De copa en boca: V Malcorta 2017 de Javier Sanz

De copa en boca: V Malcorta 2017 de Javier Sanz

V Malcorta 2017

Mañana, día 19 de noviembre de 2019, habrá una Jornada sobre Enoturismo en La Seca organizada por Destino Castilla y León -hashtag #DestinoVerdejo- a la que lamentablemente no podré asisitir, pero sí me quiero unir, aunque sea en la distancia, con esta recomendación.

No es la primera vez que nos acercamos a los vinos elaborados por Javier Sanz. Ya lo hicimos con su rufete y con su «básico» verdejo, pero en esta ocasión me gustaría recomendaros un vino que se sale de normas y castas al uso puesto que estamos ante una elaboración con un clon de la uva verdejo, la malcorta.

Como todo tiene su explicación en esta vida, esta uva, casi extinta hace 20 años si no hubiera sido por el interés del viticultor en su reuperación, debe su nombre a que era difícil su vendimia a mano. Y de ahí su nombre «mal» «corta«.

Dejando a un lado esta breve historia, estamos ante un vino que ha pasado 5 meses sobre lías y del que se han elaborado unas 11.000 botellas en un año, el 2017, caracterizado por una baja productividad, pero con un fruto en el que la maduración fenólica fue óptima. 13 % vol.

La cata:

En copa mantiene un preciso color amarillo con reflejos ligeramente dorados y una densidad media.

Aromaticamente encuentras sensaciones de fruta de hueso, cítricos, notas florales y minerales -me encanta la sensación de canto rodado húmedo- y membrillo fresco.

En boca mantiene una excelente acidez consecuencia de ser una uva de maduración tardía. Tacto graso, untuoso, largo, complejo, elegante y muy disfrutable.

Podría evolucionar con más guarda, pero ahora está realmente bueno.

¡Gracias Javier por recuperar esta casta y por tan buen trabajo!

No tengo que decirles «más ná», pero si consiguen hacerse con una botella de las poquitas que hay en el mercado, no lo duden.

Foto de portada de www.de-vinos.es. Foto de la cata: autor.
Ismael Gozalo: escultor de la verdejo.

Ismael Gozalo: escultor de la verdejo.

 Cuando Miguel Ángel, Chillida o Botero realizan una obra escultórica parten de materia inerte a la que dotan de vida jugando con la elegancia del mármol, la tensión del hierro o la maleabilidad del bronce. Es más, le aportan una elegancia tridimensional que la propia materia por sí misma tiene, pero que los escultores resaltan bajo un contexto: la sensualidad de un David, la potencia de un Peine de los vientos o la bolupuosidad de la Mujer con espejo.

En esa línea si los escultores dotan de vida a la materia muerta, Ismael Gozalo aporta personalidad a la materia viva, a la uva verdejo, resaltando también su carácter tridimensional a través de la vista, el olato y el gusto, y haciendo de cada uno de sus vinos obras individuales y añada tras añada, irrepetibles. En una palabra esculturas de verdejo con título e historia propia: Nieva York, Correcaminos, La banda del Argílico, Microbio, Sin nombre o Km 0. El Origen, entre otros.

Creo imprescindible el transcribir la elaboración de los vinos para comprender mejor su historia y las características de cada uno de ellos.

No es la primera vez que disfruto con los vinos de Ismael, aunque sí lo es con la uva verdejo. En definitiva les animo a descubrir su obra comenzando con esta breve, pero intensa exposición.

1.- Nieva York 2018

100% Verdejo.

«Petillant naturel o como se conoce Pet Nat, buenas burbujas = buenos momentos.

Son las burbujas rosé de la casa, elaborado con las uvas de los primeros días de vendimia, el vino fermentado con baja turbidez y baja temperatura, cuando ha bajado la suficiente densidad se embotella para que finalice la fermentación alcohólica ya en botella.

Tras unos meses de crianza en botella con sus finas lías se hace un degüelle a la volé para quitar esas lías y se completa con vino seco del mismo lote.»

La Cata:

Llamativo color amarillo verdoso de este espumoso ancestral. Burbuja fina y ligeramente untuoso en agitación. Aromas a manzana verde y sensaciones florales conjuntadas con recuerdos de canto rodado. En boca cuchillo de acidez -me encanta-, fresco, burbuja viva y jugetona y un buen recorrido.

2.- Correcaminos 2018

100% Verdejo.

«Una particularidad de estos vinos es que son 0,0 SO2, sin filtrar ni clarificar.

El varietal por excelencia de la bodega, es en la provincia de Segovia donde mejor comportamiento agronómico tiene debido a una mezcla de factores, destacando entre ellos la heterogeneidad de los suelos, la aridez de la zona, las antiguas selecciones masales de antiguos viñedos de Verdejo, las viñas en pie franco, todo esto unido a la climatología de la zona con sus contrastes verano/invierno y día/noche.

Elaboración:

Uva entera y con baja temperatura se prensa como siempre se ha hecho en prensa vertical, buscando el polo opuesto de la nueva enología, algo a lo que la mayoría tienen miedo la hiperoxidacion, buscando hacer estables los vinos en el tiempo, hacerlos duros desde el principio, nada de protección basada en «la magia negra» sino que el planteamiento es el clasicismo o la tradición de como mis abuelos hacían sus vinos.

La prensa vertical de 5 hl tiene una diferencia con la utilizada por mis abuelos, el cestillo es de inoxidable para facilitar su limpieza y evitar aromas y sabores indeseados en el vino.

Una vez la uva es prensada, siguiendo su tempo de drenaje y tras un bajo rendimiento el mosto es decantado con las únicas ayudas de unos depósitos flauta (estrechos y altos) y el frío.

Mosto parcialmente desfangado es ensamblado para que juntos arranquen la fermentación alcohólica no hay ninguna obsesión con la temperatura de fermentación, pues las levaduras indígenas cada año tienen sus diferencias y varían su comportamiento.

Una vez finalizada la fermentación alcohólica el vino permanece en contacto de sus lías durante al menos 5 meses, no hay movimiento de lías para evitar la pérdida del CO2 natural y que sea un ayudante que evite la evolución en el vino.»

La Cata:

Amarillo verdoso con ligera turbidez. Aromas de fruta blanca (pera y manzana) maduras. Sensaciones de barquillo de vainilla. Fresco y muy vivo. Buena acidez y recorrido. Mantiene buena tensión junto con un toque ligeramente oxidativo que le aporta personalidad. Vivo y de los que crean adición. Se empieza y se acaba.

3.- La Banda del Argílico 2018

Elaboración:

«Uva madura en su justa medida proveniente de dos viñas diferentes del término de Nieva, ambas plantadas en pie franco.

La primera con suelo arenoso (en el prado de las viñas) y la segunda suelo arenoso con gravas (Sarabia) bajos rendimientos en campo y bajos rendimientos en bodega hacen que este vino sea posible.

Es un guiño a las bandas de Argilico que tienen nuestros suelos donde las raíces se hunden para captar la mineralidad y donde se hace el intercambio de nutrientes.

Las bandas tienen muchas funciones, hacer de tampón para que la humedad no se evapore y mantener siempre un aceptable estado hídrico con las plantas, ¡también es donde los microbios pasan el estío para no morir de calor!!!  y donde se produce el intercambio en el complejo arcillo/húmico.

Este vino es el resultado de 2 vendimias una primera buscando frescura, bajo PH y poco alcohol y la segunda y mayoritaria es la que da maduración, finura, frutalidad, longitud en boca y estructura, esta unión de los dos mostos hace la magia del balance y el equilibrio.

El vino permanece en contacto con sus finas lías durante 5 meses y medio.»

La Cata:

Amarillo verdoso. Nariz muy expresiva con predominio de la fruta amarilla acompañada de sensaciones minerales y flor de acacia. Excelente acidez y recorrido con una retronasal en la que se mantienen las notas frutales y minerales acompañadas de notas de frutos secos. Mantiene buena tensión, untuosidad y volumen junto con largo recorrido. Directo.

 4.- Microbio 2017

«Resultado de una fermentación y crianza en viejos fudres de 1050 litros, donde pretendo respetar al máximo la expresión varietal de la verdejo unida al factor suelo.

Vino elaborado aprovechando al máximo las biosinergias de factores tan importantes en un vino como son altitud, edad del viñedo y suelo.

Quizás sea el vino más salino de los que elaboro, recordándonos que el suelo donde están hincadas las viñas hace 180 millones de años fue el mar Tetis.»

La Cata:

Amarillo ligeramente dorado. Excelente conjunción de fruta amarilla de hueso, brioche y notas minerales (canto rodado). Boca en la que muestra tensión con una ligera volátil y recuerdos de aceituna y sensaciones cítricas en retrogusto. Fresco y salino. Muy disfrutabe.

5.- Sin Nombre 2016

«Fermentado en madera y permanece en ella durante al menos 9/10 meses en contacto con sus final lías, a primeros del mes de agosto el vino se saca de barrica para darle su segundo período de crianza, esta vez en depósitos de inox, permanece durante al menos otros 9/10 meses pasando así su segundo invierno de crianza con las finas lías.

Transcurridos estos meses el vino se puede considerar estable y se embotella siguiendo las mismas premisas de siempre, ¡día y luna! ¡Sin clarificar, sin filtrar!

El vino sin nombre.

Así de sencillo es el nombre de este vino verdejo fermentado y criado en un cask de 12 HL, no puede ser mas sencilla la manera de trabajar, la única magia reside en la alta calidad de la materia prima, uva procedente del pago de los Navales.

Es el resultado de un sinfín de sin: Sin Corrección de Acidez, Sin Encimas, Sin Corrección de CO2 hasta el embotellado, Sin Clarificar, Sin Filtrar, Sin Remontado de lías, Sin Battonage…»

La Cata:

Amarillo con reflejos dorado. Nariz limpia con sensaciones de flores bancas, membrillo fresco y un ligerísimo recuerdo tostado bajo un acompañamiento de aporte mineral. Elegante en nariz y elegante en boca con una muy buena acidez, volumen, untuosidad y recorrido. Excelente.

6.- Km 0. El Origen 2016

«100% verdejo, viñedo prefiloxérico, vendimia entera, se fermenta en tinajas de barro, tras dos meses de fermentación, la pasta se prensa y el vino se baja a barrica, para su crianza durante 10/12 meses. Después de la primera crianza en barrica se deja durante otros 10 meses en depósito, para su afinado final.

Estos vinos tienen una alta tanicidad, debido al contacto del mosto con las pieles y raspón durante largo tiempo.

El color es naranja. Esta es la razón de su nombre.

Este tipo de vinos son muy longevos y agradecen largas guardas en botella.»

La Cata:

Color naranja con ligera turbidez. En nariz necesita aireación para dar todo de sí y deja a un lado los toques de acidez volátil que marcan inicialmente. Esa aireación deja paso a notas terrosas, fruta madura, ciertos toques cítricos y florales. Complejo. Boca muy «personal» en la que muestra su potencia protagonizada por su tanicidad y su largo recorrido. Un «orange wine» no apto para todos los públicos, aunque a mí me ha gustado. Con todo, si encuentra algunas botellas, guarde algunas, para verlo evolucionar a lo largo del tiempo. Me lo va a agradecer.

Con este recorrido por algunas de los vinos de Ismael Gozalo espero haber generado al menos cierta curiosidad por probarlos y acercarse a unas elaboraciones de verdejo que, como mínimo, estoy seguro que no les dejará indiferentes.

Al igual que con una escultura, no es lo mismo leer una descripción que visualizarla tridimensionalmente o, experimentar sensaciones tátiles sobre su superficie, en definitiva sentir aquello que el artista ha querido transmitirnos.

Por ello les animo a que descubran estas «esculturas» de verdejo para disfrutarlas en toda su dimensión.

Si desean compartir sus opiniones, no tengo que recordarles que este es su blog. Sientanse cómodos y con plena libertad.

¡Salud y buen vino!

Fotos de bodega y autor.

De copa en boca: Domino de Nogara 2017

De copa en boca: Domino de Nogara 2017

Tengo un buen amigo que es adicto al vino verdejo pero al que estoy sometiendo sutilmente a un proceso de desintoxicación de «levaduritis artificialis» marcadas por los aromas exóticos más propios de países tropicales que de la «Extremadura-Castellana».

Hoy quiería comentar un buen vino elaborado por Bodegas y Viñedos Valtravieso en la localidad de Puras (Valladolid) en el que la uva verdejo de viñas viejas ha realizado una crianza de 5 meses sobre lías en barricas de roble francés con el fin de aportar longevidad, untuosidad y complejidad, tanto en nariz como en boca.

La cata:

 Presenta en vista un precioso color amarillo verdoso con sensaciones aceradas. En agitación muestra untuosidad que nos habla de su crianza con sus lías.

En nariz aparecen sensaciones florales, de heno e hinojo, acompañadas por notas cítricas -pomelo-, fruta amarilla -melocotón- y recuerdos sutiles de aromas de frutas tropicales.

En boca es untuoso, con volumen y muy buen acidez. Retronasal en la que el aporte de fruta y herbáceos lo hacen muy disfrutable, rematando con esa sensación de ligero amargor que lo hace verdaderamente adictivo.

En definitiva un vino atractivo con un precio muy ajustado para todo lo que aporta, 7,5€, que se aparta de la tendencia marcada por la «artificiaidad» en los vinos verdejos que tanto daño han hecho a pesar de ser los más vendidos. Tendrán que plantearse si es compatible el nivel de ventas con la elaboración de vinos alejados de enmascaramientos y centrar su valoración en potenciar los verdejos en los que realmente queden reflejados los valores de terruño y casta.

Otra cosa, antes de que se me olvide. Mil disculpas por el retraso en publicar, pero el cambio de editor, tanto en Worpress como en Divi han generado tal retardo. No es fácil cambiar de la noche a la mañana la forma de realizar un post. Con todo, lo hemos intentado y parece que no va mal.

Ya saben. Descorchen y disfruten, y si les apetece compartir sus impresiones ya saben que éste es su blog. ¡Pónganse comodos!

De copa en boca: Javier Sanz verdejo 2017

De copa en boca: Javier Sanz verdejo 2017

https://elbaranda.com/wp-content/uploads/2018/02/Uva-verdejo-de-Javier-Sanz.jpg

Muchas veces cuando hablamos  de vinos «básicos» tendemos a dar la impresión de que son los vinos para hacer «cash» y que se alejan de todos los parámetros que debe de cumplir una elaboración que debe de reflejar casta y terruño. Pero no todo es blanco ni negro, o blanco y tinto, y Javier Sanz verdejo 2017 es un «básico» con personalidad marcada tanto de uva como de zona y con una excelente RCP (9 € PVP), que todo cuenta, a pesar de que aún hay personal que se escandaliza por pagar este precio por un «blanco». ¡Queda camino por hacer!.

https://elbaranda.com/wp-content/uploads/2018/02/Suelos-de-canto-rodado.jpg

Elaborado con 100% verdejo de viñas de entre 40 y 60 años que desarrollan su actividad en 45 ha. sobre una superficie formada por cantos rodados que marcan su carácter mineral.

La vendimia comenzó el 21 de agosto con Sauvignon Blanc y sobre finales de Agosto, primeros días de Septiembre, ese empezó con la verdejo. La maceración se hace en frío durante 6h, la fermentación controlando la temperatura es durante unos 14 días y por último está 2 meses de maceración con lías finas en el depósito. 13% vol.

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Cata:

Precioso color amarillo pajizo con menisco verdoso. Intenso. Lágrima fina y densa. Sensaciones aceradas en agitación. Elegante.

En nariz predominio de las notas de hinojo, anisados y heno recién cortado sobre un fondo mineral de canto rodado que aporta estructura. Limpio y fragrante.

En boca muestra una excelente acidez y una retronasal que nos devuelve, cual «deja vu», a las sensaciones olfativas. Largo en recorrido y con sensaciones finales ligeramente amargas que lo hacen adictivo. Me ha gustado y mucho. Franco, sin artificios y marcado por la sinceridad de la casta.

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Excelente ejemplo a seguir con el fin de reivindicar vinos elaborados con verdejo marcados por las notas «puras» de la casta huyendo de los artificios que lamentablemente se han llevado a cabo para «homogeneizar» los gustos de aquellos que se han acercado a estos vinos bajo el hipnotismo de frutas tropicales, empalagosidad y «platanitis». Ahora hay que trabajar en sentido contrario y cambiar los gustos creados artificialmente para volver a disfrutar de elaboraciones en las que hable el terruño y la casta.

Lo dicho, sienténse, descorchen y disfruten. Están en su blog.

 

De copa en boca: Barco del corneta 2013

De copa en boca: Barco del corneta 2013

Barco del Corneta no es el primer proyecto de Beatriz Herranz, pero sí es SU proyecto en el que ha volcado todo su saber como enóloga para desarrollar un «sueño»: devolver la esencia a una uva tan «maquillada» que hoy en día no se reconoce en gran parte de los vinos elaborado con ella.

Beatriz Herranz

Tuve mis primeras noticias sobre su vino a través del blog de un buen amigo, Joan Gómez Pallarés, allá por marzo del 2013, siendo Joan el que realizó una perfecta definición de Beatriz dentro de las actuales circunstancias en las que se mueve la DO Rueda:

«La veo como una isla en un océano enorme de perdición, de maneras obtusas de tratar el viñedo, las cepas y de cómo hacer el vino»

Un año después adquirí varias botellas con el fín de ver su evolución a lo largo del tiempo y en este perído el vino no ha hecho más que remarcar su potencial de guarda y reclamar por parte de todos más tiempo para dar lo mejor de sí, consiguiendo una mayor complejidad sin perder sus señas iniciales de identidad.

Como bien dice Joan, hacía tiempo que no recordaba un vino elaborado con verdejo en el que su tipicidad quedara tan clara y marcada, a pesar de ser una uva, que como bien dice Richard Sanz de Bodegas Menade,  no despliega una gran complejidad aromática. De esta forma,  huyendo de enmascaramientos aportados por levaduras artificiales que han conseguido amoldar los gustos de gran parte de los consumidores de verdejo a simples «brebajes» de frutos tropicales exagerados y aromas «mareantes» totalmente artificiales, nos encontramos con «soplos de aire fresco» que nos devuelven la pureza de una uva tan sumamente castigada.

Barco del Corneta 2013

Barco del corneta 2013

Elaborado con uvas 100% verdejo de viñas plantadas hace nueve años en el paraje de Cantarranas (718 m.s.m), dentro del término de La Seca en Valladolid, sobre suelos de arenas silíceas y cantos rodados y un subsuelo de arcilla y caliza. Agricultura ecológica.

Tercera añada. Se macera durante 24 horas, prensado y decantación durante 24 horas más para eliminar las lías gruesas. Fermentación alcohólica en barricas con levaduras autóctonas. Crianza sobre lías en barricas de roble francés de 300 litros durante 8 meses. Clarificado y filtrado suave. Sin estabilizado. Se elaboraron 9000 botellas. 13,8 % vol.

Cata:

Amarillo con ribete ligeramente dorado. Limpio y brillante. Atractivo.

De inicio se muestra algo huraño en nariz a copa parada, pero en agitación comienza a desplegar aromas herbáceos, heno, toques minerales y punta cítrica con sutiles aportes de su fermentación en barrica en un segundo plano. Aromas de fruta blanca (pera) y florales (acacia), junto con notas anisadas y tropicales (piña).

En boca muestra muy buena acidez. Es fresco, envolvente y untuoso. Paso de boca graso e intenso en el que predomina el aporte mineral (canto rodado caliente) y las flores y frutas blancas.

Es largo, intenso y elegante con un toque final ligeramente amargoso que incita a seguir disfrando del vino y acaba haciéndose adictivo.

Un excelente vino.

En el corazón de Protos

En el corazón de Protos

Alma de Protos

La última vez que desembarqué en Peñafiel fue en tiempos en que se estaba construyendo la nueva mega-bodega de Protos, diseñada por Richard Rogers, y por ello fue una gran alegría el que, junto con un grupo de blogueros, fuera invitado por Álvaro Cerrada –Yalocatoyo, S.L.– para realizar una visita que se desarrollaría bajo el lema -ahora hastag- «#AlmadeProtos».

Protos

Tal vez muchos pensarán que vista una bodega, vistas todas ya que básicamente vienen a contener prácticamente lo mismo:  zona de recepción, depósitos, sala de barricas, embotellado,…, pero algunas se diferencian de las demás porque además tienen alma y ésta es una de ellas.

Adentrándose bajo las entrañas de la loma en la que descansa el castillo de Peñafiel, cual nave varada, se encuentra la vieja bodega nacida en 1927 y que ha ido arañando su interior con una red de galerías horadadas a golpe de sudor a principios del siglo pasado y bajo la potencia de tuneladoras en la parte más moderna a finales del mismo, como bien se diferencia tanto en las paredes como en sus arcos fajones que la sustentan.

Bodega subterránea de Protos 13-12-2014 14-47-43

Paseando por sus más de dos kilómetros de recorrido te acabas sintiendo cual nibelungo en las profundidades de la tierra buscando el gran tesoro custodiado por las ninfas, y en este caso podríamos decir que nuestro gran tesoro sería el vino de Protos conservado en las 3.500 barricas que a los dos lados de las galerías y en la sala de crianza lo custodian y van desarrollando todas las características que le harán ser los buques insignias de la bodega.

Pero la visita no había hecho más que despertar admiración ante el tamaño y las dimensiones de la bodega, puesto que tras el recorrido, y como mandan los cánones y las buenas costumbres, nos esperaba la agradable sorpresa de una cata vertical de su vino más personal: Finca El Grajo Viejo.

Finca el Grajo Viejo.

Elaborado con la uva tempranillo del pago El Grajo Viejo de cepas de más de 70 años y con una producción de poco más de  9.000 botellas, es un vino que sólo sale al mercado en añadas excepcionales.

Corchos. Protos

Mimado y cuidado desde el terruño es vendimiado en cajas de 20 kg. pasando por una mesa de doble selección. Macera con los hollejos y realiza la fermentación en barrica francesa de 500 l. durante 24 días a 28º C. La fermentación maloláctia la lleva a cabo en barricas de roble francés de 225 l y un envejecimiento de 18 meses en roble francés nuevo.

Álvaro nos propuso el juego de realizar una cata ciega con el fín de ordenar las añadas en las que se ha elaborado este vino de pago y catamos las añadas de Finca el Grajo Viejo 2006, 2009, 2010, 2011 y 2012 (¡y acerté!).

Protos

De ellas, sin duda, destacar el primer vino que se elaboró de esa finca y que en sus inicios se denominó Protos Selección 2006. Vino con vida por delante, pero muy disfrutable, con estructura, sedoso, redondo y elegante.

Junto a él Finca El Grajo 2009 muestra aún buen potencial y más nervio. Terruño, mineralidad, fruta y estructura. Largo, envolvente y realmente adictivo. Un buen vino, sin duda.

Los 2010, 2011 y 2012, aún siendo agradables y muy bien elaborados, muestran una necesidad de redondear, conseguir esa sedosidad y elegancia de sus hemanos mayores. Seguramente serán grandes vinos por el potencial, la acidez y la estructura que mantienen junto con un buen aporte frutal que prevalece.

Las combinaciones de Javier Peña.

Chef Peña. Protos

Tras disfrutar con un juego en el que colocar las añadas de Finca el Grajo Viejo, la bodega nos propuso realizar un maridaje de sus vinos con platos elaborados por el cocinero Javier Peña, participante en la última edición de Top Chef y la verdad resultó una excelente experiencia.

1.- Cebiche de corvina con kikos acompañado de Protos Verdejo 2013.

Cebiche. Protos

El vino de color amarillo con menisco alimonado. Nariz con aromas de flores y fruta blancas,  aporte tropical y notas anisadas. Boca freso, ligero y con un toque sutil de amargor final que lo hace adictivo, aunque no sea de mis vinos favoritos. Creo que debería marcar más la tipicidad de la verdejo y tienen materia y personal para conseguirlo.

2.- Brocheta en citronela de pollo y emulsioón de frutos rojos con Protos Barrica 2012

Piruleta de pollo. Protos

Vino color picota de capa media-alta. Lágrima ligeramente tintada. Notas en nariz de fruta negra y mermelada de fresa. Aportes lácteos y tostados. En boca tiene buena acidez, pero se muestra aún duro y con un tanino goloso que lo hace fácil de beber.

3.- Palominta de trucha con curry y salsa de yogur con Protos Crianza 2011

Palomita de trucha. Protos

Crianza de color picota y menisco ligeramente rubí. Lágrima fina y densa. Nariz con notas de mermelada de fruta negra, balsámicos, tostados, especiados y sutiles notas de verdor. Boca con buena acidez, taninos golosos y aporte frutal. Buen recorrido y promete buena proyección.

4.- Arroz meloso con setas, manitas de cerdo y leche de coco con Protos reserva 2010

Arroz meloso. Protos

Picota de capa media y menisco rubí. Nariz con buen aporte de mermelada de fruta roja, cacao, mentolados, elegantes lácteos y balsámicos. En boca muestra un buen ataque e intensidad. Ricos taninos. Goloso y con muy buena acidez. Excelene y con vida por delante.

5.- Sandwich de rabo de toro estofado deshuesado con Protos Gran Reserva Especial 1986

Rabo de toro. Protos

Gran reserva con un bonito color rubí y mensico anaranjado. Nariz con notas de buen buquet, carne cruda, apuntes de cáscara de naranja y guindas en licor. Toques animales, cueros. Boca con buena acidez. Equilibrado y con buen recorrido. Un vino muy bien hecho y muy disfrutable. De los que denomino «de trago largo».

Vinos del maridaje. Protos

El tunel del tiempo.

Después de recorrer galerías, cementerios de botellas, salas de crianza y  de disfrutar con vinos y viandas dimos un salto en el tiempo para aparecer dentro de la nueva bodega de Protos, enmarcada en el siglo XXI de la mano de  Richard Rogers y pasando de la roca y el ladrillo al cristal y la madera, de la robustez a la ligereza de formas, de la oscuridad a la luz, del pasado al futuro.

Bodega Protos exterior

La bodega, enmarcada en su entorno y cuyo elemento emblemático es su cubierta, está compuesta por cinco crujías abovedadas que imitan a barricas que nacen de la tierra. Ocupa 20.000 m2 y tiene capacidad para almacenar 3.500.000 botellas y 5.000 barricas contando con la última tecnología de seguimiento analítico para controlar la calidad de la uva en todo momento mediante rayos infrarrojos.

Nave de crianza Protos

El edificio, que se asienta sobre un zócalo triangular, ocupa la totalidad del solar. Las cinco bóvedas parabólicas entrelazadas que descansan sobre grandes arcos de madera laminada se han revestido de piezas cerámicas de gran formato para crear una estructura articulada ligera y creando una forma modular.

Madera y cristal. Protos

Tal vez faltase el acercarse a ver lo que, para mí, es el alma de todas las bodegas: su viñedo, y en concreto, la viña de la Finca El Grajo Viejo. Conocerla, pisar su suelo, tocar su tierra o acariciar en la viña las arrugas marcadas por el tiempo. Espero volver a Protos y tener la oportunidad y el placer de conocer esa parte tan importante e imprescindible.

La compañía

Siempre se recuerdan las visitas, a parte de por la espectacularidad o la singularidad de lo visto, por la compañía y, en este caso, el poder conocer al staff de Protos, jóven, dinámico, profesional y con futuro y  poner nombre a blogueros que sigo y admiro desde hace mucho tiempo, hablar con ellos y compartir la experiencia hace que quede un grato y entrañable recuerdo en la memoria.

Photocool Protos

Fue realmente un placer: Fernando Villaba, Eduardo y María, Álavaro Cerrada, Juan Burgos, José Luis Martínez Díaz, Rafael Rincón, Paco Becerro, J. Ricardo, Rafa Tobar, Vicente González, Mavi, Lola y David Vázquez