De copa en boca: Oloroso Extra-Viejo 1/7 VORS

De copa en boca: Oloroso Extra-Viejo 1/7 VORS

Doña Pilar Plá.

Lamentablemente no tuve el placer de conocer en persona a Dª Pilar Plá, pero sí de hablar por teléfono hace años cuando organicé para el restaurante familiar unas Jornadas de vinos del Marco por copas y entre los que quería incluir estaban algunos de su bodega Maestro Sierra.

La conversación fue primero de sorpresa, ya que no esperaba que desde Salamanca se preguntaran por sus vinos acogidos a la D.O. Jerez -puesto que aquí no había posibilidad de conseguirlos y entonces internet ni existía para el e-commerce- y después de simpatía, ya que ella también tenía a una persona salmantina muy cercana en la bodega: su enóloga. Así que la llamada discurrió entre la simpatía y el agradecimiento por haber pensado en sus vinos para acercárselos a los salmantinos.

Lástima que no pude visitarla antes de dejarnos, y sigo con la espina clavada de acercarme algún día a la bodega y dejarme perder por ella envuelto en aromas jerezanos entre el laberinto de sus criaderas y soleras.

Doña Pilar entre botas de Maestro Sierra

Había leído como Doña Pilar se había puesto al ferente de la bodega tras la muerte de su marido y como supo seguir y mantener la tradición con una máxima que representa a todos sus vinos: «la excelencia a través del tiempo».

Y es que cuando descorchas una botella como la que hoy comento, un Oloroso Extra-Viejo 1/7 con una vejez de más de 80 años es como si abriéramos una cápsula del tiempo y en cada sorbo generáramos un flashback no sólo de lo que ha cambido el mundo o España o Andalucía, sino también el Marco.

El principio de este vino se gestó siendo Maestro Sierra  una bodega almacenista y no elaboradora,  tras una guerra civil y con un futuro en el que se verían cambios importantes tanto a nivel de elaboración, de mercados o empresariales que nos ha llevado a lo que es el Marco a día de hoy, con sus luces y sus sombras.

Hoy la bodega está en manos de María del Carmen Borrego Plá junto con un equipo liderado por la enóloga y directora comercial Ana Cabestrero con el fin de que, según decía Robert Louis Stevenson, el vino siga siendo poesía embotellada.

No es un post para hablar de la bodega, aunque creo que sería imperdonable si no lo hiciera más adelante en otro dedicado íntegramente a ella. Tiempo al tiempo.

El oloroso

Como su nombre indica, estos vinos tienen mucho aroma. Solamente si son limpios en la nariz deben denorminarse Olorosos. Su aroma es menos punzante que el de los finos y amontillados, distinguiéndose por tener más cuerpo, o sea mayor vinosidad en el paladar -(ésto se llama gordura en el lenguaje bodeguero)- y aunque sean secos, parece notárseles un vestigio de dulce al probarlos, diferenciándose de los amontillados que dejan en la boca un gusto totalmente seco. Su graduación suele ser de 18% a 20% de alcohol en volumen, aunque al envejecer aumenta aquella, a veces, hasta 24º y 25º. Su color es más dorado que el de los amontillados y se asemeja al oro oscuro, aumentando con la edad.

Jerez, Xerez, Sherish. Manuel Mª González Gordón.

Nada mejor que empezar con una excelente definición cuando vamos a hablar de un Oloroso, y en este caso de una verdadera joya como es este Oloroso Extra-Viejo 1/7 de El Maestro Sierra.

Cariaderas y soleras Maestro Sierra

OLOROSO Extra-Viejo 1/7 VORS

Elaborado con uva 100% palomino fino este oloroso es el hermano mayor de los que elabora El Maestro Sierra ya que, junto con el 1/14, forman parte de la misma solera.

El 1/14 alimenta a la solera del 1/7 ya que ésta se refresca con la fila del oloroso más jóven, si es que jóven son 50 años.

Además es un vino con 24% vol. lo que nos indica que es más viejo y por la evaporación sufrida, más concentrado.

Oloroso El Maestro Sierra 1-7

La cata:

Vista: Precioso color caoba-ambarino con reflejos verdoso mostrando ligera turbidez.

En nariz: Abanico de aromas en los que la evolución y el tiempo dan forma a sensaciones de caramelo, toffe, naranja confitada, brioche, dátiles, avellanas, higos secos, canela y curry, junto con barnices de madera noble, nuez moscada y puntas minerales.

Complejo y soprendente en una nariz que sigue «hablando» a lo largo de la cata.

 En boca tiene una entrada elegante, envolvente y con volumen. Una retronsal en la que tiene lugar una explosión de aromas marcada por notas especiadas (canela y curry), sensaciones salinas, nuez, tabaco, chocolate y cítricos confitados.

Un auténtico despligue de sensaciones que hace de este vino algo único.

 

Reflexión

Para muchos de nosotros el tiempo es oro, pero hay veces que valoramos más cuando el tic-tac se para y poder disfrutar con una verdadera joya vinícola como es este oloroso.

Cuando entra en nuestra boca un sobro de este vino e impregna nuestro paladar se produce un choque espacio-temporal en el que el reloj se para y la realidad se defumina provocando un flaschback  que consigue hacer que nos movamos en el tiempo, en un tiempo de reflexión.

Reconozco que soy un enamorado de este tipo de vinos que no entiende de mercados, de precios, de valoraciones y sí lo hace de hacernos partícipes de la Hisotira con mayúsculas.

Espero que hayan disfrutado del post y les animo a hacerlo con este vino o con otros «aclados» en el tiempo, algo que es un lujo difícil de alcanzar y que no tiene precio.

¡Salud y buen vino!

De copa en boca: Amontillado Solera Rare Sherry AOS

De copa en boca: Amontillado Solera Rare Sherry AOS

El amontillado

No es nada nuevo para aquellos que siguen este blog que una de mis pasiones son los vinos elaborados en el Marco y si alguno tiene curiosidad al respecto, puede realizar una búsqueda para comprobar la cantidad de post escritos sobre los distintos tipos de vinos allí elaborados.

Hoy, gracias a que uno no es estricto en el control de la bodega, comentaré una auténtica joya que apareció sin haberla buscado: el Amontillado Rare Sherry AOS de Osborne.

Para aquellos que se acercan a este mundo de crianzas biológicas y oxidativas creo que nada mejor que tratar de definir qué es un amontillado, para lo que recurriré a la establecida por D. Manuel Mª González Gordón en su libro Jerez-Xerez-Sherish:

Este vino también pude decirse que pertenece al tipo Fino, y generalmente adquiere las características de Amontillado al perder por la edad el típico carácter del Fino. Los Amontillados son muy secos, como los vinos de donde provienen, pero en general son menos pálidos, teniendo el color ámbar y con el envejecimiento llegan a ganar aún más color. También adquieren un aroma punzante, aunque más avellanado que el fino, por tener más cuerpo y graduación alcohólica  (17º a 18º grados Salleron, equivalente al tanto por ciento de alcohol en volúmen), y con la edad suelen llegar a 20º, y hasta 24º en casoso excepcionales de vejez. Estos vinos son excesivamente limpios en nariz y en la boca, debido a que son también completamente secos. Un vino fino, si no se conserva en su estilo por no hacerle sacas perídicas, se convierte en general, al envejecer, enel tipo amontillado.

La referencia más antigua que nos dicen se conoce de esta nomenclatura en el negocio jerezano, es del año 1796 y es una  calidad de vino muy apreciada por los buenos catadores.

Amontillado AOS Rare Sherry

Amontillado Rare Sherry AOS

Solera fundada en 1903 para celebrar el nacimiento del II Conde de Osborne por Tomás Osborne Guezala de entre las mejores botas de amontillado de la bodega La Palma, situada en la calle del mismo nombre en el Puerto de Santa María.

El vino no se podría embotellar hasta 1924, cuando el hijo Antonio Osborne -de ahí su nombre AO a la que se añade la S de Solera- cumpliera 21 años.

Elaborado con un 92% de Palomino fino y un 8% de Pedro Ximenez esta solera ha envejecido así de bien debido al envejecimiento de los mostos de ambas castas (ahora rechazado por el Consejo Regulador) desde hace más de 100 años.

Envejecido en el sistema tradicional de criaderas y soleras durante más de 25 años. Toda la solera se compone de 39 botas y 3 criaderas.

Botella de 75 cl. 22% vol.

La Cata:

Muestra un precioso color ambarino con reflejos yodados y apuntes verdosos.

En nariz aparecen sensaciones complejas con notas tostadas, punzantes, roble noble, recuerdos de rebotica, habanos, caramelo, manzanilla y frutos secos (avellanas y nueces).

Boca potente, muy seco, largo, amplio y con volumen. Retro marcadas por las sensaciones aromáticas que se acompañana por apuntes de cacao, toques cítricos y ligero amargor final.

Uno de los mejores vinos que he probado. Realmente excelente en todos sus aspectos.

Conclusión.

No me canso de repetir de que el vino no sólo forma parte de nuestra cultura, sino que también lo es de nuestra historia y, quizás éste sea una parte de la misma embotellada para nuestro deleite.

Es un vino que yo defino como de «reflexión», es decir, para tomarlo sólo en momentos en los que nuestra mayor dedicación sea «dejarnos llevar» por las senaciones que nos aporta. Un vino que, como historia o como arte, no tiene precio, al igual que tampoco lo tendría un cuadro del Greco o de Velázquez.

Sólo nos queda disfrutar el momento. ¿Hedonista?, tal vez. Siempre «carpe diem».

Saben que están en su blog y pueden hacer los comentarios que lo deseen y si quieren estar informados de los post que subo, sólamente tienen que suscribirse a él. Fácil.

¡Salud y buen vino!

De copa en boca: Corta y Raspa 2017

De copa en boca: Corta y Raspa 2017

Corta y Raspa Las 40 2017. Mayetería Sanluqueña

La verdad es que cuando uno tiene delante una botella de vino no sólo tiene curiosidad por probarlo, sino también por descubrir algo de su historia o de su origen, y este Corta y Raspa Las 40 es un cúmulo de preguntas, afortunadamente todas con respuesta.

En primer lugar habría que definir qué se entiende por «mayeto» , qué era, cuándo se dió, si existe en la actualidad o es una figura extinta y por qué aparece ahora de la mano de Ramiro Ibáñez. Así que iremos por partes.

La palabra aparece por primera vez en el Diccionario de la RAE en 1.803, estando definido como «viñador de escaso caudal«.

Dicho así de «frío» no nos aporta mucho, aunque si nos acercamos a la página de Callejuela encontramos una definición basada en la experiencia: «Personas de campo, de peoná y rato, llanas y con un gran conocimiento de la vid y todas sus labores. Contar con viña, lagar propio y bodega, habitualmente pequeña, eran los requisitos para ser Mayeto y encontrarse en el escalón más alto de la desaparecida clase media.» No en balde el padre de Pepe y Paco Callejuela, D. Francisco Blanco Martínez, Blanquito, lo fue durante 20 años.

La mayetería tuvo su época dorada en las zonas de Ronda y Sanlúcar de Barrameda, y consistía en una explotación agrararia en minifundo con el cultivo de hortalizas en la zona roteña, mientras que en Sanlúcar, Jerez o Chipiona era el campesino que cultivaba la viña. Sus inicios parten del s. XV cuando la Carta Puebla de Rota otorga terrenos a quienes se comprometieran a vivir y cultivar en La Mayetería.

En los años 80 y 90 desaparece la mayetería, y se pasa de la elaboración de su propio vino a la venta de la uva a las bodegas.

La figura quedó extinta hasta que en el 2016 y de la mano de Ramiro Ibáñez se reúnen tres mayetos: Antonio BernalJosé Manuel HaranaRafael J. Rodríguez para elaborar la primera añada de la «saga» Corta y Raspa con la finalidad de poner en valor el trabajo y elaborar sus propios vinos.

Por último sólo nos falta hacer mención al propio nombre del vino que no ha sido elegido de forma baladí ya que hace referencia «a un tipo de corte especial de la poda de vara y pulgar. Se hace un corte longitudinal seguido de otro en bisel, respetando la carrera de verde, señalando así al resto de faeneros, que pasen por esa cepa durante otras labores, que ese corte es correcto y no necesita modificarse en el futuro», tal y como queda definido en el blog de Federico Ferrer.

El vino.

Está elaborado por Rafael J. Rodríguez Jiménez en Sanlúcar de Barrameda de viñas de más de 30 años del pago de Las 40 en el Cerro de Añina. Fermentación alcohólica espontánea  en la que el mosto la realiza sin fortificación y una crianza en Bota con sus levaduras salvajes y sin apenas velo de flor.

La cata:

De color amarillo dorado, atractivo, limpio. Aromas protagonizados en sus inicios por la fruta amarilla (membrillo), frutos secos, sensaciones minerales (caliza), flores blancas y ligeros toques almizclados. Boca marcada por las notas salinas, se muestra fresco, amplio, con muy buena estructura y de medio recorrido dejando recuerdos de amontillado.

Me ha gustado. Me ha parecido distino, sencillo, pero no simple. Muy personal. Una vuelta a un pasado digno de recuperar. Bien elaborado y además la relación Disfrute-precio me parece muy buena ya que el PVP está sobre los 11,50 €.

¡Salud y buen vino!

Vinos de copa en boca: Palo Cortado «Los Caireles» Edición Especial

Vinos de copa en boca: Palo Cortado «Los Caireles» Edición Especial

El origen.

Con más de cinco generaciones vinculada al mundo del vino la familia Portales Pérez, hasta entonces proveedora de vinos para otras bodegas, inicia en el  año 2005 la comercialización de sus elaboraciones bajo la marca «Los Caireles».

El vino que nos ocupa tiene su origen cuando se decide separar una parte del mosto del año 2001, con unas características de sutileza llamativas, para su posterior desarrollo como una manzanilla «distinta» potenciando esas características particulares.

Bodega Porteles Pérez

Después de 7 meses de crianza en sobretablas (es decir, ya encabezado a 15º) se observa que la delicadeza inicial se iba atenuando, aún así se decide dejarlo criando otros 7 meses más. Tras esos 14 meses bajo velo se confirma que esas especiales características de finura y sutileza que se percibieron en su clasificación inicial han desaparecido, por lo que se procede a encabezar el vino a 17º y dar comienzo a un proceso de crianza oxidativa que se prolongará durante 15 años. El resultado es este Palo Cortado «Los Caireles» Edición Especial.

De esta saca inicial salieron de bodega sólo 544 botellas de 75 cl. coincidiendo con las fiestas navideñas del 2017. A día de hoy está agotado -si encuentran alguna botella, no lo duden- y estamos esperando, al menos yo con ansia viva, la nueva saca que saldrá a finales de noviembre de 2018 -ya saben, marquen en rojo estas fechas en su calendario-.

Les recomiendo como lectura obligada el excelente artículo de Jesús Barquín -aún recuerdo en la memoria la impresinante cata con sus vinos La Bota de…, y alma pater del Equipo Navazos– titulado «Palo cortado: la verdadera historia» en el que se aclaran conceptos y procedimientos.

19,5 % vol. PVP: 19,50 €

La cata:

PC Carieles en copa

Impresionante color ambarino con tonalidades anaranjadas. Precioso, untuoso en agitación y con reflejos yodados en las lágrimas que descienden por la copa en armoniosa y lenta cadencia.

Sensual en nariz con aromas limpios en los que predominan las notas de frutos secos (almendra) acompañados por sensaciones de yema tostada, cáscara de naranja, caramelo, apuntes yodados y notas especiadas -curry-, toques acaramelados y maderas nobles. Intenso, complejo y con recuerdos punzantes.

Seco, con volumen, amplio, largo, redondo y con un postgusto en el que vuelven las sensaciones olfativas iniciales junto con cierta salinidad. Puro placer. Un gran vino en el que la combinación de las sensaciones salinas de bahía junto a su frescura y los toques de caramelo son realmente impresionantes. Excelente trabajo.

¡Salud y buen vino!

De copa en boca: Navazos-Niepoort 2015

De copa en boca: Navazos-Niepoort 2015

Navazos-Niepoort 2015-001

El equipo Navazos

Seguimos poniendo nombre y caras a los «padres» de las criaturas que tanto nos hacen disfrutar. En este caso Barquín y Ojeda son los «alma pater» junto con Dirk Niepoort en la realización de un vino que nos provoca un auténtico flasback devolviéndonos doscientos años atrás a una Andalucía en la que el vino se elaboraba para consumo local bajo criterios de crianza biológica y, por lo tanto, muy alejados de los vinos fortificados o encabezados tal y como conocemos hoy a los vinos del Marco.

Como bien explican en su web,

Si a esto unimos el dato de que la clasificación de los viñedos de la zona conforme a un criterio de mérito estaba sobradamente asentada a inicios del mismo siglo XVIII, se infiere que las señas de calidad del vino de la época venían a ser: a) uva palomino fino, b) procedente de los mejores pagos, c) fermentado en bota, d) con levaduras autóctonas, e) criadas bajo el velo de flor  que comenzaba a formarse inmediatamente, una vez que las levaduras de fermentación acababan su tarea y dejaban el campo abonado para la intervención de las levaduras de flor, f) sin adición de alcohol. Este vino, antes de generalizarse la denominación “vino de manzanilla”, originaria de Cádiz, era conocido localmente como “vino blanco”.

El vino

Las uvas se prensaron suavemente, seguido de la fermentación con levadura autóctona, en botas de roble americano (40 años). La temperatura fue controlada naturalmente, debido a la pequeña dimensión de las cubas (600 l). El vino fue envejecido durante 8 meses de crianza bajo velo de flor a graduación natural. Los barriles se llenaron hasta 5/6 de su capacidad, para que las levaduras pudieran desarrollarse.

Elaborado con 100% palomino fino. 12% vol. Embotellado en 2017 para Equipo Navazos.

La cata:

Amarillo con ribete ligeramente dorado. Limpio y brillante. Bonito.

Aromas con notas de manzanilla en flor acompañadas de toques de albariza y sutiles aportes de frutos secos y recuerdos cítricos junto con sensaciones salinas.

Navazos-Niepoort 2015

Boca con una excelente acidez. Se muestra fresco, elegante, ligeramente untuoso y con muy buen recorrido.

Retronasal marcada por las notas minerales de las albarizas que le ven nacer acompañada por el aporte floral de la manzanilla, los frutos secos y el toque cítrico.

Excelente. Beber y disfrutar. De los mejores, si no el mejor año, del Navazos-Niepoort hasta hoy.

Foto de portada de Equipo Navazos.

De copa en boca: La Bota de Florpower nº 57 MMXII

De copa en boca: La Bota de Florpower nº 57 MMXII

Seleccionado por el Equipo Navazos la Bota de Florpower 57 MMXII es un vino blanco sin fortificar  elaborado con uva palomino fino de viñedos situados en terrenos de albariza del Pago Miraflores permaneciendo 30 meses bajo velo de flor, 8 meses en bota y un año y diez meses en depósito de acero inoxidable, hasta su salida al mercado en julio de 2015. 12,5% vol.

Florpower 2012

Algunos recomiendan beberlo pronto, no seré yo, aunque para los escépticos siempre pueden tener dos botellas y beberselas en distintos períodos. En mi caso el observar, y disfrutar, con la evolución de estos vinos elaborados sin fortificar, es cada día más sorprendente en el buen sentido de la palabra, provocando un incremento de la complejidad. Afortunadamente no todo está escrito y en muchos casos sólo basta con mirar atrás para encontrar elaboraciones que fueron denostadas y olvidadas debido en gran parte al desconocimiento y, por qué no decirlo, también al propio mercado.

P.V.P. 18€

En copa

Cata:

Precioso color amarillo «oro viejo». Llamativo. Elegante.

Aromas a frutos secos acompañados de fruta amarilla, toques de salinidad y apuntes minerales de albariza junto con sutiles notas de levaduras y miga de pan conjuntados con recuerdos cítricos.

En boca muestra una excelente acidez y notas punzantes. Se muestra fresco, complejo y largo. Retronasal en la que las notas de velo de flor se hacen más persistentes acompañadas por elegantes notas salinas, toques cítricos, miga de pan y frutos secos.

Excelente.