Bodegas Obanca.

Comenzamos el curso de catas y el grupo de enochalados charros se enfrenta a vinos de una zona que no nos es totalmente desconocida  ya que habíamos probado las elaboraciones de la Bodega Monasterio de Corias reflejado en un post anterior al que os remito para que os pongáis al día en el conocimiento de la zona y de las características de las castas allí trabajadas, como son el albarín blanco, albarín negro, verdejo tinto y carrasquín.

 

En este caso hemos probado las elaboraciones de Bodegas Obanca, cuya historia se remonta al año 1953, cuando María Marcos y su hijo José, antepasados de Isaac, Carlos, y David Marcos Antón -actuales propietarios- adquirieron los viñedos de Obanca, Castro de Limés y Barzaniellas.

En las laderas de los valles que rodean los ríos Luiña, Narcea y Naviego, en el concejo de Cangas del Narcea, es donde nacen las cepas, sobre suelos silíceos y consideradas como de alta montaña, dentro de un clima oceánico contintenal con rasgos mediterráneos, con inviernos fríos y veranos cálidos, y, a diferencia del resto de Asturias,  con unas precipitaciones inferiores al 30% del total de la comudad.

 

La bodega cuenta en la actualidad con 25 depósitos de distintas medidas de acero y madera de roble.

Los vinos se encuentran dentro de la I.G.P (Indicación Geográfica Protegida) «Vino de la Tierra de Cangas» desde el año 2002.

Una vez hechas las presentaciones considero que el paso siguiente y oblilgado es entar en materia, es decir, comentar los vinos catados.

LOS VINOS

1.- La Descarga 2010:

Vino elaborado con la variedad albarín blanco y con una graduación de 13,5%.

Lamentablemente presentó problemas de TCA que hicieron imposible disfrutar del vino y eso que en vista presentaba buenas maneras con notas amarillo pajizo, menisco alimonado y lágrima fina y densa. Esperamos recatar en condiciones y colgar la cata en este mismo post.

2.- Vino de Muestra

Resultó ser Castro de Limes Orocantábrico -según nos comunicó la bodega posteriormente-, aunque la añada pensamos que es la 2010. Elaborado con uvas de alvarín blanco provenientes de cepas de entre 80-90 años de edad. Fermentado en barrica de roble francés durante 4 meses y una graduación de 12,5% vol. Edición limitada a 250 botellas.

Cata: Presenta en vista un bonito color amarillo con menisco dorado. Lágrima fina y densa. En nariz notas iniciales medicinales, de farmacia, apuntes de ebanistería fina, membrillo, apuntes de lima-limón, incienso y anisados. Notas de hinojo, merengue y pera. De mediana intensidad pero con muy buena acidez que lo hacen fresco aunque le falta ensamblar con los aportes de la crianza. Pelín secante. Muestra un final ligeramente amargoso que no molesta.

3.- Oblanca Tinto 2011.

Elaborado con la variedades albarín negro, carrasquín, verdejo negro y mencía de cepas de entre 100 y 120 años. 13% vol.

Cata: Muestra en vista un precioso color picota de capa media con menisco cardenalicio. Vivo. Limpio. En nariz fruta negra, regaliz, café, ciruela y aportes de fósforo, pizarra, tinta china y remolacha roja. En boca tiene buena acidez, es fresco, con una retronasal marcada por las notas de balsámicos («juanola«) y el punto tánico de la fruta. De buen recorrido aunque le falta cierto ensamblaje.

4.- La Descarga 2010.

Elaborado con las variedades mencía, albarín tinto y verdejo tinto. Crianza de seis meses en barricas de roble francés y con 13% vol. Producción de 4.000 botellas.

Cata: De bonito color picota de capa media y ribete cardenalicio. En nariz apuntes lácteos de yogur de fresa, notas de ebanistería fina, vainillas, tostados, fruta roja y minerales (pizarra), incienso y cueros. En boca muestra una correcta acidez, fresco, pelín tánico aunque demanda tiempo.

5.- Llumés 2010

Elaborado en un 100% con la uva verdejo tinto de cepas centenarias. Tiene una crianza de 9 meses de barrica de roble francés y un 13% vol.

Cata: Picota de capa media y menisco carmesí. En nariz notas de sulfurosos que reclaman aireación. Tras ella ligero toque medicinal y aporte de notas tostadas, lácteos, fruta roja, regaliz, toffe y café. Buena acidez, fresco, de buen recorrido, sedoso, ligeramente tánico y con un sutil amargor final que lo hace adictivo.

6.- Castro de Limés 2009.

Elaborado en un 100% con uva carrasquín y una crianza de 12 meses en barrica de roble francés. Edición limitada a 2.000 botellas.

Cata: Bonito color picota de capa alta y menisco carmesí. Lágrima fina y densa. En nariz se muestra cerrado inicialmente reclamando su tiempo. Una vez aireado desarrolla notas lácteas y minerales (grafito), fruta negra, torrefactos, café, apuntes de sandía y tinta china. En boca muestra una correcta acidez, buena estructura y algo licoroso. Necesita redondearse, pero muestra buenas maneras.

Resumen:

Si tengo que calificar esta cata diría que fue sorprendente por el buen nivel de los vinos catados. Lástima La Descarga y su TCA, aunque otra oportunidad le daremos.

En conjunto podemos decir que estamos ante elaboraciones interesantes a los que les falta cierto ensamblaje -sobre todo a los tintos- pero que muestran muy buena proyección y que se salen de la monotonía acuciante en cuanto a variedades se refiere, marcando un aspecto auténtico, propio, diferenciador que es de agradecer.

Los vinos que más me gustaron -y con los que más disfruté- fueron Castro de Limés Orocantábrico, Obanca 2011 -claramente diferente y en el que sorprende que esté elaborado con uvas de vides centenarias-, Llumés -tal vez el más redondo de la cata, o mejor dicho, el más directo- y Castro de Limés 2009, complejo y en espera de que una vez lime cierta rusticidad se convierta en un excelente vino, aunque para mí fue el mejor.

Como no podía ser de otra forma ya que no sólo de vino se vive, nuestro anfitrión Toño tuvo a bien agasajarnos con algunas perlas de su cocina como un Cebiche de gambas con aceite de lima, Manzana hojaldrada a la menta y un entrecot para al final de la cata «levitar».

 

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