por elbaranda | Oct 25, 2013 | bruñal, Catas, juan garcía, Las Arribes, rufete, Vinos
Tocaba reunión de «enolobby charro» y había decidido realizar una cata ciega sobre vinos elaborados en la D.O. Arribes en la que estuvieran vinos elaborados exclusivamente con las variedades autóctonas de las zona: bruñal y juan garcía, aunque en el último momento incluí un coupage de juan garcía y rufete, y otro de juan garcía y bruñal. Al final todo quedaba en casa.
Para algunos miembros del grupo la cata podía propiciar alguna sorpresa en alguno de los vinos que íbamos a catar; para otros la cata iba a constituir un ejercicio de «autoflagelo» en base a las contínuas decepciones y para otros esta reunión podría romper con el refrán de que «nadie es profeta en su tierra».
¡Descorchando!

Los vinos:
1.- Bruñal 2005

Bodega Ribera de Pelazas. 100% bruñal. 12 meses en barrica francesa y húngara. 13,5 % vol. PVP 60€
Cata:
En vista presenta una bonita capa picota con menisco ligeramente rubí de intensidad media-alta con una lágrima fina. ¡Bonito!.
En nariz aportes de notas especiadas, tostados y torrefactos, notas balsámicas, punta cítrica y sutiles notas florales.
En boca muestra buena acidez, equilibrado, pero un tanino secante y un paso de boca astringente con medio recorrido.
Quizás sea el vino más equilibrado de la cata.
2.- Gran Abadengo 2005

Bodega Ribera de Pelazas. 100% juan garcía. 18 meses en barrica de roble rumano. 14% vol. PVP 15€
Cata:
Picota de capa media con menisco ligeramente atejado.
En nariz sensaciones olfativas no francas, metálicas y con notas de bret y oxidación. En el fondo notas de chocolate y ligeros apuntes de fruta roja.
En boca se muestra con un tanino secante y astrigente con sensaciones alcohólicas.
Lo siento, pero es decepción, tras decepción. En este momento quizá se le nota «cansado» y al final de su recorrido. Lástima.
3.- Secreto del Vettón 2006

Arribes del Duero Bodegas. 100% bruñal. 15 meses de crianza en barrica francesa. PVP 37€
Cata:
Picota de capa media y lágrima fina y densa.
Notas de vainillas, tostados, ligeros barnices, balsámicos, sutiles chocolates, apuntes de regaliz, lácteos y café.
En boca muestra un tanino astringente, duro. Paso de boca de mediana intensidad.
Buenas sensaciones en nariz que mueren en la boca. Desde luego la puesta en escena -botella- excelente.
4.- Terrazgo 2008

Terrazgo Bodegas. Juan garcía y rufete. Crianza de 13 meses en barricas americana, francesa y húngara. PVP 15,80€
Cata:
Picota de capa media. Lágrima fina y densa.
Notas de balsámicos, champiñón y mercaptanos.
En boca tiene buena acidez aunque se muestra corto en recorrido y alcohólico.
Probado en ocasiones anteriores, esta vez decepcionó.
5.- Heredad del Viejo Imperio. Homenaje Selección 2009

Bodega Viña Romana. 100% bruñal. 8 meses en barrica nueva americana. PVP 30€
Cata:
Picota de capa media-alta. Lágrima fina. Elegante.
En nariz se muestra aromático con predominio de notas florales, lácteos y ligeros verdores que no molestan.
En boca maninfiesta una buena acidez, sedoso ataque, elegante, de buen recorrido y con un ligero amargor final.
Para todos fue el mejor vino de la cata, pero el precio «penaliza», si no asusta.
6.- Heredad del Viejo Imperio Cr. 2009

Bodega Viña Romana. 100% juan garcía. 8 meses en barrica nueva americana. PVP 6,60€
Cata:
Color picota de capa media. Lágrima fina.
De inicio se muestra totalmente «mudo», mejorando a lo largo de la cata pero huraño aportando notas balsámicas y mentoladas.
En boca es ligero, «fluye». Pelín astringente y de medio recorrido.
7.- Arribes de Vettonia Cr. 2010

Arribes del Duero Bodegas. 100% juan garcía. 13 meses de crianza en barrica americana. PVP 4€
Cata:
Picota. Capa media. Limpio y brillante.
Nariz inicial con aportes de fruta roja con ligeras sensaciones de sobremaduración, rosas, punto de incienso y sensaciones de salazón.
En boca mantiene una buena acidez, mediano recorrido y una retronasal con sensaciones secantes y ligeramente amargas.
Vino correcto si nos atenemos a su RCP.
8.- Harley D.W 2010

Bodega Viña Romana. 75% juan garcía y 25% bruñal. 6 meses en barrica americana y francesa. PVP 8,15€
Cata:
Picota de capa media-alta. Lágrima fina y densa.
Limpio en nariz, pero huraño en el que predominan sensaciones balsámicas.
En boca es secante con sensaciones alcohólicas y de corto recorrido.
La botella «motera». Su contenido muy mejorable.
Conclusiones:
Puntuaciones obtenidas sobre 20:
1.- Heredad del Viejo Imperio. Homenaje Selección 2009: 16
2.- Bruñal 2005: 15
3.- Secreto del Vetton 2006: 12
4.- Heredad del Viejo Imperio cr. 2009: 12
5.- Arribes de Vettonia cr. 2010: 11
6.- Terrazgo 2008: 11
7.- Harley D.W. cr. 2010: 11
8.- Gran Abadengo 2005: 10,5
Una vez catados todos los vinos a lo largo de tres horas no puede decirse que hayan tenido problemas de aireación a la hora de conseguir notas olfativas más abundantes y complejas. Se echan en falta más notas frutales y se resalta la extrañeza de la nula aportación de notas minerales habida cuenta de que varios de los vinos catados se elaboran con frutos de cepas de más de 100 años situadas en suelos graníticos y pizarrosos.
Lamentablemente hemos encontrado vinos huraños, con notas olfativas que, salvo que estén elaborados para un público ad hoc -¿y estamos pensando en el caso del Gran Abadengo?-, no logramos entender. Y por otro lado una utilización incorrecta de las barricas que hace que en boca los vinos se muestren agresivos, en exceso secantes y difíciles de disfrutar por el consumidor final con sensaciones alcohólicas que les restan frescura.
Tal vez sea el momento de realizar una reflexión sobre la elaboración de estos vinos que no nos cautivaron si quieren hacerse un hueco en el complejo mercado del vino.
Al menos estas son nuestras sensaciones.
¡Salud!
por elbaranda | Oct 14, 2013 | Albariño, blanco, garnacha, Mencía, merlot, Priorato, Rías Baixas, Ribeira Sacra, Rioja, syrah, tempranillo, Vinos
No cabe duda de que junto a la primavera, el otoño es una de mis estaciones favoritas. Quizás porque en ella se producen los marcados aromas de hojarasca o de barruja (hoja de pino), los apuntes florales tardíos de petunias que en septiembre aún envuelven el ambiente o porque también la flor de la lavanda se intercala con las notas balsámicas que enhalan de los abetos, pinos piñoneros y otras pináceas que junto a la lluvia resaltan el carácter balsámico en el ambiente.
Metidos en harina, el mes ha sido anárquico, sin normas, de un «acá para allá», y así he ido deshojando la margarita comenzando por un vino de Ribeira Sacra al que tenía pendiente de recatar -y ha sido un acierto la espera- como Régoa 2008, elaborado con mencía y alvarello con una crianza de 6 meses en barrica de roble allier, que se mostró huraño en nariz, pero que se fue viniendo arriba con el tiempo desarrollando aromas de fruta negra y roja, apuntes minerales y notas de sutiles tostados, jugando al gato y al ratón con unas notas mentoladas que aparecían escondidas al final.

Se muestra bien conjuntado, no hay notas disonantes y desarrolla un paso de boca serio, potente, pero no agresivo, con carácter, pero no secante y manteniendo una buena acidez.
En retronasal el buen recorrido hace que sea aún más disfrutable y que las notas de fruta y terruño predominen en un conjunto fresco, sedoso y elegante.
De Ribeira Sacra nos acercamos a la zona de Rias Baixas con un Tempus Vivendi 2012 de la casa de Alberto Nanclares y elaborado con un 100% alvariño y 12,5% de vol. que se mostró bonito en vista: amarillo con menisco dorado, limpio y brillante, pero desarrollando su potencial en una nariz fresca y muy agradable en la que las notas de fruta amarilla, su punta cítrica, los apuntes salinos, la aportación mineral, los sutiles anisados y las elegantes notas florales (jaras) realmente te embriagan.

En boca aporta una excelente acidez, mostrándose fresco, pero no ligero de equipage, marcando su peso con un buen ataque y una retro en la que las notas de fruta y mineralidad, aún sobresaliendo sobre el aporte salino, definen un buen recorrido y un agradable disfrute que lo hacen adictivo.
Sin dejar la copa tomamos dirección al Priorato con un vino serio, bonito hasta en la etiqueta y que no te deja indiferente, sobre todo para aquellos con un concepto «clásico» de los vinos de la zona: Les Cousins 2011. L’Inconscient de Marc y Adriá.

Elaborado con 35% cariñena, 25% garncha, 15% cabernet sauvignon, 15% merlot y 10%syrah. El mosto fermentó a temperatura controlada en tinas de madera de roble francés de 7.000 L durante 12 meses y se crió en depósitos de acero inoxidable durante 2-3 meses.
Si tiene que hacer un regalo, no hace falta ni que lo envuelva porque la etiqueta, curiosa, ya le hace de «papel de regalo» y el interior…
Tiene un precioso vestido de color picota con menisco carmesí. Lágrima fina y densa.
A copa parada notas de flor de manzanilla, abriéndose hacia fruta negra y balsámicos, monte bajo y minerales. Es un vino complejo y variado de matices que le harán escudriñar y obligarán a trabajar a sus papilas olfativas para buscar y enlazar los aromas desplegados con sus recuerdos. Prueben y luego me cuentan.
En boca se muestra equilibrado, con una acidez que hace olvidar que estamos ante un vino de 14,5%, redondo y largo como una revolera.
Se muestra goloso, amplio, con buena armadura, largo, con taninos sedosos y marcando en boca una media verónica que te deja pensativo y ensimismado, pero con ganas de seguir disfrutando.
Buen vino, o mejor dicho, muy buen vino que no te dejará indiferente. Es más, te hará repetir «encelado» en su disfrute.

Por último acabamos en La Rioja con Obssidiana cr. 2010 de Bodegas Íñiquez de Mendoza, elaborado con uva 100% tempranillo y con una ciranza en barrica de 12 meses. 13% vol.
Preciosa puesta en escena de etiqueta y botella. Muy «Stendhal» ¿adivináis por qué?. … ¡Exacto!
En vista presenta un bonito color picota de capa media con menisco carmesí, limpio y de lágriam fina.
En agitación se muestra un pelín huraño auque acaba desplegando notas de fruta roja conjuntada con sutiles tostados y apuntes de regaliz. Ligeros ahumados y notas de vanilla que se acompañan con apuntes minerales.
Es un vino para darle un tiempo o decantarlo antes, aunque como bien sabéis no soy nada partidario de estas prácticas y prefiero que el vino me vaya hablando según establecemos nuestra relación, algunas de amor y otras de odio.
En boca mantiene un tanino sedoso, equilibrado y con buena acidez. En retro el predomino de la fruta y las notas de crianza es notorio, manteniendo un mediana intensidad en el recorrido, pero sin defectos.
Seguimos disfrutando de los aromas otoñales, escarbando en la memoria e intentando reconocer las notas olfativas inconexas que se nos cruzan al atravesar un jardín, al pasear por un bosque o al perderse por un sendero.
¡Salud!
por elbaranda | Sep 26, 2013 | blanco, Jerez, Palomino fino, Vinos
Iniciamos septiembre con la sensación de dejar atrás el cálido verano e ir yendo poco a poco hacia las notas ocres del otoño. Mes en el que todo se revuelve, se mezcla. Los verdes con los ocres, las calmas con el viento loco, las ensaladas con los platos de cuchara.
De igual forma trascurre una primera quincena en el que se saca de allí y de acá de la bodega. Blancos del Marco, con albariños de Rias Baixas, tintos de Ribeira Sacra con «parientes» del Priorato.

De esta guisa empezamos con una Bota nº 44 «Florpower» 2010 elaborada con un 100% palomino fino, 32 meses bajo velo de flor y 11,5% vol. que me cautivó. Sí, soy de los que se ha sentido seducido por este vino, aún cuando también reconozco que puede provocar el sentido contrario.
Amarillo dorado con dejes ambarinos. Limpio. Llamativo. Bonito de capa. Nariz embriagadora con notas de tiza, almendra, sutiles apuntes de almizcle, fruta amarilla con predominio del membrillo, manzana, punta salina y levaduras. Complejo en la «lidia», pero con pases realmente magistrales, lentos, sentidos.

En boca ataca con buena acidez y recorrido. Es fresco a la vez que sutil, elegante y muy disfrutable. En retronasal se impone la casta con predominio de las notas de crianza rematada por sensaciones de levadura, minerales y frutos secos.
Es lo bueno de la división de opiniones, que también tienen sus distintas visiones y para lo que uno es amor, para otro es odio con una sutil frontera que los separa, «mais, c’est la vie».
por elbaranda | Sep 1, 2013 | Jerez, Rioja, Vinos
¡Y agosto terminó! y por ello lo despedimos la última semana con tres vinos de los que considero «clásicos» o al menos algunos lo intentan ya que en la elaboración de un vino además del terruño y la casta cuenta y mucho el clima, y no podemos dejar a un lado la existencia de ese cambio climático que también afecta al resultado final de tan «noble bebida».
Así, y gracias a un buen amigo de mi hija, cayó en mis manos un Monte Real GR 1998 que me hizo recordar las excelentes sensaciones de sus hermanos mayores el GR 1964 y GR 1970, de los que aún consevo algunas botellas para disfrutar en una época más propicia, al menos para mí: el otoño y acompañados de un buen plato de chuchara o de una buena receta de setas de temporada.

El GR 1998 se muestra bonito en copa, rubí con ese menisco atejado que lo hace legante. Una nariz de gusto «clásico» aunque con notas más marcadas de fruta roja madura. Notas de cueros, pelo de animal, apuntes lácteos, alhacena, sutiles apuntes de almizcle y ligeros tostados. Complejo. Boca fresca, con muy buena acidez y taninos sedosos que le dan ese toque de refinamiento y buen gusto. De mediano recorrido pero agradable en el que las notas terciarias acaban dominando la retronasal. De trago largo para deleitarse.
El segundo vino aún siendo también un 98 cambia de registros, de zona y de uva: Schlossgut Diel Dorsheimer Burgberg Riesling Spätlese 1998.


Elaborado con riesling y con 8% vol. muestra un color dorado limpio y brillante, atractivo. En nariz notas iniciales de hidrocarburos que desaparecen en agitación dando lugar a apuntes cítricos (pomelo), minerales (pedernal), ligeros dátiles y orejones, notas de toffe. Paso de boca elegante, armonioso, sin aristas, fresco pero con personalidad en el que las notas cítricas y minerales marcan el compás. Largo y adictivo. Realmente le ha sentado muy bien a este vino el paso del tiempo porque es un disfrute de inicio a fin. Según mi buen amigo Lluis Pablo ya iría más por un kabinett de los de hoy en cuanto a sensación de dulzor, y tiene razón.
Por útlimo, y conociendo mi «adicción» a los vinos del Marco, nada como disfrutar con un excelente vino de la «factoría Navazos»: La bota de PX Nº 36 «Bota NO».

Qué decir ya de este vino que en vista muestra un color casi negro, opaco, con menisco yodado. Denso y tintando la copa con ese color de yodo, precioso. En nariz despliega una batería de aromas entre los que predominan las notas de dátiles, pasas, higo seco, naranja confitada, balsámicos, café,… Y una boca potente, pero fresca, golosa pero sin empalagar, largo, largo, sin fín. Elegante, de chimenea y a disfrutar pensando en el bien y en el mal, en lo humano y en lo divino, en John Wayne o en Maureen O’Hara viendo Río Grande.
Por cierto, ya pueden empezar a guardar la ropa de verano e ir sacando los vinos para el otoño. ¡Salud!
por elbaranda | Ago 24, 2013 | blanco, Cavas y espumosos, chardonnay, Jerez, Pierre Peters, Regiones, Vinos
La verdad es que no va siendo mal mes: vacaciones relajadas disfrutando de mi ciudad y de preciosos pueblos como Ciudad Rodrigo, Ledesma o Alba de Tormes, y disfrutanto de vinos de zonas tan distantes y distintas como Champagne y Jerez.
No recuerdo dónde leí o quién me lo comentó que las zonas más complicadas de entender son aquellas que elaboran los mejores vinos, y las enumeraba: Champagne, Jerez y Borgoña. En este caso, y como podéis averiguar por el título de este post, me he quedado en las dos primeras.

Abríamos la primera botella de Champagne Pierre Peters Cuvée Spéciale Les Chetillons 2000 y no digo que llegaramos al éxtasis, pero casi llegamos a levitar. Es uno de mis fijos. Precioso en vista con este color amarillo limpio y un rosario de burbujas vivas y juguetonas que forma una corona sutil, pero elegante. Una nariz en la que las notas cítricas (pomelo), de brioche, sutiles notas de manzana y ligeros mazapanes la hacen realmente embriagadora. Y con una entrada en boca elagante, con excelente acidez, pero bien integrada y largo, deseando que las sensaciones no se acaben. Vale lo que cuesta porque lo que recibes está por encima de ese precio.
Las tornas cambiaron las siguientes semanas y las notas de albarizas predominaron. No es para nadie un secreto que siento verdadera admiración por los vinos del Marco y que siempre echo en falta el reconocimiento para con los enólogos y capataces de las bodegas en los que queda la gran responsabilidad de decidir qué vino para fino, para amontillado, para oloroso o para palo cortado. Bien es cierto que son vinos que aún no están lo reconocidos que deberían de estar en este país y que considero una asignatura pendiente en los consumidores españoles.

Descorchamos tres botellas de la misma bodega y al acual distinta, que realmente es lo que un buen amante del vino reclama, al menos yo, para no caer en la monotonía y en la «globalización» del gusto.
González Byass fue nuestra elección y disfrutamos con su Tío Pepe en rama 2012 y 2013. Distintos, elegantes ambos, pero con más «chicha» el 2013. Complejos ambos en nariz en los que las notas punzantes, salinas, de velo de flor, cítricas o de frutos secos los hacen elegantes, pero el 2013 muestra sus dientes, su intensidad, su potencia, su inmediatez.

Para terminar, y como no hay dos sin tres, cerramos el tercio con el Fino Una Palma: dorado, limpio, precioso. Nariz desplegando potencia e intensidad en el que las notas salinas, de albariza, cítricas y frutos secos la convierten en la reina de la noche. Y una boca prodigiosa de frescura, con un buen ataque y esos toques amargosos que lo hacen adictivo.

Largo como un buen natural del maestro Curro Romero, elegante y ajustada a las papilas como una chicuelina de José Tomás y fresca como una revolera de Morante.
¿Alguien da mas?. Pues eso, que aún queda mes para seguir disfrutando. ¡Salud!
por elbaranda | Ago 18, 2013 | bobal, monastrell, tempranillo, Vinos
Para terminar con la trilogía que comenzamos con «Y aprovechando que pasaban por aquí (I): Las manzanillas» conoceremos al causante de que en pleno mes de julio se tocara a rebato entre el retén del enolobby charro y se acercaran a compartir sus vinos Pepe Herrero, de Herrero Bodega, y José Augusto -Novena Privincia, para los allegados al FB-: José Alberto Antequera, «alma pater» de Lazo Agroturística.
Pero conozcamos un poco más a José Alberto.

P.- ¿Cómo llega un profesor de geografía a gestionar una bodega como La Zorrera?
R.- Me hice bodeguero porque en casa teníamos una viña de unas seis hectáreas. La uva se vendía a cooperativas de Jumilla cuando tenía algo de precio y cuando no lo tenía, que era casi siempre, nos hacía vino alguien del pueblo. Llamar vino a aquellos brebajes infumables es un acto de bonhomía: se fermentaba a la romana, con la vendimia sin despalillar, en lagares mugrientos… En fin, con todos los inconvenientes de una zona pobre y de escasa tradición vinícola. El resultado era unos vinos claretes y alcohólicos, que se oxidaban con mirarlos, groseros, acéticos, guarrillos. Vino agrete, buen traguete decía la gente por aquí, pa que te te hagas una idea. Aunque hoy, con el cambio de paradigma y tanto tardohippy vinificando igual a eso le llamaban terroir…

Perdón por la digresión, sigo. Al filo de los 30 años, cuando empecé a aficionarme al vino, decidí intervenir, compre pequeños depósitos de inoxidable y una mini prensa y una despalilladora manual y poco más y en el sótano de casa comencé esta andadura de aprendiz de brujo…
En 2007 tomamos (Mª Angeles, mi mujer, y yo) la decisión de construir una bodega y reconstruir nuestra vida en torno a esta pasión. En mi descargo he de decir que la situación actual no la venían venir ni los listos, así que te puedes figurar este que suscribe…
P.- Situémonos ¿dónde está la bodega y variedades que cultivas?
R.- La bodega está en Férez, en la Sierra del Segura Albaceteña. La finca tiene un nombre muy simpático: La Zorrera (de ahí el apócope: Bodegas LAZOrrera…). El paisaje es realmente hermoso: olivos, viña y monte… Un sitio pobretón pero poco machacado. En la comarca queda muy poca uva, pero interesante. Son viñedos de montaña, situados entre los 600 y los 850 metros de altitud y dominados por la monastrell, plantada en pie franco, que aquí recibe un curioso nombre endémico: Alcayato…

Además de monastrell tenemos un poco de bobal, tempranillo y moravia agria, como variedades españolas, y también algunas parcelas de syrah, cabernet sauvignon, cabernet franc, y petit verdot.

P.- ¿De qué producción estamos hablando y clase de vinos elaboras?
R.- La producción de la bodega es muy pequeña, años de 10.000 botellas (2011) y años de 15.000 (2009) y se articula en torno a tres vinos: el Cabeza de Hierro con una base de monastrell y pequeños y variables aportes de otras variedades. El Fianza, años dominado por la syrah y años por la tempranillo. Y el Fianza Selección, un vino que no hacemos todos los años, solo cuando entra en bodega una partida de uva que nos mata (2007, 2010, 2011 pero no 2012). De los 2011 que catamos en Salamanca, hay unas tres mil y poco botellas de cada uno… y un rosado experimental de petit verdot y syrah, Rosa y Oro, (500 botellas, que ha gustado mucho e igual este año repetimos)

En 2012 hemos hecho una monastrell certificada ECO, de nombre Lacerta, seis barricas, que he vendido en premier… (te lo cuento y aún se me pone cara de gusto…)
Aunque no soy ningún fanático de la religión Bío, lo cierto es que nos va muy bien la práctica de una agricultura muy poco agresiva. No utilizamos sistémicos ni abonos inorgánicos ni herbicidas ni fungicidas ni pesticidas ni otros venenos. Eso sí, en bodega, acero inoxidable, máxima higiene, control de temperaturas de fermentación y mínimos aportes de sulfuroso…
Los vinos catados.
1.- Fianza 2010
90% syrah y 10% monstrell. 14,5% vol. Crianza en barrica de roble francés
Cata:
Bonito color picota con menisco rubí. Lágrima fina y capa media-alta.
En nariz necesita aireación ya que muestra notas de reducción, pero que con el tiempo despliega notas de fruta negra compotada, tostados y ahumados, apuntes de regaliz y balsámicos, sutiles notas de flores azules y cacao, y notas especiadas.
En boca muestra una buena acidez aunque resulta un pelín cálido. Tanino secante que habrá que pulir, pero muy disfrutable y con buen recorrido. Retro marcada por las notas frutales y balsámicas.
2.- Fianza Selección 2010
60% tempranillo y 40% syrah. 14,5% vol.
Cata:
Picota de capa media-alta. Atrativo y brillante.
En nariz notas iniciales de yogur de fresa y violetas, fruta negra y petalos de rosa secos, punta cítrica con sutiles minerales y notas de regaliz.
En boca muestra muy buena acidez con un tanino ligeramente secante. Retro con notas de regaliz y balsámicas. Se muestra goloso, fresco y largo. Muy disfrutable.
3.- Cabeza de Hierro 2011
50% monstrell, 17% bobal y el resto otras variedades. 14,5% vol.
Cata:
Picota de capa alta y menisco carmesí. Bonito. Lágrima fina, lenta y tintada.
Nariz marcada por las notas minerales, la fruta negra, los aportes florales, sutiles aromas de regaliz y mermelada de fresa.
En boca mantiene buena acidez y tanino goloso, pelín secante y astringente. Retro en el que predominan las notas minerales.
Vino con cuerpo, estructura y volumen. Largo y con vida. Para recatar y volver a disfrutar.

4.- Fianza Syrah 2011
100% syran. 15,3 % vol.
Cata:
Picota, capa alta, opaco. Brillante. Precioso.
En nariz flores azules, chocolate, minerales. Complejo e intenso. Para disfrutar moviendo la copa.
En boca tiene una excelente acidez que le da frescura en boca. Goloso y pelín tánico. Retro en la que la intensidad y la complejidad que se ha observado en nariz vuelve a dar sensaciones que lo hacen un excelente vino.
5.- Fianza Syrah Selección 2011 (muestra de barrica).
100% syrah. 15,78% vol.
Cata:
Impresionante en vista en la que se muestra con un color picota de capa alta, practicamente opaco. Limpio y brillante. Precioso.
En nariz toques lácteos iniciales que dan paso a notas de fruta negra, notas minerales, balsámicos, regaliz y apuntes de flores azules. Complejo.
En boca con esa graduación se mantiene fresco, lagro, envolvente y con volumen. Intensa retro que lo hacen candidato a ser un muy buen vino dentro de un año.
Conclusiones:
Si estamos en la tendencia de que se empieza a dar importancia al terruño en este país, creo que Bodegas Lazo debe de entrar en esa categoría. Vinos con personalidad, alejados de modas y gustos generalizados, pero en los que marca la tierra, el clima, la casta de unas viñas enclavadas en Sierra del Segura. Y si a eso añadimos una excelente RCP, pues miel sobre hojuelas.
Recuerdo que hace unos días Víctor de la Serna hablaba en www.elmundovino.com de que nos encontramos en un momento en que los nuevos viticultores apuestan más por el terruño:
«Otra vuelta de tuerca al renacer del vino en España –algo en lo que se fijan más fuera de nuestras fronteras que aquí– es la que estamos constatando este año en las catas de elmundovino: no ya los nuevos/viejos viticultores apegados al terruño, a la viña y a los vinos sinceros sin manipulación tecnológica, sino una creciente insistencia en los vinos de un pago o de un majuelo determinado, en la expresión más particularizada del terruño. Y ello, en absolutamente todas las zonas vitícolas del país.«
Ahora sólo falta apostar por ello e invertir la alicaída tendencia del consumo de vino en España disfrutando de las elaboraciones que salpican esta piel de toro de la mando de excelentes viticultores y bodegueros (les recomiendo que lean el artículo de Víctor).
Y como el camino se anda con pan y vino nos reunimos en nuestra sede en la que disfrutamos con un Carpaccio de bola de ibérico y tomate
y con un Cilindro de rabo de toro deshuesado, entre otros platos elaborados por el equipo de cocina del Gastrobar Lilicook.

¡Salud y buen vino!
Comentarios del personal