- Basados en acciones: Se reciben acciones o participaciones.
4.- Basados en préstamos: Se financia a cambio de un tipo de interés.
5.- Basado en royalties: se invierte y se espera una parte simbólica de los beneficios.

3.- ¿Cómo funciona?
Nosotros nos fijaremos en el funcionamiento del micromecenazgo de recompensa ya que es la que más se utiliza dentro del mundo del vino. Se invierte una serie de cantidades y se reciben recompensas como x botellas, visitas a la bodega, aparecer el nombre del mecenas en las etiquetas de los vinos,…
- Se publica en una plataforma indicando la cantidad de dinero que se necesita para poder desarrollar el proyecto. También se presenta un plan de recompensas.
- Difusión del proyecto y recaudación con un plazo limitado para la recaudación del importe total.
- Éxito: Si se cubre el 100% del proyecto el creador realizará la entrega de las recompensas a los cofinanciadores una vez puesto en marcha.

4.- Ventajas.
- Conocer la disposición de los cofinanciadores para la implementación de una idea medida en la disposición a aportar la cantidad necesaria.
- Si se llega a conseguir el 100% del importe total se constata la aceptación del producto.
- Los cofinanciadores se quedan con la sensación de haber aportado su grano de arena en la realización de ideas que consideran buenas y que pueden mejorar aspectos de nuestra cultura o del mercado laboral con la creación de nuevos puestos de trabajo.
5.- Crowdfunding y vino
En la actualidad, como decía en un principio del post, cada día se observan más iniciativas generadas dentro del mundo de vino asociadas a este tipo de financiación.
A día de hoy se pueden destacar las iniciativas llevadas a cabo por:
- Vinos Malaparte con su proyecto Uvas Nómadas que llevan ya tres años recorriendo el mapa vinícola nacional y que ya han completado la totalidad de la financiación para su última iniciativa Uvas Nómadas 2015: Mencía de León.
- Demencia Cachichán: llevada a cabo por dos enochalados como Demencia de autor y Bruno Arias en la plantean la recuperación de parcelas con plantas de avanzada edad en la comarca del Bierzo.
- La arriesgada propuesta de Juan Luis Beltrán Mir en la que su proyecto consiste en salvar un viejo viñedo de garnacha de 0,5 ha. de su arranque.
- O la última propuesta de la que he tenido conocimiento aportada por Rubén Gago, a la que le deseo éxito y que saldrá en septiembre, para proceder a abrir una microbodega que el permita elaborar vino a partir de una viña de 1,5 ha. plantada por sus abuelos en los años 40 en un pequeño pueblo de Zamora llamado Riofrío y que se publicará en la web de Fundovino
Claro que estamos hablando de estas iniciativas dentro de plataformas «nacionales» como Verkami aunque este tipo de propuestas están extendidas a nivel mundial, y por ello sólo tienen que echar un vistazo a la web Fundovino para observar el alcance del crowdfunding en trono al vino.
Con todo si tienen conocimiento de otras propuestas que puedan resultar interesantes no tengo que decirles que éste es su blog para hacernos partícipes de las mismas.
¡Salud y buen vino!
Fuentes: Wikipedia, www.emprendelandia.es, www.universocrowdfunding.com
Fotos y video: Verkami
por elbaranda | May 1, 2015 | Reflexión
Si tengo asumida la frase atribuida a Sócrates, que en esto del vino «sólo se que no sé nada» (ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, hèn oîda hóti oudèn oîda), después de las útlimas catas me reafirmo en que cada vez entiendo menos este mundo a tenor de los vinos catados. Y me explico.
Normalmente antes de catar algunos vinos tienes referencias sobre ellos, bien por guías o por webs especializadas, que los comentan generalmente en sentido muy positivo, pero cuando realizas la prueba todo parecido con la realidad es mera coincidencia y me hago la siguiente pregunta: ¿son los mismos vinos?. Bueno, pues parece que sí y entonces el problema puede venir en que los tiempos en los que se han catado son distintos, es decir, los «críticos» han catado el vino en el 2013, por ejemplo y yo el mismo vino en el 2015.

Obviamente el vino ha evolucionado en botella, en algunos casos para bien, y en algunos casos, para mal. Y si además son vinos justos de sulfuroso o casi nulo, el riesgo aumenta.
Por otro lado se da la circunstancia de que las bodegas de empeñan en presentarnos sus vinos sin hacer -supongo que será un condicionante económico-, pero ¿no sería mejor que si la añada que sacan ahora es el 2012 hicieran una presentación del vino de la añada del 2009? de esta forma se podría comprobar que el vino ha tenido una buena evolución y aquellos que deseen guardar la añada del 2012 tengan un punto de referencia de cómo estará su vino con unos años de botella.
Porque ¿qué sentido tiene el que presenten vinos con falta de conjunción en el que la existencia de las notas de crianza -pongan ustedes madera, que por que sea muy fina, tostados más o menos plus, no deja de ser MADERA- predomina y anula todo lo demás?. Si a eso añadimos la clarividencia de algunos gurús, enólogos o catadores en visualizar una evolución en el tiempo que ya quisiera el más afamado de los chamanes, apaga y vámonos.
En definitiva para uno y otro caso no estaría de más que en aquellos vinos en los que se suponga que no sobrepasarán cierto umbral temporal se indique en la contra etiqueta: «no consumir más allá del año…«, y en aquellos que salen demasiado jóvenes por cuestión de «cash» indicar: «guardar para su mejor evolución durante X meses, años o décadas«.
Junto a ello también podría hacerse el esfuerzo -considero que no sería muy costoso, además de ser beneficioso para las bodegas y consumidores- de indicar la fecha de embotellado para generosos y de degüelle para espumoso por parte de elaboradores
Algunos pondrán el grito en el cielo para hacernos tragar con ruedas de molino e intentar convencernos de que todo eso es prácticamente imposible, pero existen bodegas serias que sí lo hacen y si no les doy algunas pistas: Bodegas López de Heredia (sus vinos salen cuando consideran que están listos para su consumo), González Byass (indican la fecha de embotellado) o Agustí Torelló (indica la fecha de degüelle), entre otras.
Y por último, ya que pasaba por aquí, no estaría de más que en la información del vino nos indicaran si se han utilizado levaduras autóctonas, añadido enzimas, correguido la acidez, ósmosis inversa, adición de taninos, … más que nada por saber qué estamos bebiendo y si todo parecido con la realidad es … real o no.
¡Salud y buen vino!
Imágnes: https://hormigasilustradas.wordpress.com/type/image/ y http://www.metmuseum.org/collection/the-collection-online/search/436105
por elbaranda | Abr 16, 2015 | Reflexión
La verdad es que hace tiempo que las repercusiones generadas por las declaraciones que virtió David Muñoz, jefe de cocina de DiverXO, en su ponencia del último Madrid Fusión relacionadas con su idea «revolucionaria» de concebir el vino como un ingrediente o un aromatizante más, se han ido diluyendo y prácticamente poco o nada se oye sobre el tema.
David lanzó una piedra en el estanque enogastronómico que generó airadas y contrapuestas opiniones, pero que con trascurrir de los días, y al igual que las ondas creadas en un estanque, se han ido reduciendo a la nada, aunque, todo hay que decirlo, cumplieron con creces con la velocidad de propagación de la información.
A día de hoy seguimos manteniendo el mismo problema, no tanto si hay o no revolución en el mundo del vino ,y en este punto no dejo de estar más de acuerdo con Víctor de la Serna en su artículo del 9-2-2015 en el www.mundovino.com:
«el vino también está en plena revolución propia, aunque David Muñoz no lo vea así, y esa revolución va exactamente en el sentido opuesto al de sus propuestas: una nueva generación de viticultores y elaboradores de talento, en España y fuera, se está esforzando por quitar del vino los afeites y los añadidos, en particular –pero no sólo- el uso del roble tostado como abrumador aromatizante cuyo resultado es la proverbial «sopa de roble».
sino en cómo conseguir frenar la caída del consumo del vino en nuestro país, a pesar del ligero aumento que se ha observado en los útlimos meses. Y en este aspecto suscribo la opinión de mi buen amigo César Ruiz, enólgo, bodeguero y componente del equipo de La Tintorería Vinoteca, de que no se está sabiendo aprovechar el componente medíatico que tienen los cocineros en este momento para que a través de ellos, bien en sus programas de TV, realities, publicaciones o comentarios, hablen, bien ellos o sus sumilleres, sobre vinos.

Estoy seguro que si viéramos a Arguiñano, Subijana, Mario Sandoval, David Muñoz, o el cocinero de confianza de su restaurante favorito… hablar del vino -y si es español, pues mejor que mejor- al menos la curiosidad y el acercamiento a él irían en aumento y por ende, su consumo.
Si a ello sumamos conceptos como los defendidos por José Luis Louzán en su libro titulado precisamente «La Revolución del vino» -les recomiendo libro y blog- : búsqueda de la tipicidad, del terruño, del vino sin artificios ni «maderamen», profesionalidad en la hosterlería y convicción en la distribuición,…, y añadimos un apoyo institucional por parte de la Administración -pónganle Ayuntamiento, Comunidad Autónoma o Ministerio- el granito de arena se irá convirtiendo en duna y ésta en playa, mejor que en desierto, aunque tal vez la imagen subliminar de éste generaría más sed. Ya me entienden.
Creo que por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se puede hacer más por este tema y, de momento volvería a incluir en los Premios «Alimentos de España» la Submodalidad «Mejor acción realizada en establecimientos de restauración en la presentación, selección, conservación y servicio de los vinos, que con la presencia de una cualificada bodega contribuye a fomentar el mejor y más completo conocimiento de nuestros vinos con denominación de origen» (Accésit en el 1999 y Premio en el 2003 -permítanme este momento de vanidad- que tuve el placer de compartir con Atrio -Premio- y El Velero -Accésit- cuando gestionaba la compra y la carta de vinos del restaurante familiar: El Candil de Salamanca) y que desapareció del palmarés desde el 2008.
Y así podríamos empezar a decir que vamos piano, piano…
Imágenes: www.asus.usal.es, www.marketingdirecto.com
por elbaranda | Dic 22, 2014 | Catas, Eventos, Gastronomía, Reflexión, Regiones, Rioja, Txakolí, Vinos
Ardoaraba Enogastronómica 2014
Cuando hace unos días me encontré con un buen amigo y me preguntó que dónde había estado este último puente de la Inmaculada y le contesté que, gracias a Blog on Brands y a Gasteiz-on , había estado en Ardoaraba la cara de interrogación que se reflejaba en su rostro hacía necesario sacarle de su desconocimiento y, como supongo que a muchos les sucederá lo mismo, no hay nada mejor que aclarar conceptos:
1.- ¿Qué es Ardoaraba?.
Ardoaraba es la fiestra enogastronómica por excelencia que se celebra en Vitoria desde el año 2002 con un claro objetivo: situar a Álava como un atractivo destino enogastronómico y servir de escaparate de bodegas y productos alaveses de calidad.
2.- ¿Quién está detrás de esta iniciativa?
Tras esta exposición de productos y actividades se encuentra un excelente equipo de profesionales encuadrados dentro de Gasteiz-On, la asociación que agrupa al comercio, la hostelería y los servicios de Vitoria y a cuya cabeza se encuentra Patricia García, gerente, sin cuyo impulso estoy seguro que no hubira sido posible pasar de la idea a una auténtica realidad ya consolidada.
3.- ¿Qué nos podemos encontrar en Ardoaraba?
Para aquellos amantes de la variedad enogastronómica el despliegue dentro de la zona centro de Vitoria en estos tres días es realmente amplia y variada ya que, no en vano, la participación de bodegas, denominaciones de origen, bares y restaurantes, hacen que la variedad de productos y actividades sea realmente completa con el único fin de acercar el producto de esta tierra a los visitantes que la visiten. Y si además puedes hacerte una foto con Kent Follet, puer miel sobre hojuelas.

Nada menos que 4 grandes carpas situadas en espacios tan emblemáticos como la calle Bastiturri y las plazas de la Provincia, Matxete y los Fueros son los puntos neurálgicos en los que confluyen todos aquellos que se han acercado a esta feria, pero que a su vez genera una sinergia en todos los establecimientos de restauración de la zona en base a un sistema de talonarios con los que el visitante puede canjear un total de 28 puntos por un precio de 12€.

Así, tanto en las carpas como en los bares asociados a esta iniciativa (91 en la actual edición), podemos canjear puntos por vinos jóvenes, crianzas, reservas o de autor, pinchos o participar en presentaciones de vinos o en showcookings organizados en colaboración con Euskadi Gastronomika en la que poder conocer de primera mano y de elaboradores artesanos productos y platos como un caldo de Rubia Alavesa, Delicias de patatas Gorbea, sal de Salinas y aceite de Rioja Alavesa y Carpaccio de potro con virutas de Artzai-Gazta acompañados por un sorprendente espumoso Txakoli Beldui Santi Victoris et Santi Jacobi Brut Nature. Y si a eso le añadimos una cata de quesos de Idiazabal guiada por José Ramón Agiriano, miembro del comité de cata de la DO Idiazabal, el nivel de satisfacción es completo.

Si además te facilitan las copas de vino para poder moverte entre las distintas carpas y que los talonarios tienen descuento en una serie de actividades complementarias la interacción de todos los establecimientos del sector terciario es completa, aunque creo que la posibilidad de apertura de los comercios en el casco medieval haría aún más atractiva la visita al forastero.
Tuve la ocasión de disfrutar con una cocina casera en Xixilu o más informal en Tximiso, pero ambas basada en un buen producto. O sorprenderme con un tapeo de alto nivel en Izartza con una pizarra de vinos por copas que ya quisieran muchos, sin olvidarme de sus propuestas de champagne, realmente excelente.

Además podemos encontar actividaes paralelas en Ardoaraba como la Feria Goxo-Goxo en el que se reúnen en pequeñas casetas comercios gourmet o especializados en productos vascos de alta gama o el Mercado de la Almendra -que se celebra todos los primeros sábados de mes- con una variada oferta artesana de calidad y que estoy seguro que os hará imposible no caer en la tentación de comprar alubias, cecina de buey, quesos o panes.
4.- Aparte…
- Si vas con niños puedes participar en Talleres infantiles de cocina en los que aprenderan a elaborar galletas o pizzas.
- Catas comentadas de vinos reservas
- Visitar la catedral de Santa María a través del proyecto «Abierto por obras«, que se lo recomiendo. Otra forma de ver una catedral desde sus cimientos.

- No dejar de lado la visita al Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo Artium en el que encontrarán obras de Salvador Dalí, Pablo Picasso, Joan Miró, Pablo Gargallo, José Caballero, Antoni ClavéAn, tonio Saura, Antoni Tàpies, Joan Brossa, Manuel Viola, Rafael Canogar, Pablo Palazuelo, Jorge Oteiza, Rafael Ruiz Balerdi, Eduardo Chillida o Andrés Nagel entre otros.
5.- A destacar y a mejorar.
a) Destacar:
Una excelente organización por parte del equipo de Gastei-On al haber desarrollado una buena idea hasta hacer realidad una actividad primordial para la promoción y conocimiento de los productos de Álava en general y de la enogastronomía de Vitoria en particular.
b) A mejorar:
Poco que retocar, pero como crítica constructiva creo que deberían de mejorarse las catas que se celebran en las carpas. Tal vez no sea el mejor lugar para celebrarlas máxime cuando es complicado su acondicionamiento para conseguir una temperatura agradable en su interior -y si fuera estamos a 3º ni les cuento- y en algunas de ellas hay stands en los que se cocina por lo que afecta a la parte olfativa de las catas.
Con todo, si la parte gastro está muy bien desarrollada gracias a los showcookings, creo que la parte centrada en el aceramiento del conocimiento del vino por medio de catas deberían de subir de nivel organizando citas con mayor proyección: verticales, de añadas concretas, de pequeños productores, …
Anoten bien esta fecha en el calendario del 2015 para no perdérse la próxima edición de Ardoaraba, aunque igualmente les recomindo que visiten Vitoria en cualquier época del año y descubrir una preciosa ciudad, caminar por su barrio medieval, disfrutar con su gastronomía y conocer a sus buenas gentes.
¡Agur!
por elbaranda | Nov 11, 2014 | Reflexión
Si observamos una de las definiciones de la RAE el juglar sería el
«hombre que por estipendio o dádivas recitaba o cantaba poesías de los trovadores, para recreo de los reyes y de los magnates».
Algunos de los que me leéis os estaréis empezando a preocupar ya que no conseguís entender por dónde irá este post, pero si lo extrapolemos al mundo del vino en el día de hoy es fácil de comprender.
Desde este blog quiero rendir un sencillo homenaje a tres personas a las que considero verdaderos juglares del vino y que por amor a este líquido -y divino- elemento no sólo nos descubren las elaboraciones con las que disfrutar, sino también a las personas que se encuentran detrás de ellas.
Hablo de tres enamorados del mundo del vino que han ejercido gran influencia en mi forma de ver y comprender este mundo: Juanma Terceño, Juancho Asenjo y Orlando Lumbreras, los Juglares del vino de hoy.
Juanma Terceño

A Juanma lo conozco personalmente desde hace unos años y me une una buena amistad, amén de compartir el placer por los buenos vinos en general y de los vinos del Marco en particular gracias a la labor de difusión como Sumiller en González Byass.
No es fácil recorrer España de punta a punta reuniéndose con grupos de aficionados, distribuidores, sumilleres, … para hablarles de los vinos del Marco e intentar descubrirles unas elaboraciones en gran parte desconocidas y maltratadas, y a la par, conseguir que sean capaces de acercar al consumidor final la magia de estas verdaderas joyas.
A parte de ello también nos une la afición al baloncesto -reconozco que yo la tengo un aparcada en un rinón- aunque no por ello dejaré de animar siempre al Avenida Salmantino en contra de su Basket Rivas Ecópolis. Lo siento Juanma. Semper fidelis!.
Juancho Asenjo

A Juancho no tengo el placer de conocerle en persona, pero hemos cruzado algunas llamadas y mensajes que otro. Con todo es de las personas que te da la sensación de que lo conoces de hace tiempo por la confianza que te trasmite.
Juancho vive el mundo del vino con pasión -a parte del fútbol y la música rock, de la que es un gran conocedor- y no sólo eso, sino que lo trasmite para todos aquellos que quieran leerle a través de sus artículos en elmundovino.com del que es miembro de su equipo de catadores o de escucharle en las catas en las que deja patente el por qué es uno de los máximos especialistas en vinos de Italia del mundo mundial.
Orlando Lumbreras

Tampoco tengo el placer de conocer personalmente a Orlando, pero lo escucho con asiduidad -y en algunos casos con devoción- a través de las ondas desde su espacio Placeres Mundanos en RNE3, porque ¿cómo no me voy a enganchar cuando su carta de presentación es la siguiente?:
«Menú sonoro en Radio 3 con excitación sensorial, goce hedonista. Una delicada cocktelera, un combinado musical aderezado con una charla serena y personal; manjar hertziano a través del cual descubriremos el alma, el interior, de nuestro invitado. Sus comida, bebida y música. Los ritmos que que hacen latir el corazón. Buscando la perfecta comunión entre música y deleite»
Orlando no es sólo un juglar en la radio que intenta distraernos, sino que difunde su pasión por aquellos placeres enogastronómicos procurando descubrir por medio de la música la personalidad de sus invitados. Si no lo conocen, se lo recomiendo. Como un buen vino, crea adicción.
Pero si hay algo que me une a los tres -y que me consta que todos estarán de acuerdo- se encuentra muy bien definido por Juancho en un comentario que realizó hace unos días en Facebook y del que les dejo esta perla:
«Me importa poco de donde es el vino o el individuo sino la historia que hay detrás. La génesis de esas viñas, los acontecimientos sociales, políticos e históricos donde se han hincado esas raíces. Del vino me interesa la imperfección porque eso significa terruño y esencia de vida. Me interesan cada vez mas las cepas con virosis, que una cosecha sea distinta a otra, las variedades locales y que un pago me de algo diferente al de al lado. Busco la emoción y las sensaciones, el respeto al entorno porque el campesino suele cuidar el lugar que ha heredado de sus padres porque la tierra es todo para ellos. Cuando bebo una botella y conozco al hacedor, sonrío porque se de sus vicisitudes, a veces conozco a su familia, su entorno o la viña. Si algo he aprendido de la vida, de los viajes y los libros, de las conversaciones y de escuchar es que no hay nada mas maravilloso que descubrir, aprender y darte cuenta que no se puede nunca ser temerario en tus opiniones porque cuando mas te adentras en una materia mas te das cuenta que lo que desconoces es muy superior.»
Todo es poco hoy en día para intentar que el vino forme parte de nuestra cultura. Sin cultura no tenemos raíces dónde sustentar nuestra historia ni nuestro futuro. Gracias a juglares como vosotros algunos hemos logrado que el vino formara parte de ella descubriendo no sólo el simple placer de disfrutar sino de conocer la vida, la tierra y los sueños de quienes los hacen.
Sirva este pequeño homenaje para reflejar en él a todos aquellos juglares del vino que cantan o narran la poesía hecha vino de aquellos maestros que plasman en sus métricas endecasílabos picotas con notas de frutos rojos, pentasílabos rubíes con apuntes terrosos o estribillos de tres versos dorados con aromas de limonero.
¡Salud!
Fotos: obtendidas de las webs de Jordi Melendo, Esteban Capdevila y Orlando Lumbreras, Academia de Bellas Artes Santa Cecilia.
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