La verdad es que esta última semana de enero ha sido fantástica en cuestiones vinícolas ya que he disfrtuado con dos catas a las que le tenía ganas: probar varios vinos elaborados por Rafa Bernabé -al que sigo desde sus inicios de Beryna- dentro de su proyecto Vieñdos Culturales y la presentación-charla-coloquio-cata-reunión_de_amigos con Abel Mendoza y Maite Fernández -post que dejaremos para otro momento-.
En esta ocasión probamos varios vinos del proyecto de Rafa con el que pretende recuparear tanto variedades como zonas de cultivo que se encontraban en peligro de desaparición en la zonas alicantinas de Las Salinas de la Mata de Torrevieja, de la Finca Usaldón y de Casa Balaguer, ambas en Villena.
Elaboraciones de muy poca tirada -entre 900 y 2.000 botellas- que en la actualidad está compuesta por 12 vinos: dos blancos, dos rosados, un tinto seco, otro dulce y una edición especial que consta de 6 tintos, «Fusión y los cinco elementos».
Los vinos:
1.- Parque Natural El Carro 2011
Elaborado con la variedad Moscatel de Alejandría del Parque Natural de la Mta de Torrevieja de el pago «El Carro». 900 botellas. 12% vol.
Fermentación sobre 15º en barrica de 500 litros de roble francés nuevo, con sus levadura del campo. Realiza la fermentación maloláctica parcial en barrica. Envejecimiento de 4-6 meses, 505 en barrica de 500 litros y 50% en acero, sin batonnage. Vinificado con adición mínima de S02, levaduras del propio viñedo, sin encimas, no clarificado ni filtrado.
Cata:
Amarillo pajizo con menisco oro viejo. Lágrima fina. En nariz notas de hidrocarburos, cítricos, notas de la propia moscatel, punta resinosa y notas de jazmín. En boca tiene una acidez muy marcada, recuerdos a hollejos, muestra buena acidez y predominio en retro de la uva moscatel.
2.- La Viña de Simón 2011
Elaborado con uva Merseguera del «Pago La Viña de Simón». Edad de las viñas de 70 años. Fermentado en roble francés nuevo. Crianza de 4 a 6 meses en barricas de roble francés de 500 l. y sin batonage. 12,5% vol. Producción 1.200 botellas.
Cata:
Amarillo con menisco dorado. Lágrima fina. Limpio y brillante. En nariz notas de flores blancas -jazmín- apuntes de membrillo fresco, tostados, notas minerales -¿sílice?-, apuntes salinos, manzana, incienso. Complejo. En boca marca una buena acidez con apuntes de notas ahumadas, tostados, buen cuerpo y ataque.
3.- La Amistad 2011
Elaborado con uva 100% rojal. 14,5% vol. Crianza durante 4 meses en roble francés de 4 años, sin trasiegos.
Cata:
Presenta un bonito color frambuesa con tonalidades azuladas. Llamativo. En nariz notas de piruleta de fresa, gominola, frambuesa, toque ligeramente «leñoso», notas de flores azules, clavellina, punta de naranja sanguina, licor de guindas y apuntes de panadería. En boca muestra una buena acidez, frutal, goloso, con ligero toque de «jarabe» de fresa. Amargor final con sutiles toques de verdor de raspón.
4.- Los Cipreses de Usaldón 2011
100% Garnacha peluda. Edad de la viña 50 años. 14,5% vol. Elaborado con maceración semicarbónica durante 15 días de racimos enteros sin despalillar. Envejecimiento durante 4-6 meses en roble francés de 4 años, sin trasiegos. Sin adición de sulfuroso. Producción 2.000 botellas-
Cata:
Picota de capa media con menisco carmesí. Lágrima fina y lenta. En nariz notas iniciales de reducción, apuntes de fruta roja madura, ligero «raspón». En boca se muestra goloso, cálido y con un ligero amargor final.
5.- Casa Balaguer 2008.
Elaborado con un 70% de monastrell, 10% syrah, 10% merlot, 5% tempranillo y 5% cabernet sauvignon. Vendimia realizada entre octubre y noviembre de 2008. Fermantación por variedades en depósitos de acero inoxidabe y alcohólica durante 15-20 días. Envejecimiento durante 16 meses en roble francés. No clarificado ni filtrado.
Cata:
Picota de capa media. Lágrima fina y densa que tinta ligaramente la copa. Nariz marcada por notas de fruta negra, ciruela, tostados, balsámicos, punta mineral (grafito-pedernal) y notas lácteas -nata-. En boca se muestra con buena acidez, equilibrado, goloso y cálido. Muestra buen recorrido y ataque.
6.- Curro 2009.
Nombre dado en homenaje a Paco Camarasa («Curro»), el responsable de trabajo en la viña.
Elaborado con un 70% de uva monastrell muy seleccionada del Pago de la Arena, junto con un 30% de tempranillo del Pago La Carrasca.
Fermentación alcohólica y maloláctica realizada durante 30 días en baricas abiertas de roble francés y crianza durante 16 meses en barricas de roble francés de un año.
Cata:
De color picota y capa media, lágrima fina y lenta. En nariz notas de fruta negra, balsámicos y lácteos, minerales (grafito), tinta china y torrefactos. Boca con buen ataque y acidez, envolvente y cálido. Le falta tiempo para pulirse, aunque muestra muy buenas maneras.
7.- Beryna Selección 2005
Aportado por los miembros del grupo Javier y Carlotta, se presentó con un color picota de capa media-alta, lágrima fina y densa, y cerrado de inicio. En nariz notas de fruta roja, balsámicos, minerales y notas lácteas. Boca con correcta acidez, equilibrado, goloso y con una retro en la que las notas balsámicas y láceas marcan.
Conclusiones:
La verdad es que yo creo que ha sido una de las catas más debatidas por la división que se reflejó en la mesa, sobre todo en lo relativo a los vinos blancos y del rosado de rojal, La Amistad.
Para algunos miembros del grupo los vinos blancos, sobre todo el Parque Natural El Carro 2011, mostraban una excesiva acidez. Si bien estoy de acuerdo en la sensación de «cuchillo» en cuanto a la acidez en boca de este vino en concreto, me parecieron vinos que fueron de menos a más a lo largo de la cata con grandes cambios, sobre todo, en nariz en los que, si en un primer momento se echaron de menos notas más frutales propias de la moscatel o de la merseguera, fueron apareciendo como si marcaran un «tempo» propio de cada vino.
En cuanto a La Amistad, me pareció un vino singular, llamativo en visual y muy fresco y golso en nariz, a la par que complejo en la que se conjugaban a la vez notas de fruta y florales con apuntes frescos como sus sutiles notas de naranja sanguina.
En relación con los tintos, tal vez el menos entendido en mi opinión fue Los Cipreses de Usaldón, aunque sí mostró una mejor evolución en boca a lo largo de la cata, pero me resultó el más «huraño» en nariz.
Destacaría Beryna Selección 2005 -más hecho y equilibrado- y Casa Balaguer 2008, complejo, equilibrado, pero con recorrido y que seguramente dará buenos momentos en tiempos futuros. Junto a ellos Curro 2009 me pareció el más complejo y, siendo aún jóven, se muestra muy disfrutable con buena estructura, pero con toques que deben puliser en botella.
Maridajes:
Como en todas nuestras catas, Toño nos preparó una serie de platos como unos Boquerones rellenos de pimientos del piquillo de Lodosa, una Brocheta de yema de espárrago de Navarra con langostino en tempura o una Patata en salsa verde con taquito de bacalao confitado, de las que os dejo muestra gráfica para que salivéis.
La impresión que me dejo la cata es que el proyecto Vieñedos Culturales genera vinos muy especiales, para gente muy especial. Magníficos para la discusión, y por lo tanto con muchísimo juego en la cata, pero limitados en placer. Justo al contrario que los vinos “normales” de Rafa Bernabé, mucho mejor valorados durante la cata.
Los blancos fueron penalizados por una acidez muy cortante, claramente excesiva para la mayoría del grupo. Mejor la Viña del Simon por su mayor estructura, pobre el Parque Natural el Carro, en el que la aromática Moscatel sólo apareció en nariz al final de la cata, en boca la Moscatel no estaba, ni se la esperaba, detrás de un auténtico chorro de limón.
La Amistad y los Cipreses de Usaldon a mi me descolocaron. La Amistad no me gustó, bien en nariz, pero en boca le faltaba un punto de frescura a pesar de que la acidez estaba ahí. Los Cipreses fue un vino singular, no me emocionó, pero lo encontré interesante con un amargor “dulce” curioso.
Muy buenos el Curro 2009 y el Beryna selección 2005. El Curro tiene maneras, pero necesita botella y un buen billetero si es cierto el precio de referencia. Al Beryna selección le han sentado muy bien los años, magnífico. Bien el Casa Balaguer y buena RCP, al igual que el Beryna que esta vez no catamos.
Magnífico también el cava Castell de Graubac 1996 que nos salió rana la vez anterior. Largo y complejo, un Cava mas que no tiene nada que envidiar a los Champagnes de gama media.
Como siempre, gracias Mario por resumirnos la noche.
Cesar
César, como bien dices «Los blancos fueron penalizados por una acidez muy cortante, claramente excesiva para la mayoría del grupo», si bien hubo algunos miembros, entre los que me incluyo, que no consideramos tan excesiva la acidez, sobre todo en El Carro. Sobre la moscatel, si no recuerdo mal, y así lo indico aparecía en un segundo plano, más nitida a medida que iba pasando la cata.
En el aporte de acidez de la Viña de Simón era claramente una cuchilla y se habló por parte de algunos miembros del aporte excesivo de cítrico, aunque otros catadores -elmundovino.com- van más por un exceso de málico. Tema pendiente que espero nos aclare Rafa Bernabé, si tiene a bien.
Del resto de los vinos queda el post mis opiniones indicadas en las conclusiones.
Tal vez habría que plantearse el buscar más las notas positivas que las penalizables -o presuntamente penalizables- de los vinos.
Yo también empecé con los vinos de Rafa a través de Beryna (rara avis en una vinatería menor de Oviedo), que nos dio bastantes satisfacciones. Después vino conocerlo en persona y recibir unas cuantas de sus elaboraciones. El Carro a mí me encantó, aunque fue el 2010. Compartí con otro buen aficionado, Sibaritastur, Los cipreses de Usaldón, que nos sorprendió por su frescura. Y tengo pendientes aún alguno de los que probasteis. Creo que os faltó Musikanto en esa cata para provocar más debate todavía. En algo no estoy de acuerdo con César, sin cuestionar -por supuesto- sus impresiones; a mí sí me parecen vinos placenteros, no limitados en ese aspecto. Poco me dirían si sólo me sirviesen como experimento en catas.
Buenas Jorge. Tal vez el que la añada de El Carro fuera 2011 marcara diferencias para con la 2010, como ha de ser y por lo tanto no puedo marcar conclusiones, pero aún con esa acidez no me pareció tan penalizable.
Sobre los comentarios de los vinos me remito al resúmen de cata en la que creo que compartimos opinión y lo que queda es probar el Musikanto, aunque si es por provocar más debate… 😉
Pareceria que el Carro 2011 no tiene nada que ver con el 2010, al menos con nuestra botella. La descripción que hacéis todos es muy distinta. El equipo del elmundovino probó los dos, y los descriptores son claramente diferentes.
Sobre los Cipreses de Usaldon ya he dicho que no me emocionó, pero que es un vino curioso y por lo tanto con su punto de placer, podría comprarlo para beberlo.
Lamentablemente no pude encontrar nada de placer en nuestros blancos, mas alla del ejercicio de cata. Técnicamente me gustaría mucho saber de donde procede la enorme acidez de esos vinos; especulamos mucho y no llegamos a ninguna conclusión.
¡Qué casualidad! La semana pasada hice un pedido de 12 botellas de distintos vinos de Rafa Bernabé. Solo probé El Carro 2010 y me gustó mucho.
Buenas Toni, pues sólo te falta probar el 2011 y comparar para ver si las diferencias entre ambos son tan abismales como se comentan.
Con respecto a los otros, ya nos comentarás tus impresiones.
Abrazotes,
Mario.
Hola a todos,
curiosamente mi camino es inverso. Nunca me gustó el Beryna y fue una botella de Los Cipreses de Usaldón la que me hizo mirar sus vinos, y los de aquella zona, de otra manera.
Saludos,
Jose
Hola Jose. Está visto que todos los caminos conducen a Roma.
En el tema que nos ocupa se verifica que «para gustos los colores» y que son vinos que generan debate, ambas cuestiones, desde mi punto de vista, positivas 😉
Abrazotes,
Mario.
… y bebido El Carro 2010. Me ha gustado mucho. No sé si habrá mucha diferencia en la acidez que se pueda percibir entre la 2010 y la 2011, pero a mi me ha parecido muy buen puesta la de este.
Saludotes,
Jose
Jose, el 2010 no he tenido ocasión de probarlo y por lo tanto no puedo establecer comparaciones, aunque a mí no me parece mal que dos añadas sean distintas, al revés, casi lo agradezco. Para moldes los del pan Bimbo. En todo caso siempre prefiero vinos con acidez que cortos de ella. Tal vez en este país estemos acostumbrados a vinos más bien cortos de ella -y subidos de grado- y en cuanto nos aparece alguno que la tiene más marcada, nos chirría… en boca 😉