por elbaranda | Nov 24, 2013 | garnacha, Regiones, rufete, tempranillo, verdejo, Vinos
No hay nada más gratificante que el poder ver hechos realidad los sueños que uno mantiene a lo largo de su vida, y este es el caso de un buen amigo, Jesús Herrero.
No es flor de un día, sino del trabajo de unos años cuando descubrió junto con su mujer un precioso pueblo de la Sierra de Francia, San Martín del Castañar, y decidió que si había un lugar en dónde algún día elaborar vino con castas autóctonas y foráneas, sería en este precioso enclave.

Según escribo estas líneas se estará haciendo realidad la bodega dentro de la DO Sierra de Salamanca en San Martín, pero Jesús quería ver el potencial y la posibilidad de hacer un vino digno, serio, marcado por el terruño, por las cicatrices que se entreven en las cepas de más de 90 años de rufete y tempranillo, por las bondades de una syrah bien acomodada en este entorno y por unas vides de verdeja blanca y moscatel que, si todo se hace bien -y eso parece- dará que hablar.


Basando su trabajo en un cultivo ecológico y tratando de recuperar el viñedo con más de 80 años y de baja producción, cuenta en la actualidad con viñas de aragonés (tempranillo) de más de 15 años asentadas sobre suelos pizarrosos y a una altitud de 640 m/snm, junto con viñas de garnacha, calabrés y rufete con suelos de arenisca y una edad de 95 años y un «monumento» de viña conocida como «Viña del Secretario» a unos 900 m/snm plantada de rufete en bancales y sobre suelo arenisco que es digna de asombro y de visita obligada.

Por eso ha empezado a elaborar en una microbodega en Carbajosa de la Sagrada que haría las delicias de aquellos para los que hacer vino sería un verdadero placer (en mi caso, espero hacerlo en mi otra reencarnación que en esta no me veo yo con facultades y conocimento para ello) contando con maquinaria a «escala», pero cuidada al mínimo detalle en cuanto a tecnología se refiere.


Los vinos.
1.- Verdeja blanca y palomino.
Aún no tiene nombre, pero quizás sea lo último. Servido de deposito aún sin desfangar y sin filtrar, el vino se muestra amarillo, turbio, como no podía ser de otra forma, pero lo interesante empieza en la nariz en el que las notas de fruta blanca -manzana y pera- se combinan con notas de madroño y lías. El protagonismo de la boca está en su acidez, aunque muestra una buena estructura, untuoso y con muy buenas hechuras, sin olvidar, claro está, que le falta «hacerse mayor».
2.- Probamos después su único vino envasado, Verso 2009, elaborado con rufete, tempranillo aragonés y garnacha. Total 250 botellas.
De precioso color picota con menisco vivo, cardenalicio, limpio y brillante. Con una nariz muy frutal, sobre todo roja, frambuesas, notas de regaliz rojo, tal vez con demasiada «extracción» para mi gusto, pero que se muestra diferente y que algunos calificaron como «femenino» por sus características olfativas. En boca resulta fácil de beber, con buena acidez, sin complicaciones, fresco y con un paso de boca de trago largo, que incita a seguir disfrutando.

3.- De depósito tuvimos la ocasión de probar un syrah de la única viña que existe de esta variedad injertada por Jesús, que aún no había ralizado la maloláctica, pero que presenta muy buenas maneras, aunque le falta tiempo para definir todo su potencial.
4.- Por último disfrutamos con una muestra de su tempranillo-syrah directamente de barrica, aún no embotellado, que estoy seguro dará que hablar. Con una capa media-alta y menisco cardenalicio, lágrima fina y ligeramente tintada, notas en nariz de fruta negra y roja, aportes balsámicos (regaliz) y notas minerales; boca con buen ataque y cuerpo envolvente, buena acidez, taninos aún por domar, pelín astringente, pero con un conjunto serio, con potencial y en el que la syrah muestra una buena aclimatación a la Sierra de Francia.

Como colofón, no hay que descubrir a estas alturas que Jesús Herrero es todo un emprendor amante de su tierra,y está en proyecto la construcción en San Martín del Castañar de un Centro Enológico en el que se realizaran catas, guardería de vinos y todo aquello que acerque al visitante las maravillas que ofrece la Sierra de Francia, que son muchas y variadas, y que invito desde aquí a que descubráis.
¡Salud y buen vino!
por elbaranda | Oct 25, 2013 | bruñal, Catas, juan garcía, Las Arribes, rufete, Vinos
Tocaba reunión de «enolobby charro» y había decidido realizar una cata ciega sobre vinos elaborados en la D.O. Arribes en la que estuvieran vinos elaborados exclusivamente con las variedades autóctonas de las zona: bruñal y juan garcía, aunque en el último momento incluí un coupage de juan garcía y rufete, y otro de juan garcía y bruñal. Al final todo quedaba en casa.
Para algunos miembros del grupo la cata podía propiciar alguna sorpresa en alguno de los vinos que íbamos a catar; para otros la cata iba a constituir un ejercicio de «autoflagelo» en base a las contínuas decepciones y para otros esta reunión podría romper con el refrán de que «nadie es profeta en su tierra».
¡Descorchando!

Los vinos:
1.- Bruñal 2005

Bodega Ribera de Pelazas. 100% bruñal. 12 meses en barrica francesa y húngara. 13,5 % vol. PVP 60€
Cata:
En vista presenta una bonita capa picota con menisco ligeramente rubí de intensidad media-alta con una lágrima fina. ¡Bonito!.
En nariz aportes de notas especiadas, tostados y torrefactos, notas balsámicas, punta cítrica y sutiles notas florales.
En boca muestra buena acidez, equilibrado, pero un tanino secante y un paso de boca astringente con medio recorrido.
Quizás sea el vino más equilibrado de la cata.
2.- Gran Abadengo 2005

Bodega Ribera de Pelazas. 100% juan garcía. 18 meses en barrica de roble rumano. 14% vol. PVP 15€
Cata:
Picota de capa media con menisco ligeramente atejado.
En nariz sensaciones olfativas no francas, metálicas y con notas de bret y oxidación. En el fondo notas de chocolate y ligeros apuntes de fruta roja.
En boca se muestra con un tanino secante y astrigente con sensaciones alcohólicas.
Lo siento, pero es decepción, tras decepción. En este momento quizá se le nota «cansado» y al final de su recorrido. Lástima.
3.- Secreto del Vettón 2006

Arribes del Duero Bodegas. 100% bruñal. 15 meses de crianza en barrica francesa. PVP 37€
Cata:
Picota de capa media y lágrima fina y densa.
Notas de vainillas, tostados, ligeros barnices, balsámicos, sutiles chocolates, apuntes de regaliz, lácteos y café.
En boca muestra un tanino astringente, duro. Paso de boca de mediana intensidad.
Buenas sensaciones en nariz que mueren en la boca. Desde luego la puesta en escena -botella- excelente.
4.- Terrazgo 2008

Terrazgo Bodegas. Juan garcía y rufete. Crianza de 13 meses en barricas americana, francesa y húngara. PVP 15,80€
Cata:
Picota de capa media. Lágrima fina y densa.
Notas de balsámicos, champiñón y mercaptanos.
En boca tiene buena acidez aunque se muestra corto en recorrido y alcohólico.
Probado en ocasiones anteriores, esta vez decepcionó.
5.- Heredad del Viejo Imperio. Homenaje Selección 2009

Bodega Viña Romana. 100% bruñal. 8 meses en barrica nueva americana. PVP 30€
Cata:
Picota de capa media-alta. Lágrima fina. Elegante.
En nariz se muestra aromático con predominio de notas florales, lácteos y ligeros verdores que no molestan.
En boca maninfiesta una buena acidez, sedoso ataque, elegante, de buen recorrido y con un ligero amargor final.
Para todos fue el mejor vino de la cata, pero el precio «penaliza», si no asusta.
6.- Heredad del Viejo Imperio Cr. 2009

Bodega Viña Romana. 100% juan garcía. 8 meses en barrica nueva americana. PVP 6,60€
Cata:
Color picota de capa media. Lágrima fina.
De inicio se muestra totalmente «mudo», mejorando a lo largo de la cata pero huraño aportando notas balsámicas y mentoladas.
En boca es ligero, «fluye». Pelín astringente y de medio recorrido.
7.- Arribes de Vettonia Cr. 2010

Arribes del Duero Bodegas. 100% juan garcía. 13 meses de crianza en barrica americana. PVP 4€
Cata:
Picota. Capa media. Limpio y brillante.
Nariz inicial con aportes de fruta roja con ligeras sensaciones de sobremaduración, rosas, punto de incienso y sensaciones de salazón.
En boca mantiene una buena acidez, mediano recorrido y una retronasal con sensaciones secantes y ligeramente amargas.
Vino correcto si nos atenemos a su RCP.
8.- Harley D.W 2010

Bodega Viña Romana. 75% juan garcía y 25% bruñal. 6 meses en barrica americana y francesa. PVP 8,15€
Cata:
Picota de capa media-alta. Lágrima fina y densa.
Limpio en nariz, pero huraño en el que predominan sensaciones balsámicas.
En boca es secante con sensaciones alcohólicas y de corto recorrido.
La botella «motera». Su contenido muy mejorable.
Conclusiones:
Puntuaciones obtenidas sobre 20:
1.- Heredad del Viejo Imperio. Homenaje Selección 2009: 16
2.- Bruñal 2005: 15
3.- Secreto del Vetton 2006: 12
4.- Heredad del Viejo Imperio cr. 2009: 12
5.- Arribes de Vettonia cr. 2010: 11
6.- Terrazgo 2008: 11
7.- Harley D.W. cr. 2010: 11
8.- Gran Abadengo 2005: 10,5
Una vez catados todos los vinos a lo largo de tres horas no puede decirse que hayan tenido problemas de aireación a la hora de conseguir notas olfativas más abundantes y complejas. Se echan en falta más notas frutales y se resalta la extrañeza de la nula aportación de notas minerales habida cuenta de que varios de los vinos catados se elaboran con frutos de cepas de más de 100 años situadas en suelos graníticos y pizarrosos.
Lamentablemente hemos encontrado vinos huraños, con notas olfativas que, salvo que estén elaborados para un público ad hoc -¿y estamos pensando en el caso del Gran Abadengo?-, no logramos entender. Y por otro lado una utilización incorrecta de las barricas que hace que en boca los vinos se muestren agresivos, en exceso secantes y difíciles de disfrutar por el consumidor final con sensaciones alcohólicas que les restan frescura.
Tal vez sea el momento de realizar una reflexión sobre la elaboración de estos vinos que no nos cautivaron si quieren hacerse un hueco en el complejo mercado del vino.
Al menos estas son nuestras sensaciones.
¡Salud!
por elbaranda | Feb 16, 2013 | DOP Sierra de Salamanca, garnacha, Regiones, rufete, tempranillo, Vinos

No me cabe duda de que con el tiempo se obtendrán grandes vinos de la Sierra de Francia en la provincia de Salamanca, dentro del Parque Nacional de las Batuecas, una vez que se «entienda» a su uva más abundante, la rufete, complicada dónde las haya. De hecho en estos últimos tiempos se están acercando a la zona elaboradores reconocidos atraídos por esta casta con el fín de sacar sus propios vinos, no ha mucho tardar. Estaremos atentos.
A pesar de que la elaboración de vinos en la zona viene de antiguo, dificultades históricas como la mezcolanza de variedades de distintas uvas, incluso de blancas y tintas, el arranque de viñas, el bajo rendimiento de la uva rufete, el abandono de la población joven o la complejidad de la labor en terrenos con una orografía complicada que hace de imprescindible el uso de tiro animal, acentúan aún más los grandes esfuerzos que tienen que llevar a cabo los bodegueros que en la actualidad han apostado por esta tierra.
De ellos hemos hablado en algún post e incluso hemos realizado verticales de alguna bodega en concreto (veanse los post de las catas de Cámbrico o de la presentación de vinos de la Sierra de Francia) y hoy merece la pena al menos alabar el esfuerzo realizado por el matrimonio formado por Agustín Maíllo y Olga Martín (a la vez propietarios del restaurante Mirasierra en el propio Mogarraz, al que recomiendo que se acerquen y así tras la visita a la bodega podrán degustar su cocina), junto con la dirección técnica de Juan Ramón Hernández por un trabajo bien hecho y con buena proyección.
El Vino:
Está elaborado con un 52% de rufete, un 43% de tempranillo y un 5% de garnacha. La crianza aha sido de 14 meses en barrica de roble nuevo. 14% vol. y una edición limitada a 5.940 botellas.
Está acogido a la D.O.P. Dierra de Salamana y está elaborado por Vinos La Zorra.
Cata:
Picota de capa media conmeinsco caramesí. Limpio. Lágrima fina y densa. A copa parada notas de fruta negra y roja, tostados. En agitación apuntes balsámicos y notas de ebanistería que aún tienen que pulirse, junto con los aportes de fruta roja y florales. En boca, correcta acidez y con un tanino que aún mantiene cierta agresividad, «pelín» secante, pero se muestra goloso y con claras muestras de que necesita se domado en botella. Mantiene un ligero amargor final que no molesta, aunque se mantiene cierta «calidez» en la boca. Presenta buenas maneras para una buena evolución y sería interesante recatarlo con más tiempo para observar su evollución y ensamblaje. A seguir.
por elbaranda | Jun 5, 2012 | DOP Sierra de Salamanca, Regiones, rosados, rufete, tempranillo, Vinos
Hace unos días tuve el la ocasión y el placer de ser invitado para asitir a la presentación de los vinos de la D.O.P. Sierra de Salamanca en un acto que viene siendo ya una cita ineludible para aquellos a los que no sólo disfrutamos del buen vino, sino que a la vez vemos cómo ha ido evolucionando una zona como es la Sierra de Francia en Salamanca partiendo de uvas autóctonas tintas como la rufete acompañadas de tempranillo o tinta Madrid, o garnacha, y descubriendo el potencial de uvas blancas como la macabeo o la pedro ximenez,y otras aún huerfanas de nombre pero que no me cabe la menor duda que darán que hablar en manos de profesionales y amantes del buen hacer. Y para muestra recordar un par de catas realizadas por el «eno-lobby charro» en torno a las castas tempranillo y rufete con las que se elabora uno de los vinos «top» de la zona, Cámbrico.

Pero centrémonos en el acto en sí.
La verdad es que cuando el acto es abierto al público en general no suelo analizar los vinos que se presentan -ni es el momento, ni la ocasión- y pasa a ser un acto meramente social y promocional, de ahí que no acabe de entender cómo algunos elaboradores presentan vinos prácticamente recién embotellados y no comprensibles para la gran mayoría de los asistentes.
Entiendo o creo que se debería de entender que si es un acto para promocionar el consumo de sus vinos se habrían de presentar elaboraciones para el disfrute inmediato, que sean sutiles y agradables, redondas, … En una palabra, estamos buscando a un consumidor final que no entiende mucho de acidez, estructura, tanicidad o extracción.

¡Sírvame un vino!. Eso es lo que busca el consumidor final, un vino directo, agradable, que le deje buen sabor de boca, recorrido y sobre todo que pueda recordar, pero no por su astringencia, tanicidad, desdequilibrio fruta-alcohol o cualquier otra «milonga» que le podamos contar aquellos que tenemos una ligera noción sobre el tema.
Comprendo que haya elaboradores que siguiendo el deseo de agradar al consumidor presente sus últimas elaboraciones, pero creo sinceramente que este no es el sitio.
Con todo, y en base a los vinos que probé destacaría, para tomar dentro de un par de años Calixto 2010, de Bodegas y Viñedos Ronchal. En mi opinión un vino a seguir, de capa alta, serio, con estructura, acidez y tanicidad. Aún muy duro y con la madera muy marcada, con una fruta y una madera haciendo la guerra por su cuenta, apuntes lácteos, pero con esas notas que hacen de él un candidato a un buen vino. Lástima que su elaboración sea casi testimonial.
La vieja Zorra 2010, de Bodegas La Zorra. Intersante vino que aún no ha salido al mercado y probamos en primicia. De precioso color rubí y capa media-alta, más inmediato que el anterior, con una madera presente pero no tan marcada como en Calixto, no tan agresivo, con menos acidez y más sutil, pero también con unas buenas perspectivas en cuanto el vino se redondee y se ensamble.
Viña Salamanca rosado 2011, de Bodegas Valdeáguila, rufete-tempranillo. Elaborado sobre lías. Precioso en color, glicéricio y untuoso en agitación con una lágirma fina y densa. En nariz fruta roja, regaliz, punto mineral, notas golosas. En boca, siempre y cuando se mantenga la temperatura por sobre los 15º, se muestra fresco, frutal, serio y con untuosidad. El único «pero», esos 14º que hacen que en cuanto coge la temperatura corporal sientas el calor en boca.
De los Cámbrico, está todo dicho en los enlaces anteriores. Y he de reconocer que sigo estando enamorado de ese rufete 2004 que está ahora realmente excelente.
Con tanto personal y en ausencia de escupideras -no en vano casi todos iban por los 14º o más- me quedaron vinos por probar, aunque espero que la DOP tenga a bien convocar a una presentación para profesionales y así poder catar más profundamente los vinos.
Se presentaron vinos de las bodegas que forman parte de la Denominación de Origen Protegida: Cámbrico, Vinos La Zorra, Bodegas y Viñedos Rochal, Cooperativa San Esteban, Bodegas Valdeáguila y Bodegas Antonio Aparicio.

¡Ah, y antes de que se me olvide!. Puede que no les guste el vino, pero de todas formas les recomiendo que por lo menos disfruten del Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia. No se arrepentirán.
por elbaranda | Mar 25, 2012 | Catas, Regiones, rufete, Vinos
En nuestra última reunión-cata-debate-clase magistral,… -pónganle ustedes lo que deseen-, del lobby charro tuvimos la oportunidad de disfrurtar con una vertical de los vinos que se elaboran en la zona de la Sierra de Francia-Las Batuecas (dentro del Parque Natural de la Sierra de Francia) por parte de la bodega Viñedos del Cámbrico y teniendo el privilegio de contar con su enólogo, Alberto Martín, para desentrañar las características de unos vinos elaborados con una casta autóctona de la zona, como es la rufete.

Partimos de unos inicios en que el tandem Fernando Maillo y Alberto Martín deciden hacer algo distinto en una zona en la que las elaboraciones de graneles son las predominantes y se fijan en unos terrenos dispersos con unas parcelas dispuestas en bancales y en las que los viñedos tienen entre 80 y 100 años de edad y con unas altitudes que oscilan entre los 800 y los 950 m. Con cepas de rufete en las que la carga frutal apenas sobrepasa el kilo y bajo las que existe la «maldición» de ser excesivamente oxidativas e impropias para la elaboración de vinos con crianza y larga vida, algo que a lo largo de este post vamos a desmitificar.
Estos parámetros le van a permitir «jugar» con distintas evoluciones de maduración dependiendo de la altitud de las parcelas en un terreno básicamente granítico propio del núcleo paleozoico en el que nos encontramos y del que toma el nombre la bodega al ser el primero de los seis periodos o series de la Era Paleozoica y período en el que se produce la primera explosión de vida.
Todo el viñedo propio está acogido a la denominación de agricultura ecológica desde 2004 y en el que apenas existe mecanización debido a la imposibilidad del acceso a los estrechos bancales a los que sólo es posible acceder con animales y pequeña maquinaria.
Las uvas con las que cuentan en Viñedos del Cámbrico son Calabrés -tipo de garnacha-, Tempranillo -que en la Sierra de Francia es conocida como Tinto Aragonés-, Rufete y una uva blanca sin identificar y que bien podría acabar denominándose -si las reglas de la biología lo permiten- como Rufete blanco.

La primera añada que sale al mercado es allá por el año 2002 y, como diferencia con el resto de las añadas, es la única que hace la crianza en roble del Cáucaso. En los inicios se despalillaba a mano y en la actualidad ya se cuenta con una despalilladora y una mesa de selección en la que se separan los raspones, las uvas menos maduras, … Se realiza un ligero prensado y con un OVI se pasan al depósito. La fermentación maloláctica se hace siempre en barrica y no se produce ni filtrado ni clarificado de los vinos.
Una vez hechas las presentaciones creo que lo más conveniente es pasas a disfrutar de cada una de las añadas elaboradas, desde la inical 2002 hasta la última en el mercado, la 2006, puesto que en el 2007 se consideró que las uvas no tenían la suficiente calidad para ir destinadas a Cámbrico.

1.- Cámbrico rufete 2002, el primero de la saga.
Se vendimia el 2 de octubre en lo que se consideró como un añada fresca. Despalillado manual, maceración en frío y fermentación a baja temperatura. Maloláctica en roblde del Cáucaso. Crianza de 14 meses en barricas de 225 l. Producción: 300 botellas.
Cata: Se muestra ce color rubí y capa media-baja cn una lágrima fina y densa. En nariz notas iniciales de reducción que desaparecen en agitación y dan paso a notas de fruta roja, tostados ligeros, apuntes florales, hinojo, hojarasca, naranja sanguina y fondo especiado. En boca muestra buena acidez, apuntes lácteos, frutas en licor y sedoso, con un buen recorrido.
2.- Cámbrico rufete 2003.
Primera añada cálida que hace que se adelante la vendimia al 16 de septiembre. En esta añada la crianza se produce en barricas de roble francés de 225 l., algo que se mantiene hasta hoy. La producción sigue siendo corta, 300 botellas.
Cata: Muestra un color rubí de capa media-baja con lágrimas fina y lenta. En nariz fruta roja compotada y en licor, balsámicos y de menor intensidad que su hermano mayor. Se muestra más intenso en boca con una buena acidez y volumen aunque con un tanino aún con notas secantes.
3.- Cámbrico rufete 2004.
La vendimia se produce el 14 de septiembre, una crianza de 18 meses en barricas de roble frances de 225l. y la producción se eleva a 1.661 botellas.
Cata: Picota de capa media y menisco rubí. Fruta roja en licro, notas de torrefactos, flores, balsámicos. Complejo. En boca excelente acidez, sedoso, fresco y de largo recorrido.

4.- Cámbrico rufete 2005.
También fue una añada cálida y seca. Se vendimió el 2 de septiembre y se hizo la crianza durante 18 meses en barricas de roble francés de 300 l. La producción alcanzó las 2.592 botellas.
Cata: De color rubí, limpio y brillante -borgoñón apuntó alguien-. Con una nariz en la que afloran notas balsámicas, de hojas secas, fruta roja y notas cítricas, apuntes mentolados y de higo seco, notas de sandía, regaliza rojo y regaliz «de palo». En boca mantiene la constante de una buena acidez, la sedosidad y una cierta calidez. De momento es el que más notas frutales aporta.
5.- Cámbrico rufete 2006.
Se elabora en las nuevas instalaciones de la bodega iniciándose la vendimia el 2 de septiembre con una crianza de 21 meses en barricas de roble francés de 300 l. y una producción de 3.780 botellas.
Cata: muestra un color picota con menisco rubí y una lágrima fina. Notas de tostados iniciales, flores azules, fruta roja en licor y apuntes balsámicos. En boca buena acidez cierta calidez en boca y un tanino aún secante. Pide tiempo y guarda en botella para alcanzar su potencial y equilibrio.
6.- «Rufete blanco» 2009.
Tuvimos el placer de catar esta muestra obtenida de unos 500 kg. de uva «sin nombre» y que hemos bautizado como rufete blanco. De los 500 kg. se obtuvieron 60 litros y tuvimos el priviliego de catar uno.
Cata: Amarillo con un ribete dorado y cierta turbidez. En nariz notas de fruta blanca (manzana), levaduras, pan tostado y en agitación punta de lima. En boca muestra buena acidez, untuoso, denso, con un toque de carbónico, ligeramente amargo y con ligeras notas de alcohol. Parece que está fermentado en barrica, pero no. Con el paso del tiempo se va produciendo un cierto desequilibrio.
Conclusiones:
Podemos destacar la gran similitud cromática de todas las añadas y la gran diferencia en el resto de las características. Cada añada es distinta, no se busca la fidelización del consumidor por la homogeneidad de los vinos, sin por la diferencia entre ellas. Estamos ante un estilo, desde mi punto de vista, claramente borgoñón en el que se busca una elaboración sin «retoques», dejando «hablar» al terruño, al entorno, en definitiva a la propia naturaleza.
Son vinos que dan lo mejor de ellos con unos años de evolución en botella. El 2002 nos sorprendió a todos por su desarrollo, su compleja nariz y esa acidez que le dota de frescura, aunque aún mantiene ligeramente las notas de ese roble del Cáucaso en un principio fue tan complicado de ensamblar. La añada 2004 quizá sea la más compleja en matices, la 2005 la más frutal y fresca y la 2006 un bebé con muy buena proyección que habrá que recatar dentro de unos años.
Para terminar Toño, jefe de cocina de La Cocina de Toño, nos preparó unos platos para acompañar a los vinos y disfrutar de un buen maridaje. Así, entre otros, podéis ver la brocheta de pez mantequilla o el solomillo de ibérico acompañado de patatas meneadas. Y después, ¡a levitar!.

Nos leemos en abril con la Vertical de Cámbrico (II): Tempranillos. Vayan reservando sus asientos.
por elbaranda | Oct 17, 2007 | bruñal, Catas, juan garcía, Las Arribes, rufete, Vinos

Después del comentario sobre Borgoña y sus vinos que basan su importancia en la uva -pinot noir- y, sobre todo en su terroir, hoy comentaremos un vino cuya importancia reside también en esas dos características: las uvas –
juan garcía y
rufete– y el terruño –
Las Arribes del Duero-.

El vino en cuestión es una novedad, es la primera añada, es el paso de los experimentos con gaseosa a batirse el cobre en el mercado. Señoras y señores, con ustedes… Terrazgo 2004 realizado por Terrazgo Bodegas de Crianza S.L.
Según la Real Academia Española se define terrazgo como:
a) Pedazo de tierra para sembrar
b) Pensión o renta que paga al señor de una tierra quien la labra.
Elaborado en la parte zamorana de la comarca de Las Arribes por tres enochiflados -me permito la licencia- que se enamoraron de la zona y de unas vides de más de 90 años, prefiloxéricas, que van despareciendo a marchas forzadas debido a la política de arranques de la U.E. y a la despoblación de una zona que no se ha mimado a pesar de su potencial.
A pesar de ello, elaboran un excelente vino con personalidad, potencia y estructura que habrá que seguirle la pista en las siguientes añadas ya dentro de la D.O. Arribes.
Como ya hemos dicho antes el vino está elaborado mayoritariamente con juan garcía y rufete, aunque también tiene una pequeña proporción de bruñal.
Sólo utilizan abonos orgánicos, tratamientos con azufre y siguen las labores siguiendo las fases lunares. Además el rendimiento por parcela es de unos 1.800 kg./haf
Cepas de bruñal
Racimos de rufete y de juan garcía La elaboración se realiza en pequeños depósitos de acero inoxidable de 1.000 litros de capacidad, aunque también cuentan con un depósito de 2.000 litros y una barrica de roble francés de 500 litros en la que se realizan la fermentación alcohólica de una determinada viña. Con estas capacidades se consigue controlar mejor todo el proceso al elaborar por parajes o fincas individualmente y con las variedades por separado en cada tanque. Para la maduración del vino, utilizan barricas de roble de 225 litros de varias procedencias (Francés, Húngaro y Americano) de las mejores tonelerías, rellenándose según la variedad y el tipo de roble. La duración del proceso de envejecimiento en barrica en esta primera añada es de 13 meses.
Producción 3.200 botellas.
Cata:
Después de decantarlo una hora y mantenerlo a una temperatura de servicio de 16º presenta un color picota de capa alta y con una lágrima densa y tintada.
En nariz fruta negra, guindas en licor, vainilla, regaliz negro, chocolate, notas minerales y mermelada de ciruelas.
En boca demuestra su potencia y juventud. Excelente acidez, buenos taninos y largo.
Como diría un aficionado a los toros: tiene buenas hechuras.
Hay que seguirle el rastro a este vino elaborado por Terrazgo Bodegas de Crianza. C/Portugal, 7 – 49232 Fornillos de Fermoselle (Zamora).
Comentarios del personal